
La devastación causada por las inundaciones ha obligado a muchos aspirantes a aplazar su preparación.
El barro que inundaba las calles de Catarroja hizo que a Paula le saliera urticaria en la piel. En un principio, el médico voluntario que la atendió en un improvisado ambulatorio de campaña lo relacionó con una posible alergia al fango. Pero al acabar el tratamiento, la reacción le volvió a salir, así que cayó en la cuenta de que se la había provocado el estrés. "La riada arrasó la planta baja de nuestra casa y hemos perdido los tres coches", cuenta la joven, de 23 años, a 20minutos. Al igual que el resto de valencianos, Paula recuerda de forma nítida el 29 de octubre. "Estaba estudiando, pero se me estaba atragantando el tema, así que pensé en irme al gimnasio para despejarme. Menos mal que me obligué a mí misma a seguir estudiando y no ir, porque mi gimnasio ya no existe".
Tras graduarse en Derecho y Ciencias Políticas, la catarrogina lleva dos meses opositando a judicatura. "A día de hoy es muy difícil centrarse únicamente en la oposición. Entre el ruido de la calle, que ya no hay bibliotecas y que todo está destrozado, no podemos aislarnos de esta situación" confiesa, subrayando que una de las pérdidas más acusadas para los aspirantes a oposiciones es lo que ella define como "puntos de apoyo". "No puedes ir al gimnasio, ni bajar a tomar algo a un bar con tus amigos. Tampoco puedes salir a correr, porque el barro lo hace imposible. Incluso el simple hecho de salir a pasear te genera una carga emocional bastante gorda. Ver el estado en el que está todo lo que rodea tu casa... a nivel mental a veces es mejor no salir", asegura, inquieta.
Durante las semanas que siguieron al desastre, Paula paró de estudiar. "No podía porque estaba quitando barro de mi propia casa", cuenta a este periódico. Ahora, ya lo ha retomado, pero "con mucho esfuerzo", pues asegura que su nivel de concentración no es el mismo que tenía antes del desastre y la cuenta atrás para su examen -que se celebrará previsiblemente en febrero- ya ha empezado. "En mi caso, me presento para familiarizarme con la prueba, pero está claro que los opositores afectados partimos en desventaja con respecto al resto. Pienso que deberían postergar, al menos, las oposiciones autonómicas", zanja la estudiante.
En este sentido, la Generalitat Valenciana ha retrasado los exámenes de la OPE 2024 previstos para noviembre, a los que se presentaban unos 5.140 aspirantes. Así, las pruebas del 23 y 30 de noviembre de A1-01 Administración General, APT-A1 de Fondos Europeos, A2-01 de Administración General, C1 Agentes Medioambientales, A2 de Informática, A1 de Inspección de Tributos, se han pospuesto para el 15 y el 22 de febrero, según detallan a este periódico desde la Conselleria de Justicia y Administración Pública.
"No era momento de estudiar"
El agua y el barro también interrumpieron la vida y rutina de Marta, aspirante al MIR con cuna en Massanassa. En medio del caos de los días posteriores a la riada, la estudiante, de 25 años, decidió que no podía quedarse en casa. "Sabía lo que estaba pasando fuera y era incapaz de concentrarme. Sentía que lo importante en ese momento no era estar estudiando, sino ayudar a todas las personas que lo necesitaban", afirma. Así, la joven médica se vistió con su bata y bajó a las calles de su pueblo como voluntaria sanitaria, yendo casa por casa ayudando a sus vecinos.
Pero esta pausa ha hecho que Marta acumule retrasos en su planificación. "Aunque siempre he sido bastante flexible con mi estudio, volver fue duro. Había acumulado retrasos y me sentía agobiada. Ahora estoy priorizando lo más importante de cada asignatura y estudio de manera más práctica, repasando exámenes y los errores que cometo", explica Marta, que no puede evitar agradecer a sus amigas y compañeras de promoción que también le hayan ofrecido su ayuda. "Además, voy los sábados presencialmente a mi academia, que está en Valencia, y ver la vida allí es como si estuvieras en otro momento del tiempo. Aquí sigue todo parado", añade resignada.
Sin embargo, no todos los opositores han podido retomar el ritmo con las mismas facilidades. En las zonas más afectadas, muchas bibl... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}