La curiosa expresión riojana que desconcierta al resto de España: hace honor a la condición de "cuna de la lengua" de su región

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La curiosa expresión madrileña que desconcierta al resto de España: en boca de todos los jóvenes y con un significado muy claroDe dónde viene la expresión española "estar de rodríguez" y qué significa

Algunas palabras esconden siglos de historia sin que quienes las pronuncian sean plenamente conscientes de ello. En La Rioja, tierra reconocida por su tradición vinícola y su riqueza cultural, sobrevive un término que desconcierta a quienes llegan desde otros puntos de España. No es una palabra nueva ni un préstamo moderno, sino una reliquia lingüística que hunde sus raíces en la Edad Media.

La expresión "mingrana", con variantes como "mengrana" o "milgrana", se sigue utilizando en La Rioja para nombrar a la fruta que en la mayor parte del país se conoce como "granada". Aunque hoy resulte llamativa para el oído forastero, este vocablo ya aparecía en los versos de Gonzalo de Berceo, el primer poeta conocido que escribió en lengua castellana. "Milegrana", según se documenta, no es solo una palabra, sino una metáfora: una fruta de mil granos. Con el nombre de este escritor medieval se bautizó a una de las salas de la sede de la Filmoteca Rafael Azcona, situada en una de las zonas peatonales del centro de Logroño.

Marina Velasco

La vigencia de este término en el habla popular riojana no es casual. Según explica Ana Terroba, directora del área de filología del Instituto de Estudios Riojanos, "la palabra está totalmente activa". Su uso cotidiano es una forma, consciente o no, de mantener viva una herencia lingüística que remite a los orígenes del castellano, forjado entre los muros de los monasterios de San Millán de la Cogolla, considerados la cuna de este idioma.

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BBC News, en un artículo dedicado a los riojanismos, destaca esta y otras expresiones que singularizan el castellano de la región. Aunque el acento riojano pueda parecer similar al del resto del país, matices como el uso de "mingrana", "canilla", "pantaloneta" o el saludo "¿Qué vida, amante?" revelan una riqueza lingüística que ha resistido el paso del tiempo.

La Rioja no solo presume de ser el lugar donde nació el castellano, junto al pueblo de Valpuesta, en Burgos, sino también de conservar palabras que lo conectan con su pasado más profundo. En la sencillez de una compra en el mercado o una conversación entre vecinos, "mingrana" continúa evocando ese legado que hace de esta tierra un rincón singular dentro del mapa lingüístico español.

Este tipo de expresiones no solo enriquecen el habla cotidiana, sino que refuerzan el vínculo entre lengua e identidad local. Decir "mingrana" es, en cierto modo, reivindicar una manera de hablar que brota del paisaje, la memoria y las costumbres. En un mundo cada vez más uniforme lingüísticamente, estos términos actúan como pequeñas resistencias culturales, recordando que la lengua también se cultiva, se hereda y se saborea, como un buen vino de la tierra.



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