El gato de Anatolia, la variedad del van turco con el que comparte su afinidad por el agua


         El gato de Anatolia, la variedad del van turco con el que comparte su afinidad por el agua

Al igual que el van turco, el gato de Anatolia tiene su origen en la región alrededor del lago que le da nombre.

Turquía es un país donde los gatos llevan siglos teniendo un papel destacado en la población. Desde la era otomana, cuando las casas de madera y la proliferación de roedores hicieron indispensable la presencia felina, hasta la actualidad, donde ciudades como Estambul son mundialmente famosas por su gran población de gatos callejeros cuidados por la comunidad.

Turquía es también el lugar de origen de dos razas icónicas en el mundo felino, el van turco y el angora. Sin embargo, hay otra raza menos conocida: el gato de Anatolia. Este felino es, en esencia, la variedad de pelo corto del van turco y a menudo se le confunde con él. Se trata de una raza muy rara fuera de su país de origen, pese a que en 2001 la Federación Mundial Felina (WCF) lo reconoció oficialmente, impulsando los esfuerzos para su conservación y crianza dentro y fuera de Turquía.

Extremadamente sociable y adaptable

El gato de Anatolia, también llamado van de pelo corto, es un gato de estructura fuerte y atlética, musculoso y con patas largas que le otorgan gran agilidad. Posee un pelaje corto y denso, lo que lo diferencia claramente del van turco de pelo semilargo. En cuanto a su coloración, la más común es el patrón Van, caracterizado por un manto predominantemente blanco con manchas de color en la cabeza y la cola. No obstante, también existen ejemplares completamente blancos o con algunas manchas dispersas en el cuerpo.

En términos de temperamento, el gato de Anatolia es un animal extremadamente sociable y cariñoso con toda clase de criaturas. Disfruta de la compañía humana y tiende a formar fuertes lazos con quien le cuida y dedica tiempo. Es un felino activo y juguetón, que necesita espacio para correr y explorar, así como estimulación diaria a través de juegos y actividades. Se adapta bien a la convivencia con niños y otros animales.

Los expertos destacan que una de las particularidades más llamativas es su comunicación. A diferencia de otros gatos que maúllan con frecuencia, el gato de Anatolia prefiere emitir sonidos más cercanos a un gorjeo o un trino (chirping). Además, al igual que su pariente el van turco, siente una extraña fascinación por el agua. No es raro ver a un gato de Anatolia jugando con el agua del grifo o metiéndose en la ducha con su titular, una característica poco habitual en la mayoría de los gatos.

Debido a su rareza y escasez fuera de Turquía, se recomienda contactar con la citada Federación Mundial Felina (WCF) para ampliar información, o acudir directamente a Dünya Kedi Konfederasyonu, la asociación felina miembro de WCF en Estambul.

Desde Animaleros recordamos que la introducción de un gato en el hogar debe ser una decisión meditada, así como proponemos que se valore la adopción responsable, acudiendo a los centros de recogida de animales cedidos y abandonados, donde se podrá encontrar a un felino doméstico que sea compatible con nuestro estilo de vida.

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