
Mientras que los arándanos maduros y dulces son perfectos para postres, batidos o como 'snack', los más ácidos se suelen utilizar en mermeladas o salsas para acompañar carnes.
Los arándanos son un alimento cada vez más popular en todo el mundo, y España no es la excepción. Su versatilidad en la cocina y sus múltiples beneficios para la salud los convierte en un ingrediente estrella tanto en recetas dulces como saladas, pero existe un detalle que sorprende cuando nos los llevamos a la boca: su sabor es diferente de unos a otros.
Mientras que algunos arándanos son dulces y perfectos para postres, otros tienen un toque ácido que pega más para platos salados o salsas. Así que, ¿cómo distinguirlos sin necesidad de probarlos? Gracias a un truco súper fácil que ha subido el perfil de Instagram @realfooding, ahora ya se sabe cómo diferenciarlos, y tan solo se necesita agua.
El truco del agua
El truco es tan simple como efectivo, de ahí su éxito en redes sociales y que todo el mundo lo esté poniendo en práctica. Para saber si un arándano es dulce o ácido sin tener que morderlo, solo se necesita un bol con agua.
El procedimiento es el siguiente: hay que llenar un recipiente con agua, echar los arándanos dentro y observar lo que ocurre. Los arándanos que se hunden son más dulces, lo que indica que están maduros y contienen un mayor contenido de azúcar. Por otro lado, los que flotan tienen un sabor más ácido, ya que están menos maduros y su nivel de azúcares es menor.
Los más dulces son perfectos para utilizarlos como ‘topping’ en un yogur natural, ponerlos sobre tortitas recién hechas o incluirlos en postres como tartas, muffins o batidos. Además, estos arándanos maduros también se pueden disfrutar directamente a modo de ‘snack’ saludable.
En cambio, los arándanos que flotan y, por tanto, los más ácidos, no son la mejor opción para consumir en crudo, pero son ideales para preparar mermeladas caseras, donde el azúcar que se heche a la receta compensa esa acidez. También son perfectos para elaborar salsas con las que acompañar carnes.
Este sencillo ‘tip’ no solo es útil para elegir en que tipo de recetas usar esos arándanos, sino que también resulta muy eficaz para las personas a las que solo les guste un tipo de sabor y no quieran jugársela al azar.
Otros trucos para diferenciar los arándanos
Además del popular truco del agua, existen otras técnicas que ayudan a identificar si los arándanos son dulces o ácidos. Una de ellas es observar su color y apariencia: los más maduros suelen tener un tono azul oscuro y uniforme, mientras que los menos maduros son más claritos o incluso se ve en ellos un matiz rojizo, lo que indica un sabor más ácido perfecto para ensaladas.
Otra señal a tener en cuenta es la textura. Los arándanos dulces tienden a ser más firmes al tacto, pero un poco blandos cuando se presionan. Por el contrario, los más ácidos suelen ser más duros y no ceden al apretarlos.
Por último, el olor puede ser una pista muy útil. Los arándanos maduros desprenden un aroma dulce y agradable, mientras que los inmaduros no suelen tener ningún tipo de olor.
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