Una bolsa de Grisú y la búsqueda de grafito: el fatal accidente que se ha cobrado la vida de cinco mineros en Cerredo

Una bolsa de Grisú y la búsqueda de grafito: el fatal accidente que se ha cobrado la vida de cinco mineros en Cerredo

Asturias comienza la semana de luto. Esta mañana, cinco trabajadores originarios de León han perdido la vida en la mina de Cerredo, en Degaña (780 habitantes) en un accidente laboral. La Policía Judicial junto a la brigada de Salvamento Minero investiga los hechos, pero las primeras indagaciones de la Guardia Civil apuntan a una "explosión dentro de una galería, supuestamente por el gas contenido en su interior". Pese al trágico incidente, los expertos advierten de que actualmente "la legislación sobre las minas es muy estricta y la actividad está muy controlada".

La mina de Cerredo se inauguró en 2009 como una de las más modernas del país. Principalmente, igual que en el resto de las minas de la zona suroeste de Asturias, la actividad de explotación giró en torno a la antracita, un tipo de carbón con una pureza muy alta, según explica a El Confidencial Jorge Fernández, jefe de la unidad territorial del Instituto Geológico y Minero de España en Asturias. Sin embargo, en 2018 la actividad cesó. Desde entonces nadie había explotado la mina hasta que el pasado verano, la empresa Blue Solving consiguió un permiso de investigación complementaria, según ha señalado la consejera de Transición Ecológica e Industria del Principado.

Según avanzó La Voz de Asturias, la empresa lleva a cabo en Cerredo un proyecto de investigación para extraer antracita, con la que posteriormente intentarían hacer grafito. El plan de esta compañía contempla también la creación de una planta de briquetas y un lavadero de minerales estratégicos. De hecho, según señala el doctor en Ingeniería de Minas, Emilio Trigueros, "el grafito se ha señalado como estratégico" y "actualmente está muy demandado por la crisis que atravesamos".

Imagen de archivo de la mina de Cerredo. (Ministerio de Transición Ecológica)Imagen de archivo de la mina de Cerredo. (Ministerio de Transición Ecológica) Imagen de archivo de la mina de Cerredo. (Ministerio de Transición Ecológica)

Aunque tradicionalmente el grafito se ha utilizado para los lápices, en los últimos años se ha comenzado a emplear como lubricante conductor para autogeneradores, motores y coches eléctricos, por lo que su demanda se ha disparado. "La importancia de este mineral no es nueva, pero hasta que la geopolítica no nos ha hecho abrir los ojos, a nadie le ha importado", señala. De hecho, según Manuel Regueiro, geólogo y asesor técnico del CSIC, "no hay ninguna mina de explotación de grafito en España, sino que todas son aún de investigación".

La principal hipótesis en la que trabajan la Brigada de Salvamento Minero y la Policía Judicial de este accidente es que la detonación ha podido ser causada por una bolsa de grisú. Es decir, unas burbujas que se forman en el carbón de las partes altas de las minas donde puede almacenarse el gas metano. Cuando una alta concentración de este gas entra en contacto con el aire, una mínima chispa puede generar una gran explosión. "En el proceso de deterioro de la materia orgánica que hay en una galería, se va liberando metano", explica Trigueros e incide en que "el grisú siempre ha sido un motivo de atención porque ya ha generado accidentes previamente".

Una bolsa de grisú, principal hipótesis de la explosión en la mina de Cerredo

Para detectar los niveles de metano y la posible formación de una bolsa de grisú, Trigueros sostiene que hay "medidores que alertan" y que es importante "analizar los techos". "En una mina de carbón hay que entrar pensando en que puede haber una bolsa", zanja Trigueros. No es la primera vez que Asturias vive un episodio trágico por una explosión en una bolsa de grisú. De hecho, el accidente minero más trágico registrado en España ocurrió en agosto de 1995 en el pozo de San Nicolás de Mieres, donde 14 mineros perdieron la vida tras una explosión de metano. En este sentido, los expertos señalan que la actividad minera siempre conlleva un componente de peligro, pero advierten de que "en una mina de explotación estas cosas están totalmente monitorizadas".

Cuatro heridos de gravedad

Además de las cuatro personas fallecidas, el accidente deja también cuatro trabajadores heridos. Los dos más graves se trasladaron primero hasta Villablino. Desde allí, se evacuó a un hombre de 39 años con quemaduras hasta el hospital de El Bierzo y a otro de 47 años en un helicóptero al Complejo Asistencial Universitario de León con graves quemaduras.

El sistema de emergencias tuvo que trasladar también a dos personas hasta el Hospital Universitario Central de Asturias. Un hombre de 36 años que presentaba un traumatismo en la cabeza para realizarle pruebas complementarias y otro hombre, el único originario de Asturias, trasladado con heridas muy graves.



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