reto viral piscinas
Desde el inicio del verano y especialmente en este mes de julio se han producido numerosos incidentes en piscinas de todo el país relacionados con un reto viral que, desde 2018 y nuevamente este año, se propagan entre los jóvenes.
Se trata de un reto que propone defecar en piscinas públicas, una práctica absurda e insalubre que ha provocado el cierre temporal, según apuntan varios medios, de 300 piscinas en todo el país en este verano para restaurar la calidad del agua y evitar los muchos riesgos bacteriológicos de esta práctica.
En las últimas semanas, las piscinas municipios de Berga, Bellver de Cerdanya y Sant Joan de Vilatorrada (Cataluña), las localidades de Torrelavega, Astillero, Corrales y Reocín (Cantabria) o los pueblos de Canals, Cerdà, Carcaixent (Comunidad Valenciana) han sido víctimas de esta broma de mal gusto.
La insalubre práctica está obligando a los empleados municipales a clausurar los recintos para desinfectar el agua, así como a imponer diferentes medidas de acceso (como controles de DNI) para poder controlar quién accede a la piscina.
Mientras se trabaja para erradicar este reto viral y descubrir a los responsables, los expertos advierten de los serios problemas para la salud que puede acarrear esta absurda gamberrada: las heces contienen bacterias y parásitos como E.coli, Shigella, Giardia y Cryptosporidium, responsables de enfermedades gastrointestinales que pueden incluir diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre, e incluso hepatitis A o fiebre tifoidea en los casos más graves. Los niños, público habitual de las piscinas en verano, son especialmente vulnerables a estas bacterias.
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