Una vez registradas las causas, el fin es "empezar a presionar" para cambiar los modelos y condiciones laborales.
El Gobierno se ha propuesto analizar hasta qué punto el puesto de trabajo puede ser la causa o el origen de muchos trastornos emocionales o mentales. Lo hará a través de un sistema de vigilancia epidemiológica según ha anunciado este miércoles la primera comisionada de Salud Mental, Belén González, en un acto en el que tanto ella como la ministra de Sanidad, Mónica García, han recalcado la necesidad de abordar la salud mental más allá del ámbito sanitario y tener en cuenta los "determinantes sociales", como el trabajo o la vivienda, que, muchas veces, son el motor de los problemas.
"Vamos a desarrollar un sistema de vigilancia epidemiológica que va a consistir en registrar todo sufrimiento psíquico derivado de la actividad laboral", ha avanzado González durante el acto de presentación del Comisionado de Salud Mental, el nuevo órgano del Ministerio de Sanidad, que tiene categoría de subsecretaría y fue creado el pasado enero. Según ha contado su representante, no se analizará "aquello que genera baja" o lo que ya está reconocido "como algo evidentemente laboral; sino que se mapeará "cualquier sufrimiento psíquico que sospechemos que tiene que ver con lo laboral".
Una vez registradas esas causas, el objetivo es "empezar a presionar" para que "los modelos laborales y las condiciones laborales cambien". "No es que mandemos sujetos frágiles a los trabajos y entonces se quiebren; lo que ocurre es que los trabajos están quebrando a los trabajadores. Y esto desde salud mental no lo podemos permitir", ha subrayado González, quien también ha asegurado que "no podemos seguir sosteniendo la prioridad en la economía y la productividad si es a costa de la salud mental de los trabajadores".
Poner el foco en los "determinantes sociales"
Será, por tanto, labor del nuevo Comisionado de Salud Mental monitorizar esas causas laborales, pero también las que derivan de otros ámbitos de la sociedad. Ese será el foco también del Ministerio de Sanidad, según ha afirmado Mónica García en el acto, donde ha insistido en que esta "epidemia" de salud mental "tiene su origen en los determinantes sociales de la salud" y "en los problemas sociales que exceden de las competencias" de su departamento.
Por ello, ha incidido en "tener una mirada mucho más amplia y holística" en el abordaje de la salud mental. "La intención Sanidad es hacer que las políticas públicas no solamente se centren en el artículo 43 de la Constitución, sino también en los artículos 47 de la vivienda y en el artículo de redistribución de la riqueza, etcétera. La salud y la salud mental en todas las políticas", ha incidido.
"Estamos atendiendo en lo médico cosas que son de lo social, y que tienen que ser respondidas desde otro lugar", ha coincidido Belén González, quien también ha instado a impulsar "medidas transversales" junto con otros ministerios, como el de Vivienda, el de Justicia o el de Trabajo.
Evitar la sobremedicalización
La ministra ha hecho referencia también a otro de los objetivos que se ha propuesto para esta legislatura: acabar con la "sobremedicalización" de los malestares emocionales. Hace una semana ya avanzó que su departamento trabaja en el desarrollo de una guía de prescripción de psicofármacos para ir "reduciendo o eliminando" esta medicación cuando ya no sea necesaria.
"Si tienes un trabajo que no te permite llegar a fin de mes, si no encuentras vivienda, no puedes pagar alquiler... todos estos malestares no se curan con una pastilla", ha subrayado, antes de instar a dar un giro de "180 grados" y dejar de señalar a la persona, para señalar el entorno y sus determinantes.
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