Interior releva al jefe de la frontera de Gibraltar por ordenar que se aplique Schengen

Interior releva al jefe de la frontera de Gibraltar por ordenar que se aplique Schengen

Es la historia de un caos anunciado desde hace semanas y que, probablemente, podía haberse generalizado de no ser por las decisiones apresuradas que tomó este viernes el Ministerio del Interior saltándose el Código de Fronteras Schengen. Para poder mantener los privilegios otorgados a los gibraltareños que entran y salen de España tuvo que relevar hoy viernes de su cargo al inspector jefe de la Policía Nacional en la frontera de Gibraltar, David Barrero, y sin asignarle un nuevo destino. Su segundo asumió el mando. Se trata, por tanto, de una sanción encubierta.

Este viernes a las 10.30 horas entró en vigor durante un rato en Gibraltar el Código de Fronteras Schengen que debería haberse aplicado tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. A las dos horas se suspendió su aplicación y los gibraltareños volvieron a poder cruzar la frontera con las mismas facilidades de siempre.

El inspector jefe de la Policía Nacional de la frontera de Gibraltar había remitido esta semana una orden escrita a sus subordinados para que apliquen hoy la normativa Schengen a los ciudadanos gibraltareños que hasta ahora estaban exentos. Podían entrar en España con su carnet de identidad de color rojo y sin límites en cuanto a la duración de su estancia.

Los demás ciudadanos de países terceros, incluidos los británicos no residentes en el Peñón, necesitan un pasaporte que debe ser sellado al entrar y al salir y cumplir además otros requisitos. A cambio de esta exención para los llanitos, Gibraltar agiliza la entrada de unos 15.000 trabajadores transfronterizos, dos tercios de ellos españoles.

El ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, advirtió el lunes, en declaraciones al diario Gibraltar Chronicle, de que “había dado instrucciones”. “Si ellos [los españoles] empiezan, nosotros también lo haremos en cuestión de una hora”, afirmó. Si Picardo pone trabas a la entrada de los transfronterizos se priva del grueso de su fuerza laboral.

El ministro principal viajó después a Madrid para entrevistarse, entre otros, con Unai Sordo, el secretario general de Comisiones Obreras. Intentó convencer a los sindicatos de que presionasen para que Schengen no entrase plenamente en vigor en Gibraltar. Su delegación trató también de contactar con el Partido Popular, pero no logró una cita. La vuelta a la normalidad en la frontera, tras dos horas de desorden, es una victoria política de Picardo, frente a los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores de España, que aceptan que el Brexit no rige en Gibraltar.

Al poco de empezar la Policía Nacional a requerir un pasaporte en vigor a los gibraltareños, la Royal Navy inició unas maniobras no anunciadas en las que participaron dos patrulleras y una embarcación semirrígida del Escuadrón de Gibraltar, según informó el diario Europa Sur de Algeciras que se pregunta si fueron mera casualidad.

La entrada en vigor de la orden policial provocó de inmediato un caos en la frontera con colas interminables de llanitos para cruzar a España donde, muchos de ellos, pretendían pasar el fin de semana en sus residencias de Sotogrande o hacer compras. La comisaria de policía de La Línea, María José Martínez, llamó enseguida al inspector jefe para ordenarle que dejase la frontera y se presentase en sus dependencias. Una vez allí, le pidió además que retirase la orden.

El inspector jefe se negó a cancelarla a menos que no recibiera una orden escrita de sus superiores jerárquicos, algo que acabaron haciendo al cabo de un rato. En ella le exigían que deje de requerir el pasaporte a los gibraltareños que se presentan en la frontera para entrar en España, es decir que se incumpla el Código Schengen. Poco después se le comunicó por correo electrónico su destitución como inspector jefe sin alegar ningún motivo ni asignarle destino.

Ignacio Cembrero

Una orden de estas características, que suspende la aplicación de Schengen, no puede, en la práctica, redactarse en una comisaria de una ciudad pequeña como La Línea. Ha debido de partir de la cúpula de Interior en Madrid, según fuentes conocedoras del funcionamiento de ese departamento ministerial, aunque la responsabilidad recae sobre simples funcionarios de policía. El ministro Fernando Grande-Marlaska es además diputado por la provincia de Cádiz.

El texto entregado al inspector jefe está redactado en términos algo ambiguos, pero de su atenta lectura queda, sin embargo, claro que hay que hacer una excepción con los británicos residentes en Gibraltar y permitir su entrada con un mero carnet de identidad, según fuentes conocedoras de su contenido.

La orden contradice, en buena medida, la declaración del comisario jefe de la Unidad Central de Fronteras, Julián Ávila, que la semana pasada compareció como testigo ante la jueza decana de La Línea, Alba Serrano Esteban. El policía afirmó en sede judicial que Schengen se cumple “totalmente” en la frontera de Gibraltar aunque después matizó que, cuando se producen aglomeraciones, hay “flexibilización”. Esa rebaja de los requisitos que mencionó el comisario debe comunicarse con días de antelación y es decisión del jefe del puesto fronterizo, pero en Gibraltar no se respetan esos requisitos.

Carlos Rocha. Sevilla

La ambigüedad del documento se debe a que la Policía Nacional intenta así evitar que pueda servir de prueba ante la jueza Serrano Esteban sobre la que recayó hace dos meses una denuncia del inspector jefe. La puso contra sus superiores jerárquicos por prevaricación y coacciones porque incumplen el Código Schengen que prevalece sobre la legislación nacional o los acuerdos bilaterales España-Reino Unido. El próximo lunes David Barrero volverá al juzgado de instrucción para ampliar su denuncia.

El inspector jefe lleva meses intentando obtener una orden escrita que justifique el incumplimiento del Código Schengen en Gibraltar, la única frontera de la Unión Europea con países terceros en la que no está plenamente en vigor. Sólo obtuvo órdenes verbales, también algo ambiguas, por lo que acabó acudiendo al juzgado.

Las negociaciones para alcanzar tras el Brexit un acuerdo sobre Gibraltar entre la Comisión Europea, España, Reino Unido y las autoridades del Peñón, se encuentran en un punto muerto. Empezaron en 2021 y la última ronda negociadora tuvo lugar en septiembre sin que se hayan producido avances.

El objetivo de Fabian Picardo es suprimir la Verja de separación con España, algo a lo que el Gobierno español estaría dispuesto siempre y cuando la Policía Nacional se despliegue en el puerto y aeropuerto de Gibraltar para controlar los accesos a la colonia. La delegación británico-gibraltareña se niega a ello.



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