Las altas temperaturas y la escasez de lluvias de las últimas semanas han triplicado las tasas de polen.
Estornudos, picor de ojos o irritación nasal. Es la tónica general para muchas personas a partir de marzo, cuando la primavera asoma y las alergias explotan. Este 2024, sin embargo, el cambio climático está alterando la situación y las temperaturas inusualmente altas para esta época, junto con la escasez de precipitaciones, han provocado que el polen haya llegado a triplicar las tasas normales en febrero. Estas condiciones, como consecuencia, han acelerado la aparición de síntomas alérgicos, lo que también podría conducir a una primavera complicada, explican los expertos.
La época de alergias comienza habitualmente en diciembre con la germinación de los cipreses. Sus gránulos tienen su pico de concentración a partir de marzo y posteriormente dan paso a las alergias causadas por el polen típico de primavera de las gramíneas.
Sin embargo, este año "los síntomas se han adelantado y están siendo más intensos", explica a 20minutos Marta Rodríguez, alergóloga del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. "El problema son las altas temperaturas, la falta de precipitaciones y la contaminación", detalla, pues cuando llueve y los termómetros son bajos, "el grano de polen cae, se pega al suelo" y no afecta a las personas.
Cuando las lluvias desaparecen los gránulos "ascienden de nuevo al aire que respiramos" y provocan estos síntomas. Todo ello ha desembocado en "un problema", y es que el polen "se está manteniendo a niveles elevados durante mucho tiempo", asegura Sergio José Quevedo Teruel, pediatra especializado en Alergia y Neumología pediátrica.
Altos niveles de polen
Actualmente el polen del ciprés en el aire se encuentra disparado en varios puntos de España, tal y como se observa en www.polenes.com, la herramienta de la Sociedad Española de Inmunología y Alergología (SEIAC) que ofrece información sobre el polen gracias a más de 50 medidores repartidos a lo largo de todo el país.
De acuerdo con esta misma fuente, a mediados de febrero la alerta por el polen de ciprés ya se encuentra en nivel rojo (alto) en Madrid, Toledo, Granada, Burgos, Salamanca y Barcelona. Este parámetro mide la concentración de polen en el aire y lo normal "suele rondar sobre los 150 granos (m3)", asevera Rodríguez.
Atendiendo a los últimos datos obtenidos por la estación situada en el Hospital Infanta Leonor (Madrid), el pasado 26 de enero tuvo lugar una explosión de polen que registró 513 granos (m3) en el aire. Esta cifra triplica lo que se considera como habitual para la época, y además, se registró más de un mes antes de lo normal.
Ya en febrero, el día 1 se obtuvo un nuevo pico de 405 granos, mientras que una semana después, el día 7, esta misma estación de medición detectó 307 granos (m3) en el aire, una cifra sensiblemente menor que la de enero, aunque que seguía siendo el doble de lo normal.
Si se comparan estas cifras con los datos de 2023 se puede ver un claro salto en la concentración de polen. El pico más alto del que se tuvo constancia el año pasado llegó el 5 de febrero, cuando se registraron 444 granos. Sin embargo, se trata de algo puntual, pues el resto de mediciones realizadas en el segundo mes del año rondaba entre los 100 y 150 granos, un dato dentro de la media que dista notablemente a lo observado este 2024.
El segundo registro más alto data del 16 de marzo, con 431 granos, la época habitual en la que explota la germinación de los cipreses. Sin embargo, el resto de registros más altos para estas fechas se sitúa entre 150 y 250 granos entre febrero y marzo, según esta misma fuente.
La primavera podría ser complicada
De cara a la primavera, que se antoja temprana, aún es difícil hacer previsiones sobre como se presentarán las alergias. Sin embargo, los expertos aseguran que, atendiendo a las concentraciones de polen actuales, estas podrían ser importantes en las próximas semanas. "Tal y como pinta, el periodo no será muy largo, pero sí muy virulento", defiende Rodríguez.
El problema es la alter... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}