La pareja viajó a Miami para pasar las Navidades con Isabel Preysler y toda su familia.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva han disfrutado de sus primeras Navidades como marido y mujer viajando juntos a Miami, donde Isabel Preysler pudo reunir a todos sus hijos para celebrar en familia la Nochebuena y la Navidad. Todo parecía indicar que la pareja recibiría también allí el Año Nuevo, sin embargo, ambos regresaron a Madrid de forma inesperada. El programa Socialité ha entrevistado este sábado a un pasajero que compartió vuelo con ellos en el viaje de ida a Miami y ha desvelado los momentos de tensión que tuvieron Tamara Falcó e Íñigo Onieva.
Según han explicado desde el programa de Telecinco, muchos han especulado que la pareja volvió antes de lo previsto de Miami por algo que pasó allí. Sin embargo, el motivo podría venir de más atrás, teniendo en cuenta la actitud que ambos mantuvieron ya en el vuelo hacia Miami, aseguran.
El testimonio de un pasajero de ese vuelo ha confirmado esta posibilidad al asegurar que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se sentaron separados en el avión, y durante las 13 horas de vuelo no se hablaron. Este gesto extrañó a muchos de los pasajeros que viajaban con ellos, apunta. "Tamara e Íñigo iban en mi vuelo a Miami, y me sorprendió mucho que no se sentaran juntos ni hablaran en todo el vuelo", ha señalado.
En ese vuelo viajaba también parte de la familia Presley. Este pasajero se encontraba sentado "justo detrás de Tamara e Isabel, en la zona business". Por su parte, prosigue, "Ana Boyer y su marido también iban en otro asiento juntos, y sus hijos y la niñera, en turista como Íñigo. Él se sentó completamente solo y no se dirigió la palabra con nadie de su familia", ha contado.
Durante el vuelo, hubo un momento que llamó mucho la atención a este pasajero. "Nos quedamos flipando porque, de repente, Tamara sacó una bolsa llena de bocadillos envueltos en papel de aluminio y se puso a repartirlos a toda su familia. Ella, que es marquesa y va de fina", ha comentado.
"En esta clase de vuelos hay servicio de comidas, y más en la zona VIP, no entendíamos nada", ha agregado.
Sin embargo, este testigo indica que lo más curioso llegó después, cuando se acercó a Íñigo Onieva para darle su bocadillo. "Ni le miró a la cara", ha resaltado.
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