Barbón se borra de la crisis en las aulas por un "viaje personal": "¿Dónde se ha visto esto?"

Barbón se borra de la crisis en las aulas por un

El Gobierno asturiano se dirige hacia una crisis sin precedentes. Después de la manifestación "histórica" de ayer -según la Delegación del Gobierno se reunieron en las calles de Oviedo unas 19.000 personas y según los organizadores, unas 40.000 como mínimo- en la que los docentes exigieron al Ejecutivo autonómico mayor inversión en educación, hoy cinco sindicatos han convocado una huelga indefinida -que el CSIF ya realiza desde el pasado martes- . "Estamos absolutamente quemados", señala Jorge Caro, presidente del sector educativo del CSIF. La jornada ha empezado de forma convulsa para el Gobierno socialista del Principado que ha visto como una cuarta consejera dimite, pero esta vez sin el presidente Adrián Barbón al mando. "Llevamos desde el 27 de huelga, con una manifestación masiva y Barbón desaparecido, ¿dónde se ha visto esto?", cuestiona Caro.

Los docentes tomaron la calle por iniciativa propia tras el último tira y afloja con el Gobierno regional, aunque admiten que es "solo la gota que ha colmado el vaso de 15 años sin inversión y con disminución de sueldo". La semana pasada se informó a los profesores de que la reducción de jornada que se implanta habitualmente en los meses de junio y septiembre -los alumnos dejan de salir de clase a las 14:00 h y se marchan una hora antes- es incompatible con la permanencia del servicio de comedor escolar, que de forma ordinaria comienza a las dos del medio día.

Preguntada la consejera Lydia Espina por la diputada popular Gloria García el pasado martes, respondió que si los centros querían el servicio de comida para los alumnos, los profesores tendrían que mantener su jornada lectiva hasta los dos de la tarde. "Los docentes usan esa hora en junio y septiembre para hacer toda la burocracia que se les exige, porque no se contrata a administrativos suficientes", explica Gloria García a este medio.

Las primeras grietas entre Adrián Barbón y la ya exconsejera de educación, Lydia Espina, comenzaron a abrirse un día después. El miércoles, el líder autonómico "desautorizó a la consejera" y aseguró que sí era compatible la reducción de jornada y el comedor escolar. Pero esta cuestión es solo el final de años de reivindicaciones y quejas, subrayan desde el CSIF. Los problemas de la educación pública asturiana, que también reivindican los profesores de la concertada, pasan por la pérdida de especialistas, la falta de personal administrativo que obliga a los profesores a realizar ellos mismos los trámites, un gran número de interinos, una inspección educativa dejada, y según señalan los sindicatos, los sueldos más bajos de España. "Somos los mejores según los informes PISA, pero tenemos los sueldos más bajos", recalca Jorge Caro.

EFE

Este conjunto de problemas se ha convertido en el polvorín perfecto. Hoy a las 16:00 se han reunido los sindicatos y el Gobierno autonómico. En un primero momento, la representante del Ejecutivo sería Lydia Espina, pero tras su dimisión todos los focos apuntan a Adrián Barbón. La oposición y el sindicato Suatea insistió en que el presidente autonómico tenía que estar en la reunión de esta tarde. Sin embargo, los encargados en gestionar la reunión han sido Gimena Llamedo, vicepresidenta, y el consejero de Hacienda, Guillermo Pelaez, porque Barbón se encuentra de "viaje personal".

Dos horas después de comenzar el encuentro, los docentes han salido "defraudados", avisan de que la huelga se mantendrá mañana y alertan de que "los servicios mínimos que impone el Principado son totalmente abusivos". Además, mañana comienzan las Pruebas de Acceso a la Universidad y desde el CSIF admiten que "puede haber un número de profesores que no se presenten".

Los problemas para la Administración asturiana podrían crecer y que el efecto "bola de nieve" arrastre a otros sectores. Desde el propio CSIF han llamado a todos los empleados públicos a repetir la unidad sindical lograda en la Enseñanza con una manifestación unitaria. Los empleados del área de Derechos Sociales han sido los primeros en unirse y se han manifestado esta mañana en la puerta de la Consejería para denunciar "el hartazgo ante los incumplimientos" por parte del Principado.

La dimisión de Lydia Espina es la segunda en menos de dos meses. El pasado 15 de abril, la consejera Belarmina Díaz renunció a su puesto tras el accidente en la mina de Cerredo donde murieron cinco mineros. Además, anteriormente dejaron el Ejecutivo asturiano la también consejera de Industria, Nieves Roqueñí y la de Bienestar social, Esther Díaz. "Es un Gobierno de marketing en descomposición", señala García.



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