La pequeña Capadocia riojana que te lleva por un laberinto subterráneo de casi un kilómetro y es un viaje a la Edad MediaEl gran problema de este pueblo de La Rioja que denuncia un chef con dos estrellas Michelin: "Pasa de ser una anécdota a ser un problema"
La gastronomía riojana tiene en sus fogones algunos de los mejores asadores del país, lugares donde el producto es el protagonista y donde el fuego es un arte. Entre viñedos y casonas señoriales, en una villa con un aire renacentista que ha sabido preservar su esencia, se encuentra un restaurante que se ha convertido en referencia para los amantes del buen comer. Un rincón que, sin estar en la costa, ha conseguido que su rodaballo a la parrilla rivalice con el de los mejores asadores vascos.
El Restaurante Alameda, ubicado en Fuenmayor, es uno de esos secretos bien guardados de La Rioja. A poco más de diez kilómetros de Logroño, este asador ha conquistado a bodegueros, enólogos y comensales exigentes con su propuesta basada en el respeto absoluto al producto. Su especialidad, el rodaballo, se cocina con maestría sobre brasas de encina, logrando un equilibrio perfecto entre jugosidad y textura. Un plato que se deshace en la boca y que ha elevado a este restaurante a la categoría de imprescindible.
Detrás de este éxito se encuentra el matrimonio formado por Tomás Fernández y Esther Álvarez, un tándem perfecto entre parrilla y cocina tradicional. Mientras Tomás domina el fuego y la brasa con precisión milimétrica, Esther trabaja con la huerta riojana, dando protagonismo a productos como la borraja, el cardo o las alcachofas. Juntos han creado un espacio donde el respeto por la materia prima es absoluto y donde cada plato refleja la esencia de la cocina riojana más auténtica.
Tradición, brasa y buen vino
Además del rodaballo, la carta del Alameda brilla con opciones como la chuleta de vaca, de un punto impecable y sin excesos en maduración, o sus croquetas de bechamel cremosa, pequeñas, pero llenas de sabor. Y para quienes buscan una experiencia completa, la selección de vinos es otro de los puntos fuertes del restaurante. Con una bodega dominada por referencias de la DOCa Rioja, su sumiller, Víctor Henrique, ofrece un maridaje que recorre desde los tintos clásicos hasta etiquetas más innovadoras, sin olvidar incursiones en otros vinos nacionales e internacionales.
Desde su apertura en 1988, el Restaurante Alameda se ha consolidado como un referente gastronómico, logrando el reconocimiento de la Guía Repsol con dos soles y el aplauso de quienes buscan la esencia de la parrilla bien hecha. En un entorno donde la tradición vinícola marca el ritmo, este asador ha sabido encontrar su sitio, convirtiéndose en una parada obligatoria para quienes visitan La Rioja y desean disfrutar de una cocina sincera, sin artificios y con el fuego como hilo conductor.
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