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El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha laminado a toda la oposición dentro de su partido. Ello le deja las manos libres para ser el todopoderoso interlocutor con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en cuestiones tan vistosas como la nueva financiación singular para Cataluña o la definición de la futura Agencia Tributaria Catalana (ATC), el único y plenipotenciario organismo del fisco en Cataluña.
La autodisolución de la corriente Foc Nou liderada por el exdiputado y exconsejero de Exteriores Alfred Bosch acabó con el último reducto de resistencia interna dentro de ERC. Con la exsecretaria general del partido, Marta Rovira, en Suiza y lejos de la política, los roviristas, que deberían haber sido la auténtica oposición interna, se encuentran descabezados y desnortados. La oposición que Junqueras esperaba encontrar dentro de las familias republicanas bajó enteros después de constatar que los roviristas sin Rovira no se sostenían.
Foc Nou, en cambio, pese a ser una minoría, plantó cara y llegó a ganar las elecciones en la poderosa Federación de Barcelona, desbancando a la candidata oficialista que quería imponer Junqueras. Pero ése fue el inicio de su disolución. Los de Alfred Bosch tampoco supieron aguantar la presión y acabaron disolviéndose hace pocos días.
Una parte del éxito de la desactivación de las familias internas la tiene la elección del exsecretario de Hacienda Lluís Salvadó como director general del partido, un cargo de nueva creación que no es otra cosa que una especie de comisario para dirigir con mano de hierro las estructuras de ERC. Salvadó, un político con inmejorables contactos en las estructuras territoriales del partido, con puentes tendidos hacia corrientes internas y con una habilidad innata para las negociaciones imposibles, consiguió lo que parecía imposible: apaciguar ERC en un tiempo récord.
Principal asesor en las negociacionesPero Salvadó es también el asesor principal de Junqueras en las negociaciones con el PSOE y con el PSC. Junqueras intentó que el socialista Salvador Illa le mantuviese como presidente del Puerto de Barcelona, pero el nuevo president había comprometido el sillón, un lugar clave del mundo económico-empresarial de Cataluña. Nombrado entonces director general de ERC, Salvadó se está ganando su sueldo. "Es quien dirige la estrategia para que ERC sea protagonista absoluta en las negociaciones de una financiación singular y para desligar la Hacienda catalana de la española", coinciden en explicar a El Confidencial varias fuentes republicanas.
Salvadó tiene experiencia en temas económicos: antes del referéndum ilegal, era el secretario de Hacienda y suya era la labor de poner a punto la Agencia Tributaria Catalana para sustituir a la AEAT. Con los mecanismos que tenía a mano, no pudo hacerlo e incluso ocultó al entonces president Carles Puigdemont que Cataluña no estaba preparada para independizarse porque no tenían instrumentos fiscales para sostener a la nueva república que querían poner en marcha.
La estrategia de ERC ha cambiado desde entonces. Junqueras quiere ahora, primero, los instrumentos engrasados y engarzados. Y luego vendrá el resto, consolidado necesariamente con una supuesta mayoría social. Salvadó trabaja en ello.
"Se negocia a medio y largo plazo. Pero somos conscientes de que la creación de una Hacienda separada de la española y la eliminación del déficit fiscal no va a ser una cosa inmediata. Para el 2026, será prácticamente imposible recaudar el 100% del IRPF, que es el tributo más fácil", subrayan fuentes republicanas.
Añaden estas fuentes que es relativamente fácil hacerse cargo del IRPF. "Los socialistas son expertos en vender humo. Son unos profesionales en esto. No te puedes fiar, porque en una negociación, de repente, te das cuenta de que cuando te prometen algo puede ser un decorado de Almería, y que detrás no hay nada. Aquí no se trata de cambiar un letrero de una oficina y ya está. Es algo más, es crear un organismo con cara y ojos con competencias exclusivas". Se trata, en definitiva, de "la independencia de los impuestos".
El ejemplo de País Vasco y BélgicaEstas fuentes explican que "aunque el IRPF es asumible a corto plazo, los demás impuestos requerirán mucho trabajo. Sociedades reviste más complejidad, pero tenemos los ejemplos del País Vasco y Navarra, donde se recauda y se puede hacer si hay voluntad política. La recaudación del IVA ya es más compleja y la de los impuestos especiales, como alcohol, tabaco o combustibles, vendría dada".
Quedaría, no obstante, por solventar el tema de impuestos aduaneros. "La ATC debería sustituir a la AEAT en la recaudación de los impuestos aduaneros, lo cual no implica que se cambie el control de aduanas necesariamente. Pero el arancel es un tema europeo y habría que abordarlo mirando a Bruselas. De todos modos, creemos que es un tema delegable y ponemos como ejemplo a Bélgica, donde los aranceles están descentralizados y no pasa nada. Lo que pretendemos es que la Generalitat sea la que tenga la última palabra".
Para lograr todo ello hacen falta dos cosas: voluntad política y conformación de las estructuras. Para lograr un traspaso efectivo, se necesita el apoyo de los actores sociales y de colectivos como los inspectores de Hacienda o los técnicos, que son refractarios a romper la estructura única. En Cataluña, más del 90% de los impuestos son recaudados por la AEAT, que tiene unos 4.000 trabajadores en la comunidad. La ATC, sin embargo, tiene a unos 900 empleados. Traspasar a los inspectores al organismo autonómico puede convertirse en una dolorosa batalla interna.
Calcular el cupo catalánAún así, queda el objetivo principal que ERC tiene encima de la mesa: "Con la recaudación en manos de la ATC, falta por determinar el cupo catalán, es decir, la cantidad que hemos de pagar al Estado. Ése es el verdadero caballo de batalla, conocer cuánto se paga, cuánto se va y cuánto se queda Cataluña. Esquerra parte de una base en estas negociaciones: si tras la cesión de la recaudación de todos los impuestos se perpetúa la situación de déficit fiscal final, no merece la pena".
La propuesta de ERC es recaudar todos los impuestos y pagar una cuota al Estado, que tiene que ser menor que la Hacienda española se queda en la actualidad. "La realidad es que ha habido una pérdida de recursos para Cataluña. Con Cristóbal Montoro y sus recortes, el Ministerio se quedó con los márgenes de déficit. No queremos que eso vuelva a ocurrir. Exigimos que Cataluña aporte menos y que lo que falta lo aporte el Estado".
Ésa es la propuesta que Junqueras (Salvadó mediante) ha llevado a la mesa de negociación. "En los últimos años, la recaudación del Estado ha mejorado mucho. Hacienda está logrando recaudar más dinero en nichos que antes no tenía. Por tanto, pensamos que ahora es el momento de realizar cambios. El Estado puede permitirse el lujo de llevarse menos dinero de Cataluña y aportar más a la caja común". El objetivo es reconducir la situación para compensar la pérdida de aportación y minorar el déficit fiscal catalán. "Se puede hacer y se hará", aseguran desde ERC.
Los republicanos quieren sentar las bases de la nueva financiación cuanto antes porque "hasta ahora, España ha vivido de los fondos europeos, pero eso se va a acabar. Vienen recortes a corto plazo o medio plazo que, queramos o no, afectarán a las políticas sociales, porque ya no viviremos de los fondos europeos". La intención es que las nuevas estructuras estén preparadas para cuando esa situación llegue a España.
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