Que las fiestas navideñas son el culmen de las cenas, comidas, vermús y encuentros infinitos entre amigos y familiares es algo conocido por todos. Los bares y restaurantes se convierten, durante un mes, en santuarios de fieles peregrinos de los licores y el cordero. Madrid, en concreto, se transforma en el epicentro de las reuniones y, a estas alturas, es casi imposible reservar mesa. Y así continuará siendo, ya que, a pesar del temor entre clientes y hosteleros por la huelga convocada por Comisiones Obreras para los días 25 y 31 de diciembre y 1,5 y 6 de enero, finalmente se ha diluido.
La patronal de hostelería de Madrid y el sindicato han llegado a un acuerdo para desconvocar el paro. Este se ha producido en una reunión in extremis celebrada este viernes e implica una subida salarial y una mejora en los contratos de los fijos discontinuos, el punto más polémico de la negociación. "Estas fechas suponen el 15% de la facturación anual", explicaba el director de Hostelería Madrid, Juan José Blardony, reconociendo el temor del sector a no disponer del personal suficiente para una de las épocas más importantes del año.
La locura por reservar mesa en Navidad en Madrid: "Llaman a las 5 de la mañana"
Lucía Franco
Los puntos clave del pacto
Pero ¿dónde radicaba entonces el conflicto? El acuerdo sobre la subida salarial se ha cerrado en un incremento del 15% en tres años. Pero no era el único reclamo de los empleados. Desde Comisiones Obreras querían mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en su conjunto: "No puede ser que 180.000 personas se sientan esclavizadas". Por ello buscaban una renovación justa del convenio colectivo, pasando por la regulación del fijo discontinuo a tiempo parcial.
Este era el foco del desacuerdo entre ambas partes. "Hemos conseguido un mínimo de trabajo al año que les garantice la ocupación del 60% sobre la jornada realizada el año anterior", explica a El Confidencial la portavoz del sindicato, Ángeles Balué. Además, el empleador deberá avisar con mínimo tres días de antelación al trabajador para eventos puntuales como bodas, bautizos o comuniones. Por último, se ha acordado un mínimo de cuatro horas de trabajo al día.
Con la aprobación de la reforma laboral y la limitación de los contratos temporales, el tema de los fijos discontinuos era una de las cuestiones más polémicas entre empleados y empresarios. Para firmar este tipo de contratos a tiempo parcial, había que recogerlo debidamente en el convenio, pero existían diferencias entre las exigencias de unos y otros. Desde la patronal aseguraban que estos requisitos sindicales eran imposibles. "Hay muchas empresas de catering, eventos o banquetes de boda que no tienen tanta actividad", añade Blardony.
No obstante, ambas partes reconocieron a este medio que la intención era llegar a un acuerdo lo antes posible. Las negociaciones venían de largo y los primeros acercamientos entre las partes empezaron hace casi un año. De las cuatro reuniones oficiales mantenidas con el Instituto Regional de Mediación y Arbitraje (Irma), ninguna terminó contentando del todo a los grupos sindicales. Con la Navidad encima, todo dependía de esta última reunión, que se ha saldado con éxito.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}