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Andalucía deja de ingresar cada año 1.522 millones de euros por los desequilibrios del sistema de financiación autonómica. Es el mantra que repiten una y otra vez los portavoces del Ejecutivo que dirige Juanma Moreno tras los análisis de los expertos que descifran el intrincado modelo de reparto de fondos entre las comunidades del régimen común. La casualidad ha querido que en 2024 las cuentas de Andalucía hayan resultado en un superávit de 1.581 millones de euros, una cantidad muy similar a la que exigen desde la Junta al Ministerio de Hacienda por medio de un fondo de nivelación hasta que se reforme el sistema de financiación, asignatura pendiente desde hace ya más de una década.
La pregunta que surge por esta coincidencia es clara. ¿Cómo reclama el Gobierno andaluz justo el mismo dinero que no han gastado a pesar de que lo tenían disponible? Para más inri, este miércoles la consejera de Hacienda y portavoz de la Junta, Carolina España, ha recordado también que Andalucía ha dejado de recibir otros 1.500 millones de euros por la falta de actualización de las entregas a cuenta. Es también una cantidad pareja a la de esa infrafinanciación anual de la comunidad más poblada del país, donde prevén ya que el Presupuesto autonómico de 2026 rebase los 50.000 millones de euros a pesar de que Moreno afirmó hace unos meses que la capacidad de gasto de la comunidad estaba próxima a agotarse.
Juanma Moreno hizo de la responsabilidad fiscal una de sus banderas desde la llegada a San Telmo, por eso ha sido llamativo el superávit de 2024, un 0,74% del PIB andaluz cuando el objetivo marcado por Bruselas y el Gobierno central estaba en el equilibrio presupuestario. Esto quiere decir que Andalucía podría haber gastado todo ese dinero para sostener sus servicios públicos o dedicarlo a cubrir otras competencias autonómicas.
Carolina España dejó claro el miércoles tras el consejo de Gobierno que ese desequilibrio positivo no responde a una falta en la capacidad de gasto, sino a un "decalaje" en la llegada de fondos europeos del marco plurianual 2014-2020. Estos fondos tienen 3 años más para terminar de ejecutarse, por lo que sus coletazos llegaron en 2023. Según la dirigente popular, hubo un retraso en la llegada de ese dinero, lo que explica tanto el déficit en el que la Junta incurrió en 2023, que ascendió a 2.149 millones de euros (1,1% del PIB). Ese montante entró en las arcas autonómicas en 2024, "cuando ya no estaba el gasto correspondiente", por lo que ha generado un superávit abultado.
El gráfico que desmonta lo que creíamos saber de la infrafinanciación autonómica
Javier JorrínSegún la ley de estabilidad presupuestaria, esa cantidad deberá destinarse a la amortización de deuda, pero hay quien discrepa de las explicaciones del Gobierno andaluz. El profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y miembro de Fedea, Diego Martínez López, alude a los "remanentes" que quedaron en las cuentas autonómicas de 2024 y también al buen comportamiento de la recaudación de los impuestos propios de la Junta después de años de caídas como resultado de las rebajas fiscales aprobadas en los últimos años.
Los cuadernos de recaudación tributaria de la Consejería de Hacienda así lo reflejan, con crecimientos llamativos en Sucesiones y Donaciones respecto a 2023. Este tributo recaudó un 3,96% más el pasado ejercicio que en el anterior, cuando la evolución respecto a 2022 fue una caída del 14%. Con Patrimonio ocurrió algo similar, con un crecimiento del 132% tras recuperar la Junta el gravamen tras su intento fallido de bonificarlo y la respuesta del Gobierno central, que consistió en crear un tipo estatal homólogo. Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentales registran alzas del 12% respecto a 2023 frente a las caídas del 10% y el 6% del año anterior.
Esta situación encaja con el análisis del gasto público que elaboró recientemente el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), en un estudio sobre la infrafinanciación presentado en Sevilla hace unas semanas. Este informe desveló que la situación de infrafinanciación no siempre redunda en un agujero de gasto, sino que esto es una decisión política. El Gobierno andaluz ha apostado desde la llegada de Moreno a San Telmo por la responsabilidad fiscal, el cumplimiento del objetivo de déficit y rechaza aumentar, en lo posible, la deuda. Es un enfoque opuesto al que hace, por ejemplo, el también popular Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, que mantiene el nivel de gasto a pesar de la infrafinanciación.
"Con la infrafinanciación no se juega", dijo el miércoles Carolina España para dar una muestra más de esta batalla política a la que no se le ve el final. Los barones del PP han conseguido incluir el asunto en el orden del día de la Conferencia de Presidentes de este viernes en Barcelona, pero no son muy optimistas sobre posibles avances. En la última reunión del comité técnico sobre la financiación autonómica la representante del Ministerio de Hacienda admitió que no tenían fecha para la presentación de una propuesta en el departamento que encabeza María Jesús Montero. Y no parece que la situación se vaya a desbloquear de forma inminente.
Mientras tanto, la pugna sobre este asunto se mantiene también en el tablero andaluz. El PSOE registró el miércoles una proposición no de ley para reprobar al presidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete. El economista sevillano fue viceconsejero y consejero del primer Gobierno de Juanma Moreno por la cuota de Ciudadanos y fue elegido responsable del organismo que fiscaliza a la Administración regional en esta legislatura. Los socialistas han reclamado su reproche en el Parlamento por aprobar en el último pleno de la Cámara de Cuentas un cambio en el plan de trabajo para sustituir una investigación sobre los contratos menores de la Junta por otra sobre los efectos del sistema de financiación autonómica en las cuenta andaluzas.