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Cuando el Partido Popular despertó de la resaca de un congreso triunfal, mientras el PSOE se desangraba entre casos de corrupción, Javier Arenas seguía ahí. Como el dinosaurio del cuento de Augusto Monterroso, el veterano dirigente sevillano siempre está ahí. Concretamente en el núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo, igual que lo estuvo en el PP de José María Aznar y fue clave para que la consolidación de Mariano Rajoy fuera exitosa.
El senador (Sevilla, 1957) y presidente de honor del PP de Andalucía se mantiene como vocal designado por el líder gallego dentro del primer anillo de poder de los populares, con derecho a asiento en los maitines de Génova cada lunes. Y, sobre todo, como una suerte de oráculo al que el presidente del PP consulta sus tribulaciones para aprovecharse de su larga experiencia y conocimiento del partido.
"¿Quién más puede contarle qué ha pasado en el partido desde los años 90 hasta ahora?", se pregunta un dirigente popular días después del cónclave en el que el propio Feijóo bromeó con la "renovación del joven Arenas". Al menos esta vez el líder del PP sí comunicó públicamente que el veterano político seguiría en el comité de dirección, al que accedió tras la última reestructuración interna de finales de 2023. La incorporación semiclandestina de Arenas desconcertó entonces a sectores del partido e incluso a algunos miembros de la cúpula.
Como presidente del partido, Feijóo tiene potestad de invitar a miembros ajenos a la cúpula del PP a participar en las reuniones. Pero el andaluz siempre tiene un hueco reservado. En el comité de dirección sólo se sientan junto al 'jefe' el secretario general; los nueve vicesecretarios; los tres portavoces parlamentarios —Congreso, Senado y Parlamento Europeo— y las dos colaboradoras que forman parte del gabinete personal de Feijóo: Mar Sánchez y Marta Varela. Javier Arenas es el único 'sin cargo' oficial en el puente de mando. Quizá porque ya lo ha sido todo en el PP.

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EP
Posibilidades no le han faltado. En el arranque de la legislatura, Feijóo nombró a Arenas portavoz interino en el Senado hasta la designación de la abulense Alicia García. Algunas fuentes aseguran que se le llegó a ofrecer la posibilidad de presidir la Cámara Alta —puesto que ocupa el madrileño Pedro Rollán— pero éste desechó la oferta. Sí aceptó el 'control' del grupo parlamentario a través de la secretaría general, un puesto desde el que revisa todos los pasos, movimientos e iniciativas del partido en el Senado, convertido en 'atalaya' de la oposición al Gobierno gracias a su mayoría absoluta.
Su influencia sobre el mandatario gallego es significativa. "Feijóo sólo confía al 100% en las personas que no tienen aspiraciones políticas, y Arenas es uno de ellos", sintetiza un veterano dirigente popular. Al margen de las notas de "experiencia y bagaje" que aporta en las reuniones, el dirigente gallego "le consulta sobre todo", incluidos los últimos cambios que Feijóo ha ejecutado en la cúpula nacional. Distintas fuentes ven la mano de Arenas por ejemplo en el hecho de que Alicia García continúe como portavoz en el Senado. Su posible recambio por otro perfil más combativo se daba por descontado en algunos sectores, pero al final Feijóo optó por la continuidad.
Licenciado en Derecho en la mítica facultad de la Universidad de Sevilla por la que pasaron Felipe González o Alfonso Guerra y toda la dirigencia del PSOE andaluz, pasó su infancia en la localidad gaditana de Olvera. Pero siempre ha estado vinculado a la capital andaluza, donde fue concejal del Ayuntamiento antes del salto a la política nacional y autonómica.
Secretario general de Aznar durante casi una década, ministro en tres etapas distintas y candidato a la presidencia de la Junta en cuatro ocasiones, Arenas lo ha sido todo y ese es su principal valor. Incluso la dolorosa derrota que sufrió la última vez que intentó llegar a San Telmo es ahora un valor añadido. Sólo hay que mirar la hemeroteca. "Mayoría relativa, fracaso absoluto", tituló ABC de Sevilla tras las andaluzas de 2012, cuando el ahora senador logró 50 escaños, se impuso al PSOE de José Antonio Griñán, pero se quedó a cinco diputados de la absoluta, lo que favoreció una alianza de los socialistas con IU que dejó al PP fuera de juego durante casi un lustro.
"Arenas ganó y se quedó sin gobernar", recuerda ahora un dirigente del PP que se involucró en el partido precisamente porque fue fichado por el veterano dirigente sevillano. Esa experiencia no dista mucho de la que sufrió Feijóo el 23-J y que provocó una frustración en el seno de los populares, que ya se estaban repartiendo los ministerios, de la que sólo se han recuperado ahora, cuando ven la Moncloa más cerca que nunca. Ese es el currículum que lleva a Javier Arenas a mantenerse en el círculo más cercano de consejeros del líder gallego.

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Su condición de principal arquitecto del PP andaluz tampoco es baladí a la hora de asesorar a su jefe, con el que comparte generación en medio de un partido rejuvenecido. Fue el responsable de colocar las estructuras que ha perfeccionado Juanma Moreno hacer del PP andaluz una máquina de ganar elecciones. Esa hegemonía del barón malagueño ha provocado que Arenas ya no tenga la influencia de antaño en su tierra, pero lejos quedan ya las pugnas en las que la mano del arenismo se dejaba notar en los tirones orgánicos que el PP sufrió en Sevilla hasta hace apenas un par de años. "En su esencia está seguir mandando", expresa un dirigente andaluz.
Aunque sí hay algún comentario que denota ciertas suspicacias por su influencia, lo cierto es que nadie tiene una mala palabra para Javier Arenas. Su presencia es innegable. Tanto es así que mantiene un despacho propio en el Parlamento andaluz a pesar de que su desempeño habitual está en la Cámara Alta. Es allí desde donde ejerce ahora como representante de Alberto Núñez Feijóo. "Se le respeta mucho en el Senado", cuenta una fuente del PP andaluz. El diagnóstico es compartido entre los que comparten el día a día con él en los pasillos de la corte territorial, y también en los maitines de Génova. "Cuando él habla, todos escuchan con atención", esboza uno de sus miembros. "Sobre todo Feijóo".
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