Hasta hace bien poco era la 'joya de la corona'. La fibra era el tesoro mejor guardado de las operadoras de telecomunicaciones. Un activo prácticamente intocable...
Hasta hace bien poco era la 'joya de la corona'. La fibra óptica era el tesoro mejor guardado de las operadoras de telecomunicaciones. Un activo prácticamente intocable que ha colocado a España como uno de los mercados europeos más avanzados en infraestructuras. Pero las necesidades de financiación y una fuerte competencia en el mercado, entre otros factores, han derribado ese tabú. Y el año 2024, con la compra de Vodafone por Zegona y la fusión de Orange y Másmóvil ya cerradas, está llamado a ser el de la sacudida definitiva con operaciones de miles de millones ya sobre la mesa.
El primer gran frente que se abre es el de la propia Vodafone. La entrada del fondo británico acelera un movimiento que sobrevolaba: la reconfiguración de su red fija. A cierre del ejercicio pasado, según sus propias cifras, la compañía tenía 10,7 millones de red propia, aunque sólo 3,2 millones de fibra hasta el hogar. ¿Y los otros 7,4 millones? Es tecnología HFC, heredada de la compra de la cablera Ono. Es muy cara de mantener y tiene rendimiento inferior a la FTTH. Masorange y Telefónica aspiran a ser el socio de su rival, con diferentes opciones estratégicas, ya sea creando una empresa de infraestructuras (Netco) para fusionar las redes o 'enterrando' esa red antigua y dando acceso mayorista con condiciones muy ventajosas a la empresa de capital británico.
Zegona ganaría así oxígeno financiero después de una operación de compra con un fuerte apalancamiento. Y los otros dos operadores ganarían eficiencia en sus redes y también un cliente mayorista muy importante. Este acuerdo va a ser determinante. Y va a representar, según explican fuentes del mercado consultadas, un termómetro importante para lo que tiene que venir después en este particular 'Juego de Tronos' de la fibra. Tanto por las fórmulas elegidas, como por las valoraciones que se hagan de los activos y las cifras que impliquen. Hay que tener en cuenta que sería la transacción más grande en este sector, por encima de los 1.000 millones de euros que recibió Telefónica por la venta del 45% de su vehículo Bluevia a los fondos Vauban y Crédit Agricole Assurances o la venta de hasta seis millones de accesos por 750 millones a Onivia.
La otra operación que también está avanzada dentro de esta partida de ajedrez es Avatel. Aunque sea el quinto convergente por clientes (en el móvil es un operador móvil virtual), la realidad es que se trata de una teleco muy basada en su red fija. Ha adquirido más de 130 operadores pequeños locales, muchos de ellos con infraestructuras de fibra en pequeños territorios. Hay varios fondos interesados. Pero en este intento de consolidación también ha enseñado sus cartas Telefónica. El propio consejero delegado, Ángel Vilá, aseguró en febrero que se trata de "un operador muy interesante". "Es un socio comercial de Telefónica, que tiene mucho respeto por sus fundadores, accionistas y equipo gestor", apuntaba.
El siguiente movimiento estaría entre los operadores neutros de fibra. Ante este 'boom' en la expansión de las redes durante la última década en España se han creado grupos que han construido redes a base de adquirir a operadores paquetes pequeños de unidades inmobiliarias y de despliegues propios. En este grupo despuntan tres grupos: Lyntia, Onivia y Adamo. Los tres tienen a grandes fondos de capital riesgo detrás: Axa, Swiss Life y Morrison compraron Lyntia por más de 2.000 millones, mientras Ardian hizo lo propio con el 80% de Adamo en manos de EQT por más de 800 millones. Y, como aseguran las mismas fuentes del mercado, podría existir cierto temor a que los movimientos aguas arriba enfríen el mercado y no haya h... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}