Cinco cosas que no debes perderte en Córcega: la isla francesa de playas vírgenes y ciudades históricas


         Cinco cosas que no debes perderte en Córcega: la isla francesa de playas vírgenes y ciudades históricas

Situada en el sureste de Francia y frente a la costa italiana, la Isla de la Belleza es un auténtico paraíso natural que hace honor a su nombre.

¿Planeas un viaje fuera de España y deseas disfrutar de tus vacaciones en un sitio distinto e inolvidable? Pues toma buena nota porque en Córcega quedarás fascinado por sus más de 1.000 kilómetros de costa, espacios naturales y localidades históricas. Descubrirás que la diversidad es la palabra que mejor define a esta joya del Mediterráneo donde nació Napoleón Bonaparte (e incluso según la leyenda, también Cristóbal Colón).

Ajaccio, la capital multicolor

Es la ciudad más grande de Córcega y por donde empezamos nuestra ruta. Con un aspecto típicamente mediterráneo, Ajaccio será la primera sorpresa del viaje. Entre los lugares que hay que visitar está la casa natal de Napoleón, la original catedral de Notre-Dame-de-l'Assomption de finales del siglo XVI y la ciudadela. En esta localidad marítima tampoco falta una fortaleza. Pero si nos tenemos que quedar con un rincón especial ese sería el barrio genovés, el más antiguo de la ciudad. Pasear por sus callejuelas repletas de viejos edificios con fachadas de colores se convertirá en uno de los mejores momentos del viaje. Y saca tiempo para hacer una parada en el mercado de Ajaccio. Se encuentra en la plaza Foch y será una estupenda ocasión para descubrir la gastronómica corsa y los productos locales, como embutidos o quesos regionales que podrás llevarte a casa.

Porto Vecchio y las playas paradisíacas de alrededor

Situada entre el mar y la montaña, esta ciudad fortificada del sur de Córcega fascinará a los amantes de la historia. Uno de los grandes planes es visitar las ruinas de la Edad del Bronce que se encuentran entre las colinas rocosas que bordean la ciudad (Araghju, Turri, Ceccia, Tappa, Bruschicia). Otro de los principales puntos de interés es la ciudadela, construida por los genoveses en 1539, sus estrechas callejuelas están repletas de tiendas, cafés y restaurantes. Y a las puertas de la ciudad encontrarás la Córcega más salvaje que podrás explorar realizando una ruta en bici por la montaña.

Los planes no paran aquí, porque a 20 minutos en coche se encuentra la playa de Palombaggia, de arena fina, aguas turquesas y rocas anaranjadas está considerada una de las más bellas de Europa. Y no es la única, a sólo 8 kilómetros al sur de Porto Vecchio, la playa de Santa Giulia es otro paraíso de aguas azul celeste y arena blanca que está delimitada por una exuberante naturaleza.

Los acantilados de Bonifacio

Construida sobre un promontorio a 70 metros de altura sobre el mar, esta pequeña ciudad medieval bien merece una parada. Con sus casas encaramadas al borde de acantilados de caliza blanca y calles empinadas, Bonifacio es para muchos la ciudad más bonita de todo Córcega. Está dividida en dos partes diferenciadas, la ciudad baja y la ciudad alta, y para conocerla bien prepárate para subir escaleras. Eso sí, la más vertiginosa de todas es la escalera del Rey de Aragón: 187 escalones tallados en la roca con unas vistas impresionantes sobre el mar.

Para acceder al centro de Bonifacio hay que traspasar la Puerta de Génova, que ha sido el único acceso al centro hasta el siglo XIX. Entre los principales lugares que debes visitar, está la iglesia Saint-Dominique, de estilo gótico, que se encuentra en la ciudadela, y la iglesia de Sainte-Marie-Majeure, del siglo XII, es el edificio más antiguo de Bonifacio.

En la parte baja de la ciudad destaca el puerto deportivo, con casas en color pastel rodeando un animado muelle repleto de cafés y restaurantes.

Descubriendo Porto

Situado en el Golfo de Oporto, este pequeño pueblo balneario merece un desvío para disfrutar de su idílico entorno entre mar y montaña. Pero sobre todo, porque es el punto de partida para realizar una excursión en barco a dos de las más bellas zonas costeras de Córcega que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: la Reserva Natural de Scandola (zona protegida ante el turismo de masas) y los Calanques de Piana, unos acantilados con paisajes impresionantes a 400 metros sobre el nivel del mar.

Calvi, la ciudad donde nació Colón

Dicen que aquí nació Cristóbal Colón, sea cierto o no, la ciudad cuenta con una rica historia al estar controlada por Génova durante seis siglos. Y al igual que sucede con otros pueblos de la isla, Calvi y su ciudadela fueron construidas en lo alto de una colina frente al mar, lo que convierte en este destino en un lugar de postal. Te encantará pasear por el casco antiguo y adentrarte en su ciudadela de calles adoquinadas, que fue construida en el siglo XIII y está delimitada por u... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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