
Aunque califica la decisión de "personal e independiente", admite "discrepancias" con la dirección nacional.
El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León y hasta ahora líder de Vox en esta comunidad, Juan García-Gallardo, ha presentado este lunes su dimisión de todas sus responsabilidades en el partido y deja la política por "discrepancias" con la dirección nacional de Santiago Abascal.
Según ha anunciado en una carta hecha pública en su cuenta de X, García-Gallardo se mantendrá como "afiliado raso" de la formación tras tomar una decisión que ha calificado de "personal e independiente". No obstante, ha admitido la existencia de "discrepancias con la dirección".
"Vuelvo a mi condición de afiliado raso de Vox y retomando mi actividad profesional privada como abogado. Mis discrepancias con la dirección del partido no tienen que ver con la forma de selección de los candidatos ni con la participación en uno u otro grupo político europeo, la decisión que termino de tomar hoy es personal e independiente", ha señalado.
Acto seguido, García-Gallardo ha defendido que su decisión es independiente de la adoptada "por quienes han desafiado públicamente a la dirección del partido con exhibiciones de rebelión en Salamanca o constituyendo plataformas de afiliados para cuestionar decisiones relevantes de la dirección en política internacional", en referencia a los procuradores Ana Rosa Hernando de Burgos y Javier Teira.
Sobre el futuro electoral del partido, ha deslizado que la "necesidad urgente de un cambio en la política española" no debe "llevar a buscar atajos ni a aceptar conductas" que no comparten, sin detallar en su escrito a qué se refiere.
Recuerda el exvicepresidente de la Junta que entró en política "con grandes dosis de ilusión y entusiasmo", en un "proyecto unido, pero ancho, en el que existían y cabían pluralidad de liderazgos y carismas", pero remarca que eso "ha cambiado", con una dirección nacional del partido "ocupando cada vez más espacios en detrimento de los demás".
Aunque no cree que ese proceder sea "necesariamente malo por sí mismo" y asume que la "ley de hierro de la oligarquía definida por Dalmacio Negro es inevitable en cualquier organización", no puede conformarse respecto a la "exigencia de una conducta ética" a la dirigencia de Vox.
"Fui educado para no caer en fanatismos ni idolatrías", ha subrayado García-Gallardo, quien ha asegurado que ha pretendido resolver los conflictos internos de forma "pacífica y discreta".
García-Gallardo ha asegurado que en estos tres años dentro de Vox ha sido "leal al presidente [Santiago Abascal] y a su equipo más próximo", aunque ha añadido que mantiene toda su lealtad mientras haya "reciprocidad".
Mañueco no tiene previsto adelantar las elecciones
Entretanto, el presidente de la Junta de Castilla y León y del PP-CyL, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado la dimisión de García-Gallardo "en nada influye" respecto a la posibilidad de que pueda haber un adelanto electoral autonómico.
En declaraciones a los periodistas antes de participar en Madrid en la Junta Directiva Nacional del PP, Mañueco ha defendido que le gusta ser "respetuoso" con las fuerzas políticas, incluso cuando "pasan por crisis tan graves" como las que, en su opinión, atraviesan actualmente el PSOE y Vox en Castilla y León con la respectiva salida de Luis Tudanca y Juan García-Gallardo de los liderazgos de ambos partidos.
"Quiero ser absolutamente respetuoso y en nada influye esta situación para la convocatoria de elecciones, desde el Gobierno de Castilla y León transmitimos estabilidad", ha resumido Mañueco.
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