Un inmigrante héroe en la última DANA acaba con el 'blackface' en la Cabalgata de MálagaAsí es Krampus, la tradición navideña europea más aterradora
Las celebraciones navideñas en España tienen un encanto especial, y pocas tradiciones son tan esperadas como las cabalgatas de Reyes Magos. Este evento llena las calles de luces, música y magia, convirtiéndose en una de las noches más emocionantes del año, especialmente para los niños. Con historias que conectan lo religioso con lo festivo, estas procesiones se han consolidado como un símbolo de la Navidad en muchas ciudades y pueblos del país.
Pero hay una cabalgata que destaca entre todas: la de Alcoy (Alicante), un municipio en la Comunidad Valenciana. Ampliamente reconocida como la más antigua documentada en el mundo, sus orígenes se remontan a 1866, aunque fue en 1885 cuando adquirió el carácter organizado que mantiene hasta hoy. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural, este desfile combina historia, tradición y espectáculo en una celebración sin igual.
El corazón de una tradición centenaria
La cabalgata de Alcoy no solo es especial por su antigüedad, sino también por su singular estructura. Dividida en tres actos, comienza la mañana del domingo o festivo anterior a la noche de Reyes con "Les Pastoretes", un desfile que rinde homenaje al nacimiento de Jesús. Posteriormente, el 4 de enero, tiene lugar el "Bando Real", donde un embajador anuncia la llegada de los Reyes Magos y recoge las cartas de los más pequeños.
El momento culminante llega el 5 de enero, cuando Melchor, Gaspar y Baltasar desfilan por las calles de Alcoy. Más de mil personas participan en esta cabalgata, que incluye pajes, antorcheros, bandas de música y espectaculares carrozas.
Uno de los elementos más emblemáticos de esta celebración son los pajes, conocidos localmente como "negres". Vestidos con trajes negros, fajas rojas y gorros a juego, suben a los balcones de las casas utilizando largas escaleras para entregar los regalos, una imagen que representa la magia de esta noche tan especial.
Además, la cabalgata de Alcoy tiene una particularidad que la distingue de otras: el Rey Baltasar no desfila al final, como suele ser costumbre, sino en segundo lugar, un detalle que muestra la singularidad de esta fiesta.
A lo largo de los años, esta cabalgata se ha consolidado como un evento de renombre internacional. Los reconocimientos oficiales han servido para proteger y promocionar su valor cultural, atrayendo cada año a miles de visitantes que quieren vivir en directo esta experiencia mágica. La cabalgata de Reyes Magos de Alcoy no es solo una tradición local, sino un símbolo de cómo una comunidad puede preservar su patrimonio y convertirlo en un referente mundial. Sin duda, una noche que cada 5 de enero ilumina la Navidad y deja huella en el corazón de quienes la viven.
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