24 horas en Huesca, la ciudad eclipsada por sus estaciones de esquí y sus pintorescos pueblos


         24 horas en Huesca, la ciudad eclipsada por sus estaciones de esquí y sus pintorescos pueblos

Tranquila, pequeña y acogedora, así es la capital oscense, una ciudad que alberga un importante patrimonio medieval y que merece que le dediquemos una escapada.

Tal y como se está poniendo el turismo, la última tendencia es ir a los lugares donde no va (casi) nadie. Y sí, en España también tenemos nuestra lista de grandes olvidados. Normalmente los motivos son variados, pero en el caso de Huesca lo tenemos claro: tener algunos de los pueblos más bellos de España, como Alquezar y Ainsa, y los mejores centros de esquí, entre los que se encuentran Formigal y Celer, es la razón de que injustamente muchos viajeros pasen de largo cuando vienen a esta provincia. Así que nuestro propósito es demostrarte todo lo que te estás perdiendo en la capital del Alto Aragón y ponerle remedio con una escapada exprés.

Huesca y su patrimonio medieval

Más allá de los Pirineos y las idílicas estampas rurales de la provincia, la ciudad de Huesca (la antigua Wasqa musulmana) despliega todos sus atractivos en su tranquilo casco histórico, con muchos lugares de interés que te animamos a recorrer con calma disfrutando de cada detalle.

Empezando por la Catedral de Santa María, el principal edificio y el más reconocible de la ciudad que destaca por su preciosa fachada. De estilo gótico, fue construida entre los siglos XIII y XIV por orden de Jaime el Conquistador. En el interior del templo, el tesoro más valioso es un retablo renacentista del escultor Damián Formet que está considerado una obra maestra.

El Monasterio de San Pedro el Viejo

Pero la Catedral no es el único tesoro medieval del que puede presumir Huesca. El Monasterio de San Pedro el Viejo, construido en el siglo XII en estilo románico (sobre un templo visigodo) es una de las iglesias más antiguas de España. Es famosa también por albergar los sepulcros de los reyes Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje.

Antigua ciudad fortificada

La Muralla de Huesca es otro de sus atractivos. Fortificada en la época romana y ampliada después con más elementos defensivos durante la etapa musulmana, actualmente solo se conservan algunos tramos, entre el puente de San Miguel y la plaza de toros, de los que destacan la torre del Septrión y La Porteta. Esta última es la única puerta que se mantiene en pie de las siete con las que contaba. La muralla está considerada Bien de Interés Cultural.

La Plaza Luis López Allué

Nuestra siguiente parada nos lleva hasta la plaza principal, en el casco histórico. Peatonal y con forma rectangular está rodeada de edificios con soportales. Se la conoce popularmente como la plaza del Mercado. De aquí nos dirigimos hasta los cosos, una zona peatonal y llena de tiendas. Y en un punto intermedio entre el Coso Alto y el Bajo aparecen los elegantes Porches de Galicia, uno de los lugares más emblemáticos y con más encanto de la ciudad.

Después llegamos a la Plaza de Navarra, la reconocerás por la fuente de Las Musas y por un edificio histórico ligado a la vida social de la ciudad: el Casino de Huesca, obra del arquitecto Ildefonso Bonells. El Círculo Oscense es el mejor ejemplo de arquitectura modernista en Huesca.

Los sabores de Huesca

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