De Demi Moore a Uma Thurman: repasamos las invitadas peor vestidas de los Premios Oscar


         De Demi Moore a Uma Thurman: repasamos las invitadas peor vestidas de los Premios Oscar

De Demi Moore a Uma Thurman, son muchas las actrices que no han sabido escoger con acierto sus estilismos para acudir a la noche más importante para el cine internacional. Estos son algunos de los vestidos que nos han sorprendido, en el mal sentido, a lo largo de los años en la 'red carpet'.

La gala de los Premios Oscar es una cita muy esperada por muchos. No solo los amantes del cine disfrutan esta velada, también las personalidades más 'fashionistas' encuentran en la alfombra roja de la entrega de la estatuilla dorada una oportunidad estupenda para deleitarse con los vestidos más inesperados, originales y no siempre elegantes. De estos últimos hemos hecho un repaso por los más llamativos y los que pasaran a la historia por haber convertido a quienes los llevaron en "las peor vestidas" de la noche.

Los peores vestidos de la alfombra roja de los Premios Oscar

Linda Cardellini. 2019. Su vestido fucsia y asimétrico de Schiaparelli no gustó a la crítica, quizás por su exceso de capas o porque el lazo satén en rosa chicle lo hacía parecer "barato" y poco elegante.

Andra Day. 2018. El vestido corsetero de escote Bardot y mangas abullonadas firmado por Zac Posen, al estilo Bridgerton pero mal, sumado a la excéntrica pose de la actriz sobre la alfombra roja fue un shock completo.

Björk. 2001. El ejemplo claro de que una imagen vale más que mil palabras, su vestido cisne de Marjan Pejoski para esta ocasión parecía más un disfraz que un look elegante para una noche de cine.

Tyra Banks. 2000. No sería una de las peor vestidas si la modelo hubiera acudido con este vestido lavanda de corte princesa al PROM (baile de graduación del instituto), pero en los Oscar es un rotundo no.

Willow Bay. 2015. Si su misión era la de dar qué hablar, la periodista lo consiguió con este vestido cuya falda estaba estampada con una imagen de Yoda, personaje de la franquicia de 'La Guerra de las Galaxias'. Por mucho que ahora la fiebre por este extraño ser parezca "guay", sigue siendo una de las peores elecciones para acudir a la alfombra roja de una gala de premios.

Edy Williams. 1974. Un bikini de leopardo, un abrigo y un perro enorme no es un look para la alfombra roja de los Oscar, sobran las palabras y falta todo el contexto.

Blanca Blanco. 2015. El negro es siempre un acierto para los eventos de noche y el rojo es un clásico que hace destacar en muchas ocasiones para bien, pero la combinación de estos dos colores en un vestido lleno de volantes y pliegues fue un absoluto fracaso al que contribuyó el "moño nido" de dimensiones XXL.

Lizzy Gardiner. 1995. La directora de vestuario, galardonada ese mismo año con la estatuilla dorada, debió dejar todo su gusto elaborando estilismos para las producciones cinematográficas porque aparecer con un vestido hecho con 254 tarjetas American Express caducadas no fue desde luego su elección más brillante.

Uma Thurman. 2004. Una falda de tela de cortina hecha jirones y un chaleco que parecía haber sufrido en una batalla corsaria no fue, desde luego, el lookazo de alfombra roja que cabría esperar de una estrella como ella.

Demi Moore. 1989. Querer poner tu toque personal en un look de alfombra roja está genial, adelantarte a las tendencias también, pero hacerlo todo a la vez puede desembocar en un 'fail' tan grande como este: mallas ciclista, corsé y una sobrefalda que nace de la cadera y cuya cara interior parece el tejido de un sofá de abuela.

Jennifer Connelly. 2002. Nos gusta lo vintage y el color nude, pero tal vez todo junto puede no acabar de sentar bien, el vestido de volantes y escote corazón que lució la actriz para recoger su estatuilla dorada parecía sacado de un baúl olvidado.

Juliette Binoche. 2001. Aquella noche la francesa se pasó de extravagante con su look formado por varios collares de perlas, un corsé extremadamente ajustado y unas botas altas con 'cut out'. A veces, menos es más y se habría visto mucho más favorecida con un zapato sencillo, algunos collares menos y dejando esos calentadores/manguitos en casa.

Sally Kirkland. 2002. Icónica es, pero un rotundo suspenso también. El vestido color champán no hay por dónde cogerlo, parecía sacado de un cabaret y tal vez habría funcionado en la gala del MET con temática 'camp' pero no en los Oscar.

Selma Blair. 2002. ¿Crochet y estilo flapper? Una combinación solo recomendable si quieres que parezca que vas a una convención de bailes de salón.

Kristen Wiig. 2020. Lo de elecciones desacertadas no es solo cosa del pasado. Mira a la cómica con un vestido que aún hoy seguimos sin comprender. Los gua... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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