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Manifestación por la vivienda 5 de abril: horario, recorrido y última hora en Madrid y Barcelona
Miles de personas han recorrido este sábado las calles de Madrid en una movilización por el derecho a una vivienda digna y asequible. Convocada por el Sindicato de Inquilinas de Madrid y respaldada por numerosos colectivos sociales, la manifestación ha partido desde Atocha y ha avanzado por el Paseo del Prado, Cibeles y Gran Vía, hasta llegar a Plaza de España, donde estaba prevista la lectura de un manifiesto. La asistencia, según los organizadores, superó las 100.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno en Madrid la cifró en unas 15.000.
La jornada transcurrió sin incidentes ni cargas policiales, en un ambiente de protesta firme pero pacífica. La protesta en Madrid se enmarca dentro de una convocatoria estatal con movilizaciones en más de 40 ciudades, en las que miles de personas han salido a la calle para exigir políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda.
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Durante todo el recorrido se escucharon cánticos como “Madrid será la tumba del rentismo”, entonado por grupos jóvenes que encabezaban la marcha, así como “La vivienda no se vende, la vivienda se defiende”, “Ni casas sin gente, ni gente sin casas”, “Con nuestras casas no se especula” o “Vivienda universal, gratuita y segura”. También se repitieron consignas críticas hacia el presidente del Gobierno, como “Sánchez, dime qué se siente. Pensábamos que eras Superman, ahora desahucias familias. Nunca lo vamos a olvidar”.
El ambiente estuvo marcado por una fuerte presencia vecinal y asociativa. Se encontraban en la manifestación representantes de barrios como Tetuán, Vallecas y Villalba, así como colectivos de la sierra madrileña. Entre las organizaciones presentes se encontraban también miembros de la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca (PAH), personas afectadas por desahucios, y representantes de bloques en lucha contra la subida de los alquileres.
Carlos, abogado de 35 años y portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, explicó durante la protesta a El Confidencial las cinco demandas centrales del movimiento: “una bajada del 50% en el precio de los alquileres, la paralización de los desahucios a personas vulnerables, la ilegalización de las empresas de desokupación, la recuperación de los contratos indefinidos mientras el inquilino cumpla, y la regulación del mercado turístico”.
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A continuación Pablo, de 26 años, vecino de Villalba e integrante del sindicato, resumía el malestar general entre los asistentes: “Desde las instituciones no se ofrece ninguna solución. Por eso nos reunimos aquí. No sobran casas, sobran especuladores”. Entre la multitud también estaba Emilio, de 18 años, con un chaleco verde de la PAH. Acompañado por sus padres, que llevan tiempo participando en movilizaciones similares, explicaba: “Yo nunca he alquilado, pero vengo aquí porque mis padres llevan tiempo protestando por los precios de los alquileres”.
A lo largo del recorrido también se podían ver ladrillos simbólicos y pancartas que abordaban otras cuestiones relacionadas, como la recogida de firmas contra Espinosa de los Monteros tras sus recientes declaraciones en una universidad. Los organizadores denunciaron que con estas intervenciones públicas se sigue estigmatizando a quienes luchan por el derecho a la vivienda.
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La marcha coincidió en parte del trayecto con la manifestación médica convocada el mismo día para protestar contra el nuevo estatuto médico que ha presentado la ministra de Sanidad, Mónica García. Ambas protestas se cruzaron en el Paseo del Prado sin que se registraran tensiones. El paso conjunto de ambas columnas fue leído por algunos participantes como una señal de que distintas luchas sociales siguen activas y organizadas en la ciudad.
Cinco voces, cinco demandasAntes de alcanzar Plaza de España, un pequeño escenario instalado en una de las esquinas del recorrido sirvió de punto de encuentro para la lectura del manifiesto. En él intervinieron cinco personas en representación del movimiento, cada una centrada en una de las cinco demandas centrales: bajada del 50% en los precios del alquiler, paralización de los desahucios a personas vulnerables, ilegalización de las empresas de desokupación, recuperación de los contratos indefinidos mientras el inquilino cumpla, y regulación del mercado turístico.
El ambiente fue de atención y fuerza colectiva. Entre las proclamas lanzadas desde el escenario, se escucharon frases como “no vamos a permitir que criminalicen la ocupación” o “somos la fuerza del trabajo y necesitamos una vivienda gratuita y universal”. Las intervenciones buscaron no solo enumerar reivindicaciones, sino también encender el ánimo de quienes llenaban la plaza.
Una de las mujeres que tomó la palabra cargó especialmente contra la política de vivienda del Gobierno. Denunció el papel del plan Sharem, que según explicó ha supuesto 35 millones de euros “para rescatar a los fondos de inversión y a la banca”. El mensaje fue rotundo: “Estamos en contra del Sharem” —afirmó— mientras las y los manifestantes respondían al unísono: “Sharem es nuestra y las casas también”.
"20.000 euros de multa, 20.000 razones para seguir luchando"
El momento más emotivo de la tarde llegó con la intervención de Kevin, de 27 años, miembro de una asociación vecinal de lucha por la vivienda en Vallecas. Su testimonio, directo y sin titubeos, emocionó a buena parte de la plaza. “No más palos. No lo vamos a permitir. Comisión judicial, comisión criminal”, dijo, relatando la dureza con la que se enfrentaron a un desahucio.
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Kevin denunció que fueron multados con 20.000 euros por frenar un desalojo, y remató con una frase que se volvió consigna: “Nos pusieron 20.000 euros de multa por un desahucio y nos dieron 20.000 razones para seguir luchando”. Cerró con un mensaje que levantó una ovación: “No tenemos miedo. Si el Estado no actúa, actuamos nosotros”.
Manifestación también en BarcelonaUnas 12.000 personas, según la Guardia Urbana, y 100.000, según la organización, se han concentrado este sábado en una céntrica plaza de Barcelona para exigir de nuevo una bajada del 50% de los alquileres, como en la manifestación del pasado 23 de noviembre.
Bajo el lema 'Acabemos con el negocio de la vivienda', la manifestación ha sido convocada por entidades como el Sindicato de Inquilinas, la PAH, el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña y la Federación Sindical de la Vivienda de Cataluña.
En esta ocasión, también se han adherido colectivos de docentes y bomberos, afectados por la crisis de la vivienda de varios bloques, como el Bloc Papallona de Barcelona y huelguistas de inmuebles de La Caixa, así como chabolistas de Vallcarca, entre otros.
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