
La moda más lujosa se fusiona con el deporte y la comodidad para acaparar todos los focos en el espectáculo de la final del campeonato.
La música, la moda y el deporte han vuelto a formar una combinación perfecta. Esta vez gracias a la final del Mundial de Clubes de la FIFA. O mejor dicho, al espectáculo de medio tiempo que quiso emular al gran half time show de la Superbowl americana. Ya que se celebraba en Estados Unidos, qué mejor fórmula que repetir patrones. Pero con más 'glamour deportivo'.
La cantante Doja Cat fue la estrella que marcó el primer gol estético de la final. Mientras Chelsea F.C. y París Saint-Germain se disputaban el título —que finalmente fue para los londinenses—, la artista transformó el descanso del partido en un desfile de estilo y ritmo.
Compartiendo escenario con figuras como J Balvin o Chris Martin, Doja interpretó su hit "Woman" con una puesta en escena que fusionó la energía del fútbol con la osadía de la moda. Su atuendo fue una reinterpretación glamurosa del clásico uniforme futbolero: un minivestido en rayas moradas y rojas que jugaba entre lo deportivo y lo sensual.
La pieza, creada por su estilista Brett Alan Nelson en colaboración con Adidas, llevó la camiseta al terreno de la alta costura. Con escote halter, copas estructuradas, aberturas estratégicas y las icónicas franjas blancas laterales de la marca alemana, el look de Doja demostró que en el estadio también hay espacio para el estilo. Porque cuando la moda y el deporte se alinean, el resultado no es solo un gol: es un espectáculo.
El toque especial lo puso el estudio creativo A-Morir fundado por la artista Kerin Rose Gold, que transformó el vestido-camiseta de la artista en una joya en movimiento, incrustando 35.000 cristales Swarovski en forma de cuadrícula sobre la prenda. El resultado es totalmente impactante: un uniforme que parecía listo para jugar, pero también para robarse todas las miradas.
Además, Doja dejó una pista para sus fans más atentos: en la parte frontal del vestido, bordó la palabra “Vie”, título de su esperado quinto álbum de estudio. Un gesto sutil, pero calculado, que convirtió la moda en mensaje, y el espectáculo en declaración de intenciones.
Pero por si eso no bastara, la ganadora del Grammy apostó por una reinterpretación radical del look futbolístico: medias altas y unos tacones personalizados muy especiales. Porque eran nada más y nada menos que unas Adidas Samba como si fuesen una bota de fútbol con tacón.
Las Adidas Samba, de las canchas al street style
Hubo un tiempo en que estas zapatillas eran, literalmente, un calzado de entrenamiento. Diseñadas en 1949 para jugar al fútbol en superficies heladas, sus líneas minimalistas y su suela de goma se pensaron para sobrevivir al terreno duro, no para dominar pasarelas ni escenarios. Pero la moda —y la cultura popular— ama una buena reinvención, y hoy las Samba están en su momento más brillante: han pasado de accesorio deportivo a icono de estilo global.
Con su aire retro y perfil discreto, han encontrado la fórmula perfecta entre nostalgia y frescura. Las llevan desde modelos en París, deportistas a las salidas de sus entrenos hasta músicos sobre el escenario, y su presencia es constante tanto en redes sociales como en editoriales de moda. No es raro verlas combinadas con trajes de sastrería, faldas vaporosas o incluso looks de gala; el contraste es parte del encanto.
Porque estas zapatillas ya condensan una narrativa cultural: la democratización del estilo, la fusión entre deporte y moda y la reivindicación de lo funcional como tendencia.
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