De las responsabilidades de la DANA al corazón del PSOE: el análisis del Comité Editorial de EC

De las responsabilidades de la DANA al corazón del PSOE: el análisis del Comité Editorial de EC

Mes y medio después de la DANA, Valencia afronta una larga reconstrucción mientras efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y de los dos ejércitos y de la Armada continúan trabajando en la provincia en tareas de limpieza y de búsqueda de desaparecidos. Para analizar la dimensión de la catástrofe y las responsabilidades que se derivan de ella, se reunió el Comité Editorial de El Confidencial que, en su quinto encuentro del año, también repasó las claves del 41 Congreso Federal del PSOE, así como el futuro de Estados Unidos tras la victoria electoral de Donald Trump.

Este Comité, presidido por José Antonio Zarzalejos, contó con la asistencia de José Antonio Sánchez, presidente ejecutivo y editor de El Confidencial; Nacho Cardero, director del periódico; los directores adjuntos Carlos Sánchez, Ángel Villarino y Miquel Roig; Alberto Pérez Giménez, subdirector de Nacional; Rebeca Fernández, redactora jefa y jefa de Opinión; los periodistas del diario Víctor Romero —corresponsal en la Comunitat Valenciana— y Marisol Hernández; Joaquín de Fuentes Bardají, socio director del despacho de abogados Escalona & De Fuentes, responsable de su departamento de Derecho Público y abogado del Estado en excedencia; Fernando Abril-Martorell, consejero delegado de Urbaser y expresidente de Indra; Ramón González Férriz, periodista y columnista del diario; e Ignacio Varela y Pablo Pombo, analistas de El Confidencial y consultores políticos.

Los desastres de la DANA

El pasado 29 de octubre, la provincia de Valencia sufrió un desastre natural sin precedentes en el último siglo, con consecuencias trágicas para la población y daños materiales multimillonarios. “La fuerte intensidad localizada de las lluvias provocadas por la DANA ha desafiado los modelos hidrológicos de los expertos, que la ubican en un periodo de retorno de mil años (probabilidad de que se produzcan fenómenos similares en ese periodo de tiempo)”, detalló Víctor Romero.

El corresponsal de El Confidencial en la Comunitat Valenciana analizó los hechos antes, durante y después de la catástrofe. Respecto a la fase previa a la DANA, consideró que el desbordamiento de los barrancos del Poyo, el Pozalet y la Saleta en Valencia hizo aflorar “la demora de las obras de encauzamiento en previsión de un riesgo de inundaciones reconocido en sus propios documentos por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)”.

José Antonio Zarzalejos

Más de cuatro décadas llevan en movimiento los proyectos de mitigación de grandes riadas sobre los cauces habitualmente secos que se desbordaron trágicamente. El proyecto consensuado entre los técnicos, aprobado en 2007 para un periodo de retorno de 500 años, caducó su primera declaración de impacto ambiental en 2017 sin que el Gobierno de Mariano Rajoy lo presupuestara. Pese a que el Ejecutivo de Pedro Sánchez reinició la tramitación, tampoco ha tenido ningún avance. La ahora vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, dejó preparado sobre la mesa el plan de obras cuando fue secretaria de Estado hasta 2011, pero no llegó ni a programarlo de forma plurianual siendo ministra de Transición Ecológica. Paradójicamente, intereses urbanísticos de los municipios afectados también han trabajado contra su desarrollo.

“La desidia ejecutiva, los escollos administrativos y el embudo burocrático abren necesariamente un debate sobre el grado de prioridad en obras claves para mitigar desastres naturales que dependen de organismos estatales (Confederaciones Hidrográficas) alejados de los centros de decisión y de escasa rentabilidad electoral en el corto plazo para los responsables políticos de los territorios por los que discurren”, argumentó.

Ángel Villarino

Durante la DANA, ni los avisos, las alertas ni las imágenes en televisión de desbordamientos en el Magro en Utiel motivaron que se acelerase la convocatoria del Cecopi, el órgano interdepartamental responsable de coordinar la respuesta a la emergencia. Salomé Pradas, competente por la ley valenciana, fijó para las cinco de la tarde la reunión. Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, mantuvo un almuerzo con la comunicadora Maribel Vilaplana hasta las seis de la tarde y no llegó al encuentro con Emergencias hasta pasadas las 19 horas. “El presidente de la Generalitat no estaba en el sitio en el que debía de estar con los elementos de riesgo que había ese día sobre la mesa”, afirmó.

“Las reuniones del Cecopi no se graban oficialmente, otra anomalía, pero hay testimonios solventes de que desde las 18 horas comenzó a debatirse la necesidad de recurrir al sistema de alerta móvil ES-Alert, (el mecanismo de aviso a la población en situaciones crisis). El mensaje aconsejando restringir movimientos no llegó a los smartphones hasta las 20:11 horas”, precisó. Para Romero, resulta “pobre” el argumento de la Generalitat sobre que la CHJ no comunicó el completo desbordamiento del barranco del Poyo hasta las 18:43 horas, “aunque el presidente de la Confederación, Miguel Polo, estaba conectado a la reunión por videoconferencia”. “Pasó una hora y media desde que la CHJ mandó ese mail hasta que se lanzó la alerta invasiva y es que, además, ese tipo de alertas tienen carácter preventivo. No tiene sentido apurar hasta que los sensores detectan el desastre para poner en guardia a la población". Un ejemplo de su “naturaleza anticipatoria” es el uso del ES-Alert en días posteriores por parte de la Generalitat valenciana, la Junta de Andalucía y la Generalitat de Cataluña.

Una máquina excavadora trabaja en las inmediaciones del lugar donde hallaron el cadáver de una víctima de la DANA, el pasado día 12. (Rober Solsona/Europa Press)Una máquina excavadora trabaja en las inmediaciones del lugar donde hallaron el cadáver de una víctima de la DANA, el pasado día 12. (Rober Solsona/Europa Press) Una máquina excavadora trabaja en las inmediaciones del lugar donde hallaron el cadáver de una víctima de la DANA, el pasado día 12. (Rober Solsona/Europa Press)

Tras la catástrofe, la demora en la entrada de los efectivos del Ejército en las zonas afectadas para participar en las tareas de recuperación ha abierto una discusión sobre “la eficacia competencial”. Ni el Gobierno declaró el estado de alarma para asumir el mando único, ni lo pidió el presidente de la Generalitat elevando la alerta a Nivel 3. Mazón tampoco ha declarado la “emergencia catastrófica” que prevé la legislación valenciana para asumir él en persona el control total, “descargando sobre su ya exconsellera todo el peso legal de las decisiones del Cecopi”. “La consecuencia fue una absoluta sensación de desamparo por parte de la población afectada en la primera semana”, resaltó.

Por todo ello, Romero consideró lógico revisar el sistema de prevención y respuesta a las grandes emergencias para anticipar, mitigar y minimizar sus impactos. En su opinión, esta DANA dejó al descubierto un modelo en exceso dependiente del factor humano en cuanto al despliegue del sistema de alertas a la población; una estructura competencial poco eficaz a la hora de coordinar la respuesta inmediata del conjunto del Estado, “especialmente entre administraciones gobernadas por formaciones políticas competitivas entre sí”; y un déficit en el “orden de prioridades de inversión pública en obras claves” para intentar la domesticación de las consecuencias sobre el territorio y sus habitantes.

La intervención de Romero fue seguida de un debate con la participación de los miembros del Comité Editorial, en el que se valoró la cobertura de El Confidencial sobre la DANA y se pusieron sobre la mesa los riesgos que implica la antipolítica y la previsible emergencia de fuerzas extremistas.

41 Congreso Federal del PSOE

El último fin de semana de noviembre, el PSOE celebró en Sevilla su Congreso Federal. Marisol Hernández aclaró que, inicialmente, esta convocatoria se leyó dentro del partido como un resorte para tomar impulso en una legislatura compleja e, incluso, como el momento en el que Sánchez podría hacer cambios en el Ejecutivo y en la dirección socialista. Pero nada de esto sucedió: “ni renovó ideológicamente el proyecto del PSOE, ni abrió una nueva etapa en el Gobierno y en el partido, ni tampoco resolvió el debate interno en torno a la financiación singular de Cataluña”.

Nacho Cardero

De hecho, el concierto fiscal catalán iba a ser la estrella de esta cita por el malestar de muchos territorios con el acuerdo entre ERC y el PSC. Sin embargo, el texto que se aprobó finalmente consagra “la multilateralidad” como base para reformar el modelo, sin perjuicio de las relaciones bilaterales. “Una cáscara en la que cabe prácticamente todo”. La “cuestión palpitante” es si el Gobierno planteará un nuevo sistema que dé cobertura al pacto con los republicanos y obtenga los votos suficientes en el Congreso.

Para lo que sí ha servido este cónclave es para activar el proceso de renovación del partido con vistas al próximo ciclo electoral tras la debacle de los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo. “Sean cuando sean las elecciones generales, en 2027 o antes, es indispensable para Sánchez que el PSOE esté engrasado y a pleno rendimiento. Otra cosa distinta es su capacidad de acierto con los nuevos secretarios generales y futuros candidatos autonómicos”, indicó.

Un ya excandidato autonómico fue protagonista de la primera jornada: Juan Lobato y “la conmoción” que causó su renuncia, su decisión de acudir al notario con la información proporcionada por la Moncloa sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso, así como su declaración ante el Tribunal Supremo ese mismo viernes. En ese contexto, tanto en el partido como en el Gobierno, era “palpable el miedo” a los próximos pasos que dé el Supremo en este asunto y a los movimientos de otros jueces en otras causas. "Destilan una profunda desconfianza hacia el sistema judicial, que denota un convencimiento interno de la existencia de una ofensiva judicial contra ellos”, señaló Hernández.

Carlos Sánchez

Al margen de que el presidente del Ejecutivo ha defendido que hay una operación en su contra en marcha, resultó remarcable el discurso de Santos Cerdán y sus alusiones a que los jueces “también participan en lo que denominó la industria del fango". Para Hernández, el congreso ha significado “un intento de conexión emocional con la militancia, que se reforzó con la presencia de Begoña Gómez”, un modo de colectivizar la idea de que "nunca antes hubo en democracia un ataque similar contra un presidente legítimo". Un mensaje que puede ser crucial para la movilización del electorado progresista.

Para reforzar esa conexión entre Sánchez y la militancia, el líder del PSOE transmitió durante el congreso su vocación de permanencia. De hecho, relató que ha vuelto a abordar el tema de su futuro con su familia, ha "meditado mucho" y ha decidido dar un "paso al frente".

Después de la ponencia de Hernández, hubo intervenciones en el Comité que advirtieron de la seria deriva de que el partido del Gobierno entre en colisión con el Poder Judicial, lo que supone un inquietante síntoma de deterioro del sistema institucional.

Qué esperar de Trump

Donald Trump tomará posesión de su cargo el próximo 20 de enero tras los comicios celebrados el pasado 5 de noviembre, que han supuesto la debacle demócrata y abren un futuro cuyas claves examinó Pablo Pombo.

Trump en la apertura de la bolsa de Nueva York, el día 12. (EFE/New York Stock Exchange)Trump en la apertura de la bolsa de Nueva York, el día 12. (EFE/New York Stock Exchange) Trump en la apertura de la bolsa de Nueva York, el día 12. (EFE/New York Stock Exchange)

En el ámbito geopolítico, la segunda etapa del líder republicado en la Casa Blanca implicará, según Pombo, “el repliegue norteamericano y el incremento de la inestabilidad” mientras se produce el “debilitamiento del sistema multilateral y la pérdida de peso de la OTAN”. Esto irá en paralelo con el aumento de la tensión con China, la posible rehabilitación de las relaciones con Rusia y la reducción del apoyo militar en Ucrania.

La nueva política económica de Trump, que conlleva el auge del proteccionismo, dará como resultado guerras comerciales de ámbito global, mayor volatilidad en los mercados financieros y un impacto “severo” de todo ello en las economías dependientes de la norteamericana. De puertas para dentro, los estadounidenses deberán hacer frente al posible impacto inflacionario con el crecimiento de los aranceles, la subida del déficit fiscal y la “desregulación selectiva que beneficiará a industrias específicas, como la energía y la tecnología”.

En lo que se refiere al estado de salud de la democracia en EEUU, Pombo apuntó que la legislatura Trump vendrá marcada por la “polarización extrema y la militarización política”, con una administración debilitada y una crisis general de confianza. No obstante, “prevalecerá, aunque severamente dañada”, auguró.

Pablo Pombo

Desde el punto de vista de la nueva etapa para la comunicación y el periodismo, Pombo vaticinó más desinformación, una “mayor fragmentación de audiencias en nichos ideológicos y el auge de las plataformas alternativas vinculadas a la inexistencia de censura”. La progresión del periodismo de opinión se dará junto con el endurecimiento del escrutinio a los periodistas y la normalización de los pulsos legales por la libertad de expresión. Y en el ámbito del modelo de negocio, “se acentuará la dependencia de las suscripciones por la saturación del mercado publicitario”.

Esta reflexión dio lugar a un debate en el Comité sobre el impacto de la presidencia de Trump en el modelo mediático y el papel de las redes sociales, y se ahondó en los paradigmas de la oferta informativa.

¿Y la izquierda?

En estas elecciones, la victoria de Trump ya no ha supuesto una sorpresa entre los progresistas norteamericanos. Ramón González Férriz comparó su reacción en estos comicios y los de 2016, cuando la izquierda estadounidense justificó el triunfo republicano apuntando a la interferencia electoral rusa y a la distorsión del debate público por el uso de las redes sociales, donde corrían noticias falsas y conspiraciones. De hecho, muchos periódicos y cadenas de televisión señalaron que todo se debía a la crisis de los medios tradicionales, “a cuya información y análisis imparciales los ciudadanos prestaban cada vez menos atención”. Unos argumentos similares fueron esgrimidos por los europeos para explicar la victoria del Brexit y el ascenso de la derecha radical, pero “evitaron pensar que quizá la izquierda y el liberalismo urbano y cosmopolita habían cometido grandes errores”.

Ramón González Férriz

Frente a estos planteamientos, hoy la izquierda en EEUU “está sumida en una profunda autocrítica”, que tendrá fuertes implicaciones no solo en su futuro, sino también en el europeo, “que tiende a importar debates y tendencias estadounidenses”. Entre las revisiones surgidas en las últimas semanas, está el hecho de que la izquierda estaba tan convencida de que podía acabar con el neoliberalismo que “no entendió el rechazo que generaría el cambio”, o que el silencio de la izquierda moderada ante lo woke fue “un error”. A juicio de Férriz, era un movimiento que podía tener cierto sentido en los estudios sociales universitarios, en el activismo comunitario o en la prensa intelectual, pero “permitir que llegara a ocupar el centro del debate político fue un suicidio que mostró a los progresistas como unos radicales”.

El mundo de la cultura ha adoptado también una postura que combina las críticas al trumpismo con una introspección a veces radical: “¿Y si nos equivocamos al desdeñar la amenaza que mucha gente siente ante la inmigración?, se preguntaba la revista de centro-izquierda The Atlantic, una de las más influyentes entre las élites intelectuales”.

Este reajuste también se está produciendo en el ámbito empresarial. Algunos índices bursátiles vinculados a energías renovables se han despeñado y muchas empresas se están adaptando a un nuevo entorno en el que, a pesar de que la transición energética no desaparezca, el Gobierno no la va a favorecer. Incluso algunas grandes universidades como el MIT o Harvard están dando marcha atrás con sus políticas ESG o de pluralismo de género y etnia, y “buena parte de ello se debe al contexto político y judicial, que tiende a desmontar la discriminación positiva”. “Pero existe una seria redefinición de los códigos éticos de las grandes organizaciones, que ahora asumen que cometieron grandes errores al exigir a sus profesionales credenciales ideológicas que estaban fuera de lugar o permitir a sus estudiantes el derecho de veto”, explicó.

Ignacio Varela

En lo que respecta a Europa, Férriz consideró que hoy la izquierda “está en declive”, sobre todo en los países escandinavos, donde hacen autocríticas muy parecidas a las estadounidenses, y “solo es cuestión de tiempo que lleguen también a España”.

Tras todas las ponencias, Nacho Cardero, director de El Confidencial, expuso los objetivos informativos de este diario, mientras que José Antonio Sánchez, presidente ejecutivo y editor, reafirmó el propósito del periódico de mantenerse firme en la defensa de la independencia, el rigor y el compromiso con la veracidad, cumpliendo así el papel que a los medios corresponde en una democracia liberal.



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