Lo ligero cobra peso: España (y otros países) a la caza de blindados más pequeños y funcionales

Lo ligero cobra peso: España (y otros países) a la caza de blindados más pequeños y funcionales

Durante los últimos años hemos asistido a una clara tendencia en el diseño de blindados. Una progresión en la que cada nuevo modelo superaba en tamaño y peso al anterior. Lo hemos visto con los carros de combate, los vehículos de combate de infantería y, sin duda, con los blindados de ruedas. Todos se estaban acercando muy peligrosamente a unos umbrales de peso y dimensiones preocupantes. Algunos absurdos. Pero la guerra vuelve a dar lecciones en tiempo real y las fuerzas armadas del mundo están tomando nota. Ahora, la idea de vehículos más ligeros y funcionales vuelve a estar alto en la lista de la compra.

La primera vez que pudimos ver el nuevo blindado Dragón, el polémico 8x8 español, quedamos asombrados por su tamaño. Era enorme. Ha sido criticado sin piedad no solo por sus dimensiones, sino por ser tan complejo, caro y las constantes demoras en su entrega. En realidad, estaba en línea con lo que se estaba haciendo en otros países en ese momento. Los blindados, en general, no paraban de crecer. Los carros de combate ya alcanzan las 70 toneladas, un límite difícil de superar, mientras que los de ruedas rondan las 40 toneladas, lo que deja unas presiones específicas en cada rueda más preocupantes, si cabe, que la de los propios tanques.

Blindado Dragón 8x8. (Juanjo Fernández)Blindado Dragón 8x8. (Juanjo Fernández) Blindado Dragón 8x8. (Juanjo Fernández)

Cómo hemos llegado hasta aquí es fácil de explicar. Cada vez se le exige al blindado más cosas, sobre todo protección. Las amenazas -como proyectiles perforantes, minas, misiles e incluso drones- son cada vez más letales y baratas. Por ejemplo, calibres relativamente pequeños, como son los de 30 mm, ahora con municiones evolucionadas, tienen un gran poder destructivo. Frente a esta evolución, la protección fundamental del vehículo sigue siendo la defensa pasiva, es decir, el blindaje.

Las defensas pasivas han evolucionado mucho, pero siguen teniendo una característica que, de momento, no se ha podido soslayar: su peso. Hay otras defensas, como las activas contra misiles; o la forma, blindaje y elevación de la parte inferior del casco contra las minas. Pero todo eso añade peso, ocupa espacio y hace el vehículo más alto y menos maniobrable. La ecuación tiene su lógica: cuanto más se quiere proteger a la tripulación, más peso y tamaño hay que añadir.

Blindados españoles en Líbano. De izq. a der., Lince, VEC y BMR. (Juanjo Fernández)Blindados españoles en Líbano. De izq. a der., Lince, VEC y BMR. (Juanjo Fernández) Blindados españoles en Líbano. De izq. a der., Lince, VEC y BMR. (Juanjo Fernández)

Hay multitud de ejemplos que van más allá del Dragón. El Piraña V, cuya barcaza es muy similar al modelo español, es de casi idénticas dimensiones y también se va más allá de las 30 toneladas. El VCBI francés también pasa de las 32 toneladas, como el enorme Super AV italiano o su versión ACV norteamericana, rondando las 35 toneladas (un modelo, por cierto, que es el que va a adoptar la Infantería de Marina española). Y, cómo no, el sofisticado, versátil y caro Boxer alemán, algunas de cuyas versiones ya alcanzan las 40 toneladas.

Cuando lo mejor es enemigo de lo bueno

Están claras las ventajas de este gigantismo, que permite transportar más personal y equipo, más protegido. Pero también tiene sus desventajas. El tamaño grande dificulta el movimiento en terrenos blandos y también en zonas urbanas con vías angostas o poblaciones pequeñas. No será la primera vez que alguno se queda atascado al girar una esquina entre dos calles estrechas. También un tamaño grande es citado a veces como una desventaja en el combate, al ser el vehículo difícil de ocultar en el campo de batalla.

Esto, sin embargo, es algo relativo. En el campo de batalla del futuro –ya muy presente– la ocultación es cada vez más difícil. A los medios de reconocimiento e inteligencia ya existentes se les está uniendo una nueva generación de sensores de todo tipo que nos acercan al llamado campo de batalla transparente. Con esta premisa, los diseños ultraprotegidos como el Dragón tienen sentido. Pero tampoco es garantía de supervivencia (nada lo es), dadas las capacidades crecientes de las armas contracarro. A día de hoy, la ocultación sigue siendo crítica y una de las mejores garantías de supervivencia.

Piraña V danés. (Thomas Dahlstrøm Nielsen)Piraña V danés. (Thomas Dahlstrøm Nielsen) Piraña V danés. (Thomas Dahlstrøm Nielsen)

El tamaño y el peso también complican la capacidad de despliegue rápido de estas unidades, al necesitar un gran avión de transporte. De hecho, uno de los puntos más criticados del Dragón español es que no es posible llevarlo a bordo de un A400M. El tamaño es demasiado justo y el peso excede los límites de la rampa de carga. Tampoco facilita el transporte naval. Las cubiertas de los buques aguantan muchísimo peso siempre que se encuentre repartido; pero puede ser peligroso si se concentra en algunos puntos. Por eso es importante la presión sobre el suelo; es decir, el peso en relación a la superficie de contacto.

Por ejemplo, un carro de combate Leopardo no representa ningún problema a pesar de sus 64 toneladas, pues ese peso repartido entre la superficie de sus cadenas no genera grandes esfuerzos puntuales. Un Vamtac ST-5, con 8,5 toneladas, apoya tan solo en cuatro ruedas y se da la paradoja de que su peso por unidad de superficie es mayor que el del Leopardo. Imaginemos este mismo efecto en un blindado de 8 ruedas, pero de 30 o 40 toneladas.

Equilibrios y encrucijadas

Quizás la clave esté en un equilibrio entre tamaño, protección y agilidad. Por eso, el Ejército de Tierra busca ahora nuevos modelos que cubran el hueco para aquellos cometidos donde el Dragón queda grande, en todos los sentidos. El problema surge en las denominadas brigadas medias y se agudiza en las ligeras. Las primeras, como la brigada Galicia VII, irían dotadas con Dragón para la infantería, pero quizás haría falta un vehículo táctico de apoyo de ruedas con una mínima protección, algo más grande que un Vamtac.

Blindado Mowag Eagle V 6x6 (GDELS)Blindado Mowag Eagle V 6x6 (GDELS) Blindado Mowag Eagle V 6x6 (GDELS)

En las brigadas ligeras más acuciante hacerse con un nuevo blindado. Descartado el Dragón 8x8 por tamaño, peso y capacidades, y jubilado el BMR, no se puede basar su movilidad solo en Vamtac. Este modelo ligero de la gallega Urovesa es muy fiable, pero tiene sus lógicos límites para llevar personal. Aquí se está estudiando un blindado de ruedas. Y la idea no tiene por qué ser un diseño tipo BMR, sino un desarrollo de dos o tres ejes, tal vez más orientado al estilo del Mowag Eagle V o del Griffon francés, muy funcional, con buen nivel de protección y, en el caso del Eagle, con posibilidad de fabricación nacional, pues no deja de ser un producto de GDELS/Santa Bárbara.

La solución para la infantería no es mala, pero genera un serio problema en la caballería. Ahora mismo hay dos tipos de caballería: pesada y ligera. Los grupos (equivalente a batallón) de las brigadas acorazadas y los de Ceuta y Melilla, que se caracterizan por utilizar carros de combate, serían la caballería pesada. Una de las posibilidades, nada descabellada, es que solo Ceuta y Melilla se queden con carros Leopardo.

Juanjo Fernández

La caballería del resto de brigadas, los grupos ligero-acorazados, hoy tienen el Centauro y el VEC, dos vehículos que, como concepto, se complementan bien. El primero aporta la potencia de fuego con su arma de 105 mm y el segundo una gran agilidad y cadencia de tiro con su cañón Bushmaster de 25 mm. Pero ambos sistemas necesitan una modernización urgente, a corto plazo el Centauro y de inmediato el VEC.

Para el Centauro la solución es sencilla. Un Centauro II, con arma de 120 mm, más potente y capaz. Pero reemplazar al VEC es más complicado. La dificultad comienza con el 8x8. Ha salido tan pesado que, pese a que estaba previsto desde el inicio, ya no es posible montarle una torre tripulada –exigencia de caballería– pues se va de peso con su elevado nivel de protección actual. Y aunque se pudiera, tampoco es una solución ideal, pues este es uno de esos casos en el que el tamaño juega en contra.

Blindado anfibio estadounidense ACV. (USMC)Blindado anfibio estadounidense ACV. (USMC) Blindado anfibio estadounidense ACV. (USMC)

Una posible alternativa sería dotar a los escuadrones de caballería con Centauro y Vamtac. Pero el segundo no puede montar un arma de calibre medio y tampoco puede llevar mucho personal. Con esta solución se consolida el papel de la caballería en su función de exploración, pero tal vez se desvirtúa en la de combate.

¿Qué otras opciones hay? El Mowag Eagle nos da la pista. Este vehículo dispone de una versión, el Eagle V 6x6, de tres ejes, con menos de 8 toneladas, capaz de prepararse con buen nivel de protección y con posibilidad de transportar ocho soldados. No es lo que la caballería querría; pero los jinetes tendrán que decidir qué prefieren, algo tipo el VEC actual (o el 8x8) con torre tripulada, pero inferior nivel de protección, o un nuevo concepto más funcional en la línea del 6x6.

Blindado francés VBCI (Selvejp)Blindado francés VBCI (Selvejp) Blindado francés VBCI (Selvejp)

¿Qué hacen otros países?

Estos dilemas no son exclusivos de España. Otros países como Francia, Alemania o Suiza buscan nuevos blindados más ligeros, aunque cada uno a su estilo. Francia se ha decantado por los diseños de la familia de tres ejes Griffon para infantería y Jaguar para caballería. Los galos han configurado sus escuadrones de caballería muy ligeros a base de Jaguar, que pesa tan solo 25 toneladas y va armado con un cañón CTAS de 40 mm; y blindados ligeros de cuatro ruedas VBL. Una clara configuración hacia la exploración y reconocimiento, en detrimento de la capacidad de combate.

Blindado francés de infantería Griffon (Bertrand de Lamotte)Blindado francés de infantería Griffon (Bertrand de Lamotte) Blindado francés de infantería Griffon (Bertrand de Lamotte)

Suiza ha adquirido 100 unidades del Mowag Eagle 6x6 en versión de reconocimiento, una variante muy versátil. Por su parte, Austria ha encargado 225 unidades del Pandur 6x6 evolucionado (Pandur EVO), un modelo también flexible y con unas dimensiones y peso muy contenidos, por debajo de las 20 toneladas, pero capaz de portar armas de calibre medio. Una opción que bien podría contemplarse en España, al menos para caballería, aunque es obvio que su nivel de protección es sensiblemente inferior al del 8x8 Dragón.

El polivalente y caro blindado alemán GTK Boxer (Boevaya)El polivalente y caro blindado alemán GTK Boxer (Boevaya) El polivalente y caro blindado alemán GTK Boxer (Boevaya)

Alemania fabrica el Boxer, quizás el mejor de los grandes blindados de ruedas, adquirido, entre otros, por Reino Unido, Australia y Países Bajos. Pero el Bundeswehr (ejército alemán) necesita otros modelos ligeros. Ahora está inmerso en el Programa Korsak, que ha elegido como modelo ligero de reconocimiento un 6x6 basado en el Piraña. Un derivado del Piraña V con un eje menos, que en España también podría contemplarse como reemplazo del VEC.

Independientemente de qué suceda con los enormes 8x8, las necesidades operativas modernas muestran que los blindados más ligeros, sencillos y baratos (ya sean 6x6 e incluso 8x8 más básicos) tienen recorrido. Una tendencia militar cada vez más extendida entre los aliados que el Ejército de Tierra debería analizar de cerca.



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