:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffed%2F9fa%2Fbe5%2Ffed9fabe50ed5f1e136d248b9f0f901a.jpg)
Es imposible pensar en un hogar que no acumule basura. Pero, ¿dónde acaba la bolsa que cada noche descansa en el contenedor? La cuestión adquiere un calibre más preocupante cuando el espacio para las plantas de gestión de residuos es limitado. Por ejemplo, en las islas. En Ibiza, el área de Ca Na Putxa cuenta con una planta para la selección y el tratamiento y otra que funciona como vertedero. La previsión, según diferentes informes, es que este segundo se quede sin espacio en 2029. ¿Y entonces qué? El Consell está inmerso en un proceso de participación con distintas entidades locales para decidir cuál es la mejor solución de las cuatro opciones que se barajan. Mientras, los residentes denuncian contaminación en las aguas subterráneas, la presencia de gases tóxicos en el aire y la aparición de animales carroñeros como ratas o serpientes en una zona muy próxima a urbanizaciones y barrios.
Los problemas en Ca Na Putxa vienen de lejos. A 3 kilómetros de las calas más cercanas, el entorno de este vertedero es un espacio repleto de vegetación. Hace ya treinta años que los vecinos de Ibiza se pusieron por primera vez en pie de guerra para denunciar décadas de vertidos ilegales en un torrente privado que acababa en el mar. El propietario de la parcela permitió a distintos ayuntamientos de la zona realizar esta actividad sin licencia, seguimiento ni control. Varias asociaciones alzaron la voz e interpusieron diversas denuncias ante las instituciones europeas y españolas responsables de la gestión de los residuos. En 2003, el Tribunal de Justicia de la UE condenó a España por mantener abierto el vertedero de Ca Na Putxa -ubicado en el este de la isla- donde se incumplían las normas para una adecuada gestión.
Este toque de atención no fue suficiente. Flor Dell’Agnollo, ambientóloga y portavoz de la plataforma ¡Hay Soluciones! Para el Vertedero de Ibiza, explica que el proyecto que el Consell impulsó entonces junto al Gobierno balear se desarrolló con "ocultismo" y que "el vertedero produjo desde entonces graves daños ambientales y de salud pública" porque la nueva planta se construyó sobre la basura que llevaba allí acumulada más de dos décadas de forma ilegal.
Los años pasaron con las reivindicaciones y quejas de los vecinos de Roca Llisa, Cas Cómodo, Can Furnet y Pueblo Jesús como telón de fondo. Una vez inaugurada la planta de selección y compostaje, en 2019, el siguiente frente de batalla es el vertedero y sus escasos cuatro años de vida útil. Fuentes del Consell de Ibiza concretan que gracias a esta nueva área y a la sensibilización de la población "la previsión es que Ca Na Putxa tenga una vida útil hasta 2029". Sin embargo, los residentes claman soluciones de manera inminente. La plataforma denuncia que las aguas subterráneas continúan contaminadas porque no se limpió el antiguo vertedero ilegal, que hay animales en el entorno - muy cercanos a la población- como serpientes, ratas y gaviotas; y que el vertedero produce gases contaminantes de los que no se tiene información.
20 años de retraso y 27 millones gastados: el Parador de Ibiza sigue sin fecha de apertura
Marta NevotEs este último punto la incógnita que quieren despejar los vecinos de manera más urgente. "¿Qué estamos respirando?", se cuestiona Dell’Agnollo y señala: "Los olores son tan fuertes que nos obligan a vivir con las ventanas cerradas". Un olor que describen como "huevo podrido". Ante la situación, los residentes mantienen el contacto con el Consell y admiten que la administración "está respondiendo, aunque tarde y lentamente". De forma paralela a esta cuestión, el Consell ha iniciado un proceso de participación pública no vinculante -en la que pueden participar entidades afectadas- para decidir qué hacer en 2029.
Las opciones pasan por ampliar el vertedero actual, abrir uno nuevo, crear una incineradora o trasladar los residuos a la planta de Son Reus, en Mallorca. Esta última opción es la preferida por los vecinos. "Formentera traslada el 100% de sus residuos a Ibiza, ¿por qué desde Ibiza no podemos llevarlos a Mallorca? Una nueva planta en Ibiza tendría un impacto ambiental muy grave", señala Dell'Agnollo. Además, la ambientóloga apunta a que la planta de Son Reus "está sobredimensionada porque se pensó para todas las islas" y por eso ya se trasladó hasta allí basura de Italia o Irlanda hace años.
El enigma del metano de Valdemingómez: la ESA compara a Madrid con Bangladesh
Alfredo PascualPor su parte, el también ambientólogo y consultor, Alberto Vizcaíno, incide en que trasladar a Mallorca la basura podría ser positivo a corto plazo, pero "aumentaría el consumo energético" y "no solucionaría el problema, solo lo movería de sitio". También explica que aumentar la capacidad de Ca Na Putxa podría ser peligroso e implicaría mucha inversión. Por otro lado, concreta que levantar una nueva incineradora reduciría el volumen de los residuos, pero aumentaría las sustancias tóxicas derivadas de la quema."La mejor solución siempre va a ser la prevención y la reducción de los residuos. Pero es cierto que para conseguirlo, habría que remodelar todo el sistema de contenedores", matiza Vizcaíno. El Consell, tras llevar a cabo la consulta pública, prevé tener la hoja de ruta en junio. La institución mantiene la puerta abierta a las cuatro opciones y admite que van a considerar los términos económicos, pero también los ambientales.
En el núcleo de este problema está la falta de información. "El Consell ha hecho las cosas a puerta cerrada. No hay datos suficientes para tomar una decisión reposada en el proceso de participación", crítica Flor Dell’Agnollo. Aunque la consulta del Consell solo sea para organizaciones involucradas, la administración ha facilitado un correo con documentación para que todos los residentes opinen. "No hay claridad. Si no eres técnico, ¿qué vas a decir?", zanja la portavoz.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}