Aviones como el Concorde generaba mucho calor por la fricción del aire, por lo que para contrarrestar este efecto, decidieron pintarlo de un tono blanco extremadamente reflectante.
Alzar la vista mientras caminamos por la calle y ver aviones sobrevolando los cielos ya forma parte de nuestra vida cotidiana. Es algo tan normalizado que muy pocas veces nos hacemos preguntas acerca de estas enormes aeronaves. Lo cierto es que da igual a dónde viajen o de qué compañía aérea sean, hay un rasgo común que comparten la mayoría de los aviones: su color blanco.
Curiosamente, esto no era así al inicio de la historia de la aviación, cuando los aviones no se pintaban y se dejaba a la vista sus fuselajes de aluminio pulido. La tendencia comenzó a cambiar en 1970, cuando la línea Air France introdujo el color blanco. La elección de este color no es ninguna casualidad ni tampoco está motivada por cuestiones meramente estéticas, sino que es una decisión basada en fundamentos técnicos y prácticos que giran en torno a la optimización.
Eficiencia térmica y comodidad
El blanco es un color que refleja la mayor parte de los rayos del sol, a diferencia del negro que tiende a absorberlos y, por ende, a sobrecalentarse. Esta es una cuestión crucial a la hora de diseñar el color de los aviones, ya que muchos de ellos realizan largos viajes bajo la abrasadora luz del sol.
Imagina un avión parado en una pista bajo un sol abrasador. Si estuviera pintado de un color oscuro, podría llegar a calentarse tanto que resultaría incómodo para los pasajeros al abordar. Por lo tanto, el blanco ayuda a que el avión no absorba demasiado calor, no solo para que el motor no se sobrecaliente, sino también para que los pasajeros viajen cómodos.
Detección de imperfecciones y mantenimiento
Además de ser un color que conlleva un menor gasto económico, el blanco es idóneo para detectar posibles fallos o imperfecciones en la superficie del avión. Al ser un tono claro, es más fácil identificar manchas de aceite o combustible, así como abolladuras o golpes. Esto puede ser algo muy importante en lo relativo al mantenimiento y seguridad de la nave.
Finalmente, la radiación solar suele desgastar el diseño de aquellos aviones más coloridos, ya que los tonos oscuros tienden a decolorarse con mayor rapidez y facilidad que el blanco. De esta forma, numerosas compañías aéreas eligen este color por cuestiones de aerodinámica, pero también en términos de estética e imagen de marca.
Esto no significa que no existen aviones de otros colores. En la actualidad, se pueden observar aeronaves de todos los colores sobrevolando el cielo. Sin embargo, el blanco sigue siendo la elección preferida para la mayoría de los aviones comerciales debido a su eficiencia y practicidad.
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