
Dos jóvenes pianistas clásicos; la recreación de un taller de pintura; dos espectáculos en el Corral de Comedias; música electrónica con sello madrileño; un baile de máscaras participativo; un estreno teatral en el María Guerrero
Teatro. 'Los de ahí' en el Centro Dramático Nacional
El Centro Dramático Nacional está programando el último estreno de Claudio Tolcachir, Los de ahí, una obra que reúne a un puñado de personajes marginados, apartados de la forma de vida de los ciudadanos comunes, a los que sirven acercando mercancías a sus domicilios. Atravesando las calles con sus bicicletas, realizan la tarea que evita incomodidades a la clase media, para retornar a su guarida con celeridad, a la espera del siguiente encargo. Los repartidores, más conocidos como 'riders', habitan en una especie de gueto al pie de una montaña de residuos que les separa de sus conciudadanos. Como si fueran intocables, como unos leprosos modernos.
Un extraño dispensador automático les avisa cuando algún paquete va a ser liberado, y de manera aséptica les vomita el encargo, obligándoles a estar siempre alerta para encaminarse a la dirección del solicitante sin un minuto que perder. Se trata de evitar el menor contacto humano en la consecución de su labor.
Los de ahí posee un aire de ensoñación, de pesadilla post-apocalíptica en la que los parias de la sociedad ven pasar el tiempo, acorralados por una presión que les mantiene en los márgenes. Se escucha una jauría de perros que ronda la frontera y les amedrenta, o les llueven bolsas de desperdicios para evidenciar que forman parte del basurero de la urbe.
En las conversaciones se intuye el temor de que en algún momento no lleguen los encargos y haya que emigrar en busca de otro refugio. Un personaje ausente sobrevuela la acción, evocado con devoción y un especial afecto por uno de los pobres diablos que habita ese agujero. Protege la bicicleta que dejó varada como si fuera una reliquia.
En ese ecosistema apartado se desarrollan dos historias de amor no demasiado propias de San Valentín, sustentadas fragilmente, aparentemente imposibles por el desequilibrio entre los integrantes de la pareja, ya sea por la edad, por la falta de integración, o porque simplemente hablan idiomas distintos, aunque les une formar parte de los olvidados. Los sueños y las penurias se comparten en los ratos de espera, destapando una existencia circunstancial, anónima, al borde de la extinción. Son aquellos a los que nadie quiere tratar ni ver. Los de ahí.
- Hasta el 9 de marzo | Teatro María Guerrero | de 9 a 26€ | 90 min.
'El taller de Rubens' en el Museo del Prado (Últimas oportunidades)
¿Cómo funcionarían los talleres de los grandes pintores de la historia? ¿En qué medida los ayudantes colaboraban en la consecución de cada cuadro? Para responder a esas preguntas, el Museo del Prado ha escenificado un entorno similar al que podría encontrarse en el taller de uno de los pintores más prolíficos y exitosos de la Edad Moderna: Pedro Pablo Rubens. Es un montaje que se clausura este fin de semana, por lo que lo enmarcamos en el apartado de últimas oportunidades.
En la exposición se incluyen cuadros realizados por el maestro, otros pintados por sus ayudantes y algunos otros resultantes de la colaboración en diversos grados entre estos y aquel. La posibilidad de ver juntos estos cuadros ayuda al visitante a discernir sus diferentes niveles de calidad. Aunque todos los cuadros que salían del taller de Rubens eran productos de su marca, sus contemporáneos, y él mismo, valoraban más los originales pintados enteramente por el maestro que los de taller.
En este magnífico vídeo del Museo del Prado, se recrea el proceso que en un taller como el de Rubens se seguía para componer una obra de envergadura, ejemplificado en el Mercurio y Argos, pintura a la que hemos reservado la portada de estos Planes de fin de semana.
Para sumergir al espectador en el taller donde Rubens pintó sus cuadros, un cortinaje abre el acceso a la sala 16 B, en paralelo a la galería principal del museo. Junto a las pinturas que forman la exposición, se han reunido utensilios, materiales, muebles y otros objetos característicos del oficio de pintor: pinceles, paletas, telas, tablas, caballetes... así como algunos elementos que evocan a la persona de Rubens, una capa y un sombrero, realizado por la sombrerera Ana Lamata, inspirados en retratos suyos.
Un sugerente espacio con iluminación atenuada permite adentrarse en esta recreación, sin requerir mucho tiempo para disfrutar la experiencia, ya que las dimensiones de la exposición son reducidas. Un complemento perfecto para una visita general al ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}