Abascal y la derecha trumpista se lanzan a la “reconquista” de Europa: “El gran arancel es el pacto verde”

Abascal y la derecha trumpista se lanzan a la “reconquista” de Europa: “El gran arancel es el pacto verde”

Santiago Abascal y sus socios de la derecha trumpista en Patriots anunciaron este sábado, durante la cumbre celebrada en Madrid, una nueva "reconquista" de Europa frente a las élites globalistas que representan la UE y las instituciones supranacionales. Todos los dirigentes, con un tono muy beligerante, reivindicaron la victoria de Donald Trump como un punto de inflexión y avalaron su agenda de futuro pese a la amenaza arancelaria. "El gran arancel es el pacto verde", dijo el líder de Vox, que ejerció como anfitrión en calidad de presidente del grupo.

El lema trumpista del encuentro, "Hacer Europa grande otra vez", daba una pista de cuál sería el fondo de cada discurso. La idea de una nueva "reconquista" vertebró las intervenciones de todos los líderes de la ultraderecha continental, sin excepción, hasta el cierre de Abascal.

El líder de Vox y sus aliados hicieron un alegato por la defensa de la "soberanía" y cargaron con dureza contra las políticas e injerencias de la Unión Europea en inmigración, energía o el llamado "fanatismo climático". "Sánchez con Maduro y con Hamás. Feijóo con Von der Leyen. Y nosotros con vosotros y con el futuro del mundo", declaró Abascal, ante un auditorio entregado a la causa.

La intervención del presidente de Patriots giró en torno a la "nueva era" que se avecina en todo el planeta, representada por Trump y compartida por la nueva derecha dura europea, que ya es la tercera fuerza en Estrasburgo. "Fuimos el muro de Europa ante el avance del islamismo y estamos dispuestos a volver a hacerlo", añadió Abascal sobre esa supuesta reconquista, con una crítica constante a la censura de Bruselas y las "élites globalistas". "Nos quieren callados y arruinados. Sometidos y vulnerables", insistió, tras denunciar que nunca se había vivido una situación igual.

Itziar Reyero

El encuentro, celebrado en el hotel Marriott Auditorium de Madrid, es la primera cumbre internacional de Patriots, con 86 diputados en el Parlamento Europeo. La capital, no obstante, ya acogió en enero de 2022 una reunión similar que fue el embrión del grupo parlamentario constituido tras las elecciones comunitarias del pasado mes de junio. Entonces el tema central era el inminente estallido de la guerra de Ucrania y ahora es el futuro de la UE y su relación con Donald Trump.

Entre los intervinientes de este sábado figuran los principales socios de Vox y líderes de la ultraderecha europea, como Viktor Orbán, Marine Le Pen, Matteo Salvini o Geert Wilders. También otros dirigentes del grupo, menos conocidos y mediáticos, como Martín Helme (Estonia), Afroditi Latinopoulou (Grecia), Petr Macinka (República Checa), Krzysztof Bosak (Polonia), André Ventura (Portugal) y Andrej Babis (Chequia). De forma telemática hicieron lo propio Javier Milei, con un breve mensaje, y la opositora al chavismo María Corina Machado.

Trump como faro

Donald Trump fue el gran protagonista ausente. Todos los dirigentes de la ultraderecha europea hicieron alusiones a su victoria y reivindicaron su figura como una suerte de faro ideológico para todo lo que está por venir. Un ejemplo frente a la "cultura woke" y lo "progre".

Abascal incluso ironizó con la amenaza arancelaria que el propio presidente de Estados Unidos avanzó para España y aseguró que el verdadero mal que arruina a los productores españoles es la UE y su agenda verde. Nunca el dirigente republicano, que esta vez ni siquiera mandó un vídeo para sus aliados. "Uno de los motivos para celebrar la victoria de Trump es que una parte del flujo de dinero para destruir nuestra soberanía y nuestra libertad ha llegado a su fin", destacó, en referencia a la financiación de lobbies, medios de comunicación u organizaciones no gubernamentales.

Viktor Orbán, uno de los más aclamados en la cumbre, criticó que Bruselas financie a Ucrania tras la invasión de Vladímir Putin

Orbán, Le Pen y Salvini fueron los líderes más aclamados por los cerca de 2.000 asistentes, pese a los evidentes problemas por el idioma. El presidente húngaro, que fue el único que utilizó un traductor, centró su discurso en ensalzar las políticas desarrolladas en su país y se explayó a gusto contra Bruselas por diferentes cuestiones.

La primera, la permisividad en las fronteras, pero también por financiar a Ucrania tras la invasión de Vladímir Putin, de quien es el mayor aliado en Europa. "Por culpa de Bruselas se destina el dinero a Ucrania en una guerra que no tiene esperanzas. Por culpa de Bruselas, Europa está invadida por inmigrantes ilegales. Por culpa de Bruselas, Europa está arruinada", aseveró Orbán, que presumió de confrontar con la UE o los demócratas de Estados Unidos. "Nos odian".

Salvini, que no hace tanto defendía a Putin y al independentismo catalán, presumió de haber sido absuelto en el caso del Open Arms y anunció un seguidismo a la política internacional de Trump, rompiendo con las instituciones supranacionales. "Se acabó financiar organismos", declaró en referencia a la OMS o la Corte Penal Internacional, tras lanzar un guiño al público español. "Bye bye, Sánchez", añadió el vicepresidente de Italia con Giorgia Meloni. Le Pen, también seguidora de Putin, criticó las políticas "fracasadas" de Bruselas e insistió en la nueva era trumpista: "Es el momento de expresar libremente nuestra opinión".



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