La Policía solicita un refuerzo sin precedentes para luchar contra el crimen organizado en la Costa del Sol

La Policía solicita un refuerzo sin precedentes para luchar contra el crimen organizado en la Costa del Sol

La Policía Nacional ha solicitado un refuerzo sin precedentes para reforzar su principal unidad contra el crimen organizado en la Costa del Sol: la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco). Si la petición es aceptada por la Dirección General de la Policía (DGP) y el Ministerio de Interior, supondría casi duplicar la plantilla de este grupo especializado en ajustes de cuentas, secuestros o narcotráfico y aproximarse a los 250 agentes. Un incremento de efectivos que iría acompañado de más medios materiales con el objetivo de "golpear duro" a las redes criminales que operan en esta zona. "Se trata de actuar con contundencia para evitar situaciones como las que se están viviendo en Suecia o Países Bajos".

Según ha podido confirmar El Confidencial con distintas fuentes policiales, la solicitud la ha argumentado el nuevo responsable de la Udyco Costa del Sol tras unos primeros meses de trabajo en los que ha diagnosticado las carencias de una unidad que tradicionalmente ha sido la punta de lanza de la lucha contra este tipo de delincuencia. El comisario ha detectado la necesidad de incrementar el número de agentes para hacer frente a una nueva realidad delictiva en la que han entrado en juego bandas procedentes de los países nórdicos y el Este de Europa.

Redes vinculadas al narcotráfico que han cobrado protagonismo en toda Europa por sus despiadados métodos y que están formadas por veinteañeros con pocas neuronas y gatillo fácil. Lo demuestran los tres tiroteos que se produjeron durante la pasada Navidad en el plazo de poco más de una semana. El primero se produjo en Puerto Banús, a plena luz del día y junto a una farmacia. Dos días después, el 26 de diciembre, dos tipos volvieron a nacer tras ser tiroteados en Benalmádena. Y el protagonista del tercero fue un musculado alemán de origen árabe que recibió tres disparos en las piernas mientras salía del Real Club de Pádel de Marbella. Un mes antes, un hombre moría acribillado en un supuesto ajuste de cuentas perpetrado en Fuengirola. Los investigadores hallaron un subfusil escondido bajo un coche.

Todos estos casos siguen en investigación y ponen de relieve la carga de trabajo de unos investigadores que precisan de más medios para atajar la implantación de estas organizaciones criminales, la creciente presencia de armas de guerra y la constante entrada de alijos de drogas. Porque, según explicó una de las fuentes consultadas, "es como cuando se produce una fuga de agua y la taponas con un dedo". Crees que la situación está controlada, pero la presión hace que se abra otra vía que tapas con otro dedo. Y cuando la has cerrado, surge otra. Y otra después. Y una más. Y así hasta que no hay dedos suficientes en las manos y los pies para evitar la inundación.

Pablo D. Almoguera

El refuerzo de la plantilla vendría a mitigar esta falta de efectivos y permitiría aumentar la presión sobre estas bandas criminales de espíritu transnacional. La cifra que se baraja es de más de 100 nuevos agentes —109, concreta una de las fuentes— que vendrían de otros grupos y zonas del país a través de la fórmula de la atribución temporal de funciones (ATF). La tramitación de este tipo de traslado es mucho más ágil y permitiría el regreso de policías malagueños que están fuera de la provincia y aún no pueden hacerlo por concurso.

El comisario de la Udyco Costa del Sol ha trasladado esta necesidad al jefe superior de Policía en Andalucía Oriental, Luis Jesús Esteban Lezáun, con el que mantiene una estrecha relación profesional y que no es ajeno a la problemática del crimen organizado, pues ha tenido un puesto operativo en Huelva, ha sido máximo responsable de la comisaría de Algeciras y ha estado al frente del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Esteban, además, está muy bien considerado en las altas esferas policiales de Madrid y su opinión tiene peso, por lo que su intermediación se considera fundamental para que este proyecto salga adelante.

Pablo D. Almoguera. Málaga

Las fuentes sondeadas por este periódico explicaron que, con el aval de ambos mandos policiales, deben ser la DGP y el Ministerio de Interior quienes faciliten este despliegue. Si aceptasen, prácticamente duplicaría la plantilla de la unidad y permitiría intensificar la presión policial —sobre todo— en la Costa del Sol occidental.

Esta cifra no es desdeñable si tenemos en cuenta que el dispositivo OCON-Sur de la Guardia Civil que el Gobierno autorizó para el Campo de Gibraltar, y que tan buenos resultados dio para golpear a las bandas de Los Castañas, Kiko El Fuerte o El Messi del hachís, contaba con 400 efectivos. En el caso de la unidad de la Policía Nacional, el número de casi 250 agentes aumentaría si se suma la colaboración del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco).

Las características de las nuevas redes criminales, y el protagonismo de los narcos, se observan como un peligro para el modelo social

La Udyco Costa del Sol se divide en dos secciones: Estupefacientes y Crimen Organizado. Y se despliega en los municipios de Málaga, donde está su grueso, con ocho grupos, así como en Torremolinos, Fuengirola, Marbella y Estepona. En estas comisarías locales operan dos grupos de cada sección. La de Vélez-Málaga actúa en la comarca de la Axarquía y su principal cometido son los cultivos de marihuana —con un protagonismo creciente— y la entrada de alijos de hachís por mar. Todos los agentes que forman parte de la unidad dependen orgánicamente de la jefatura provincial, que a su vez responde ante la Udyco Central, de la que procede el nuevo responsable de la unidad en Málaga.

El deseo de los mandos policiales es que en cada uno de los grupos haya —al menos— una quincena de efectivos, lo que permitiría incrementar y acelerar unas investigaciones complejas que requieren de grandes medios.

La Costa del Sol occidental, como se puede comprobar, es el lugar que concentra la mayor parte del despliegue de estos agentes. Esto no es extraño porque sus 100 kilómetros de litoral que transcurren entre la capital y Manilva acogen lo que los expertos definen como uno de los principales centros de operaciones del crimen organizado de todo el mundo. Por ser una de las puertas de entrada de la droga por la vía africana, pero también por ser la base de muchas organizaciones que desde la Costa del Sol gestionan y extienden sus acciones hacia otros países.



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