Los artistas cofrades andaluces se plantan ante la competencia de los bordados asiáticos

Los artistas cofrades andaluces se plantan ante la competencia de los bordados asiáticos

El arte cofrade, que tiene una historia de seis siglos, vive ahora una nueva "edad dorada" gracias a la profesionalización del sector, a la excelencia de su producción y al aumento exponencial de encargos no solo para el resto de España sino de otros países del mundo, especialmente de Latinoamérica.

Hace poco más de dos meses, los Reyes de España entregaban precisamente en Sevilla una de las Medallas de Bellas Artes que otorga el Ministerio de Cultura a la Asociación Gremial de Arte Sacro de esta provincia como reconocimiento nacional a la labor que está realizando este colectivo para resurgir este sector tan importante para mantener una tradición que se remonta al siglo XV.

Sin embargo, este trabajo —"realizado por artistas, que no es lo mismo que artesanos", según insistieron tras recoger el premio— se ve amenazado por primera vez en su historia por la globalización. Y es que en Asia ya no solo se fabrican las zapatillas deportivas o los teléfonos móviles que luego venden las empresas norteamericanas. Ahora empiezan a llegar a España las primeras piezas de "arte cofrade" fabricadas en Pakistán o Bangladés, algunas de ellas de mucha relevancia.

Los Reyes entregan el Premio de las Bellas Artes a la Asociación gremial de Arte Sacro de Sevilla. (EP)Los Reyes entregan el Premio de las Bellas Artes a la Asociación gremial de Arte Sacro de Sevilla. (EP) Los Reyes entregan el Premio de las Bellas Artes a la Asociación gremial de Arte Sacro de Sevilla. (EP)

A principios de año se conocía que la Virgen de los Ángeles, titular mariana de la Hermandad del Soberano Poder de Morón de la Frontera (Sevilla) estrenaba un nuevo manto con bordados de oro sobre terciopelo azul que ha sido donado por un grupo de hermanos. La polémica saltaba al conocerse que había sido encargado a un taller de Bangladés.

No es el único caso llamativo. El pasado año fueron los propios responsables de una cofradía de Jerez de la Frontera (Cádiz), la Hermandad de la Clemencia, los que decidieron realizar un nuevo manto para su Virgen de la Salud y Esperanza. La obra fue encargada al joven diseñador sevillano Carmelo Argumedo. Sin embargo, para su fabricación contrataron los servicios de talleres Escodo Embroidery, firma de Pakistán.

Hace tiempo que el sector de arte cofrade había detectado que cada vez se estaban encargando más cosas a países asiáticos, desde túnicas y capas de nazareno a pequeños bordados para Vírgenes, Cristos y pasos. Pero ahora se trata ya de obras de gran presencia pública como esos mantos y no se descartan otras como pasos (bambalinas, faldones, etc.).

Una obra mayor de estas características requiere mucho tiempo y un buen presupuesto que no siempre tienen las cofradías más modestas. La ejecución de un manto de una Virgen para el paso de palio puede tardar en ejecutarse entre dos y tres años desde que se encarga el diseño y lo aprueba la hermandad hasta su creación y entrega.

Sin embargo, en países extracomunitarios la producción puede llegar a realizarse en apenas seis meses. En cuanto al coste, el presupuesto en talleres asiáticos puede llegar a ser una décima parte de los españoles. Una pieza de 10.000 euros puede llegar a venderse allí por apenas 1.000, según reconocen el sector.

La cara B de este arte sacro low cost es la pérdida de calidad de los productos que recorren las calles andaluzas en Semana Santa y el daño al propio sector.

Ante ello, las asociaciones de arte sacro de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Málaga se han unido para firmar esta semana un comunicado contundente para denunciarla "competencia desleal de talleres extracomunitarios que plagian diseños, incumplen normativas y afectan al patrimonio cultural de Andalucía".

José Luis Losa

Estas organizaciones recuerdan el "valor identitario de sus piezas, derivado del que posee la Semana Santa sevillana y andaluza, expresión de una cultura y una religiosidad concreta vinculada visualmente a los enseres que realizamos". "De la misma manera que nuestros Pasos o imágenes son llevados por costaleros o cargadores y no se plantea a priori una forma extravagante ajena a ello, porque forma parte de nuestra identidad", explican.

Los artistas andaluces denuncian abiertamente que "desde hace ya algunos años, y sobre todo a través de las redes sociales, todos nuestros artistas, artesanos, y muchas Hermandades sufren un auténtico bombardeo incesante y sin límite de mensajes y publicidades de supuestas empresas que se comprometen a realizar piezas cofradieras, en particular bordados en oro al estilo sevillano, además de cordonerías, hilaturas y galonerías para este tipo de clientela".

Además, aseguran que esos talleres extracomunitarios "usan para publicitarse en redes sociales fotografías de piezas que hemos realizado nosotros". También alertan de que "la producción de las piezas en esos sitios está exenta de cualquier normativa, legislación de todo tipo —incluida la laboral en todas sus acepciones— o tributación tanto en sus países de origen como en el nuestro".

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EP)El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EP) El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EP)

Junto a ello, advierten a las hermandades que "técnicamente, no tienen —ni de lejos— la calidad ni los valores plásticos y artísticos de las piezas realizadas en nuestros talleres, siendo enseres que no resistirán el paso del tiempo ni tendrán la ergonomía necesaria para el uso, manipulación frecuente y colocación de una prenda de esta naturaleza, que necesita unos estándares de elaboración para ello". "Se trata, además, de enseres que no tienen opciones de arreglo, reparación o pasado, estando realizados en hilos de plástico de aspecto metálico con poca variedad y escaso valor artesanal", explican.

Otra de las denuncias que hacen es que "plagian además, dibujos y creaciones de nuestros artistas o diseñadores, o de prendas ya existentes según hemos anotado".

El comunicado no solo pide amparo a las administraciones públicas españolas ante la situación, sino que se dirige también a las propias hermandades, a las que recuerda que "el hecho de la existencia de Cofradías humildes —que siempre han existido— y con escasos recursos no justifica a nuestro entender este tipo de encargos, pues se pueden realizar piezas de valor artístico que revistan con unción las Imágenes con otras variantes de técnicas y procedimientos, como es el bordado de aplicación, al que han recurrido bastantes cofradías modestas con resultados excelentes y conocidos por todos, con numerosos ejemplos en el acervo del patrimonio cofradiero actual y sacro en general".

Espacio expositivo para el Arte Sacro de Sevilla. (Joaquín Corchero/Europa Press)Espacio expositivo para el Arte Sacro de Sevilla. (Joaquín Corchero/Europa Press) Espacio expositivo para el Arte Sacro de Sevilla. (Joaquín Corchero/Europa Press)

Además, estas asociaciones aseguran que "el problema de enseres cofradieros o procesionales de muy escasa calidad, procedimientos o técnicas inadecuadas realizadas en talleres que están fuera de la tradición y conocimientos acuñados durante siglos no se limita al campo del bordado ni son exclusivamente de ámbito internacional, sino que también afecta a otras disciplinas como la talla en madera, el dorado, o la orfebrería".

Los artistas subrayan que "estas piezas heterodoxas y semi-industriales se presentan y venden como supuestos avances fruto del progreso de la técnica y la informática, siendo entonces víctimas fáciles los cofrades y personas que, con cierto grado de esnobismo, ignoran que estos enseres son piezas artísticas, de valor suntuario y un mérito que reside precisamente en el proceso de creación y elaboración artesanal que llevan consigo".

Este manifiesto de las asociaciones de artes sacro ha sido toda una declaración de intenciones de la ardua batalla en la que entran para evitar la industrialización y externacionalización de una tradición de siglos como esta. Intentan evitar algo que sí ha ocurrido con otros fenómenos religiosos tradicionales como los portales de Belén, que durante años realizaban con esmero los artistas andaluces y que hoy en día está industrializado y copado por los belenes vendidos en bazares asiáticos.

La polémica no ha tardado en trasladarse a las redes sociales, donde se han producido reacciones de todo tipo, aunque la mayor parte favorables a los artesanos andaluces y criticando a las hermandades que contratan enseres en Asia.

Francisco Carrera Iglsias, 'Paquli', presidente de la Asociación. (Cedida)Francisco Carrera Iglsias, 'Paquli', presidente de la Asociación. (Cedida) Francisco Carrera Iglsias, 'Paquli', presidente de la Asociación. (Cedida)

Al margen de esta amenaza, el sector sigue luchando por su conocimiento y reconocimiento, aunque uno de sus principales problemas es precisamente, la ausencia de datos sobre su dimensión real.

La Asociación gremial de Arte Sacro de Sevilla ha encargado la elaboración de un profundo estudio que sirva para evaluar su impacto económico y en el empleo de la provincia, considerada como la referencia mundial del sector. Solo en Sevilla se estiman unos 300 talleres en los que trabajan más de 1.000 personas.

También sigue luchando por una formación reglada que dignifique el oficio y ampare a los muchos aprendices de estos talleres, así como por la declaración de Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía, tal y como le ha solicitado el propio Parlamento Autonómico.



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