:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4ea%2F1cf%2F15d%2F4ea1cf15de6b64e50c2790fba2175852.jpg)
Eran unos veinteañeros con ínfulas y pocas neuronas. Con "bastantes antecedentes" por delitos menores, decidieron dar su salto al mundo del narcotráfico desde Benalmádena (Málaga). Y no es que les fuese mal. Crearon un teledroga que distribuía distintas sustancias por Europa y que gestionaban a través de chats en Telegram e Instagram. Pero les perdió la tontería. Videos en redes con fajos de billetes, largas noches en exclusivas discotecas de Marbella y lujos como el alquiler de Lamborghini Urus. "Patrocitos del mal", señaló irónicamente una de las fuentes consultadas.
Este era el prototipo de los componentes de una red de tráfico de estupefacientes desmantelada por la Policía Nacional en una operación desarrollada a mediados de enero en la localidad benalmadense y que se ha extendido a Alemania. Una intervención que ha sido la culminación de un año de pesquisas que ha permitido descubrir una serie de zulos en los que se cultivaban marihuana.
Un total de 13 personas han sido detenidas por su vinculación con este grupo organizado. Dos de ellas, en territorio germano. Mientras que el resto, en la zona de Arroyo de la Miel de la citada localidad malagueña, que es desde donde operaban.
Desarticulada una red que usaba empresas de paquetería para enviar droga al extranjero
EFE
Una red internacional compuesta por millenials que, como es lógico, se apoyaba en las nuevas tecnologías y el comercio electrónico para desplegar su negocio ilícito. Un servicio de teledroga que —principalmente— distribuía hachís y cannabis por Europa. Las fuentes consultadas por El Confidencial explicaron que este grupo criminal utilizaba canales de Telegram e Instagram para gestionar y cerrar envíos de dichas sustancias que traspasaban las fronteras del país.
Los investigados, algunos de ellos, de origen extranjero, utilizaban servicios de mensajería para hacer llegar a sus compradores los pedidos. No obstante, una serie de aprehensiones de paquetes con droga llevó a los presuntos narcos a cambiar su modus operandi y, para poder evitar los filtros de seguridad, comenzaron a utilizar consignas para depositar los estupefacientes.
Entonces ya estaban bajo el foco de los especialista de la Udyco Costa del Sol, que durante meses han seguido sus pasos para desentrañar sus actividades delictivas y profundizar en los perfiles de los sospechosos. Una vez fueron identificados los implicados, la primera característica común que constaron es que acumulaban numerosos antecedentes por infracciones penales como robos. La otra que llamó la atención fue su carácter ambicioso. No estaban dispuestos a quedarse con las migajas. Por eso forjaron un entramado ágil y eficiente para coger su parte del negocio de la droga.
Los negocios les reportaron un rápido beneficio y posibilitaron la apertura de canales de distribución en países como Alemania, Francia, Polonia, Países Bajos, Reino Unido y Bélgica. El paso definitivo lo dieron cuando decidieron eliminar elementos de la ecuación, promoviendo sus propios cultivos de maría para aumentar los ingresos. Para no ser detectados, los instalaron en zulos.
El flujo de pasta aumentó, y acabó mostrando las carencias de unos delincuentes que no supieron gestionar su —moderado— éxito. "Se fundían el dinero", señalaron fuentes cercanas al caso, que explican que los detenidos comenzaron a exhibir una opulencia cani que fue captada en intensas sesiones de cyberpatrullaje.
Los detenidos se exhibían en redes sociales enseñando fajos de billetes y alquilaban coches de lujo para impostar su 'status'
Se exhibían en Internet mostrando fajos de billetes, circulaban con coches Porsche alquilados y los fines de semana se iban de fiesta a discotecas marbellíes Olivia Valere o Mogli. Eran noches de vino y rosas. O mejor dicho, de clubes de playa y Moët & Chandon. Pero todo llega a su fin.
Los pasados 21 y 22 de enero, después de que las autoridades alemanas detuvieran a dos personas, los responsables del caso precipitaban un operativo que se saldó con la captura de 12 personas en varias municipios de las provincias de Málaga y Sevilla y a las que se les imputa, entre otros, delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal. La decena de registros realizados, además, han permitido la incautación de más de 130 kilos de marihuana y hachís, así como de dos escopetas y una pistola Glock que supuestamente tenían para defender las plantaciones de posibles robos. También se intervino una importante cantidad de dinero.
Seis de los detenidos en la segunda fase de la intervención han ingresado en prisión.
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