La técnica de los expertos para que la tortilla de patata quede realmente jugosa


         La técnica de los expertos para que la tortilla de patata quede realmente jugosa

Es el colmo de la sencillez y nos gusta a todos. Los ingredientes están claros: huevos, patatas, aceite de oliva, sal y… cebolla, o no. El 86% de los españoles dice saber hacerla, pero además de firme debe quedar jugosa.

De tan sencilla es perfecta. Lleva uno de los pocos alimentos que gusta a propios y extraños, la patata, y la mejor salsa que existe, la yema de huevo. Así la tortilla de patata es una humilde y barata delicia. Y un emblema de la cocina de España.

Con o sin cebolla, ese es otro debate y "hoy no toca", es una de nuestras principales señas gastronómicas. De hecho, le dicen tortilla española, especialmente fuera del país. Es una delicia, el colmo de la sencillez, y nos gusta a todos.

La tortilla de patata es un básico del recetario español. Se hace en todas las comunidades y gusta a todos. Dicen las encuestas que preferimos que la tortilla esté poco hecha, que sea casera, grande, gruesa, con mucho huevo y la patata cortada en láminas finas.

Y lo tenemos claro: el 86% de los españoles dicen saber hacer una tortilla de patata (¿bien?). Los ingredientes están claros: huevos, patatas, aceite de oliva, sal y… cebolla, o no. Pero luego hay que tener mano, básicamente para que aquello quede firme y, aún más importante, jugoso. Y no siempre se consigue.

¿Qué hacen los maestros, los grandes cocineros, para que la tortilla de patata quede realmente jugosa? Tomemos nota.

Las proporciones

De entrada, las proporciones. ¿Cuánta patata y cuánto huevo? Uno de estos grandes chefs, Karlos Arguiñano, asegura que la medida perfecta es de 3 patatas (unos 300 gramos) por 6 huevos. Además, asegura, la patata no hay que cortarla en pedazos demasiado grandes para que se quede jugosa.

Un poco de leche

En esto de la jugosidad, el popular cocinero vasco se ayuda de un truco: echa un chorrito de leche a los huevos batidos. Sólo un chorrito. De ese modo, Arguiñano consigue una mayor cremosidad.

Sin espuma

La cerveza con espuma; los huevos para tortilla, no. La manera en que batimos los huevos es clave. No hay que batirlos con fuerza, porque para una tortilla de patata es mejor que no salga espuma. Por eso, los buenos hacedores de tortillas recomiendan batir los huevos con una cuchara.

Mejor con tapadera

Todo influye. También el modo en que freímos la patata. En ese momento conviene usar la tapadera. No sólo ahorramos tiempo y manchamos menos, sino que la patata quedará más blandita. Eso ayudará a que resulte jugosa.

A machacar...

De igual modo, es importante el momento en que mezclamos el huevo batido con la patata (y cebolla) ya frita. Se trata de, con un tenedor, machacar la mezcla. ¿Cuánto? Aquí entra el gusto de cada uno.

Pero sólo un poco

No se trata de que acabe siendo puré pero sí de que desaparezca la forma primera de esas patatas. Lo que pierdan irá haciendo una especie de crema con el huevo. Pero no debe quedar una pasta espesa. El huevo deberá cubrir las patatas en un dedo y medio.

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