La San Silvestre Vallecana cumple sesenta años de pasión, corazón y cabeza: "No se puede comparar"

El día 31 de diciembre está marcado en el calendario de prácticamente todo el mundo. Pero para Jesús España y Nuria Fernández tiene un significado especial. Durante muchos años, cambiaron las lentejuelas y corbatas por zapatillas deportivas para correr los diez kilómetros de la San Silvestre Vallecana: "Para mí ya era la mejor carrera del mundo, antes de que se coronase como la mejor carrera del mundo", cuenta una emotiva Nuria Fernández a El Confidencial. Ganadora de un oro en el Europeo de Barcelona en 2010 y una plata en París en 2011, la corredora no puede evitar mostrar un inmenso entusiasmo por la carrera que este 2024 cumple 60 años.

Fue en 1964 cuando Antonio Sabugueiro dio el pistoletazo de salida de una carrera en la que participaron 59 personas. Hoy son más de 42.000 quienes correrán la popular y 1.700, la internacional. Hijo de un funcionario de Correos, llegó desde Ourense, su tierra natal, cuando a su padre lo destinaron a la capital. Antes, en los años que vivió en Galicia, jugó al fútbol en varios equipos. "Pero cuando llegué a Madrid, como no conocía a nadie, dejé de hacerlo", cuenta Antonio a este medio. Entonces, comenzó a interesarse por otros deportes.

Los años pasaron y Antonio empezó a trabajar como directivo en una empresa que operaba para Renfe. En su tiempo libre, e impulsado por su pasión por el deporte, Sabugueiro llegó hasta la directiva del Rayo Vallecano, y allí creó las Secciones Deportivas del club, el único momento en el que esta compañía deportiva ha apostado por otros deportes como el baloncesto, balonmano o rugby. Apasionado por el deporte, en la mente de Sabugueiro aún faltaba en Madrid una prueba de atletismo urbana. La idea acabó de fraguarse en la cafetería Bellaluz de la calle Monte Igueldo, en Vallecas. Desde entonces, ha ido cocinándose a fuego lento una de las tradiciones que componen la capital. El éxito de esta prueba reside en la constancia y la visión de Antonio, según coinciden Nuria y Jesús: "Él quiso traer a los mejores del mundo y lo consiguió".

Rodeado de amigos y a sus 92 años, celebra este mes de diciembre las seis décadas de su carrera. "José María García me llamaba a las doce y una de la mañana para hablar sobre el tema, sin él esto no sería posible", cuenta el gallego tras fundirse en un cálido abrazo con el periodista. En los corrillos que se forman en la celebración de esta efeméride, resuenan voces que afirman contundentemente: "Este hombre ha hecho historia".

Antonio Sabugueiro en la presentación de la 60 edición de la San Silvestre Vallecana (EFE)

Las retransmisiones en la radio fueron las que animaron a Jesús España, campeón de Europa en 2006, a pasarse por la San Silvestre. Recuerda que en el año 97, fue a verla con amigos y sintió la necesidad de correrla por el ambiente que tenía: "No hay ninguna que se acerque a la vallecana en cuanto a animación", reconoce. Desde el año 98, cuando tenía 21 años, y hasta el 2012, el atleta ha corrido hasta en 14 ediciones la prueba internacional. "El prestigio que da ganar en Vallecas no tiene nada que ver", señala y añade entre risas: "Hay mucha gente que no es del mundillo del atletismo, que no pregunta nunca cuando te estás preparando ni el Mundial, ni el Europeo ni nada. Sin embargo, cuando llega diciembre te empieza a preguntar todo el mundo si vas a correr la San Silvestre".

La carrera comenzó únicamente con el recorrido popular, pero pronto los organizadores consiguieron traer a los mejores del mundo y así alcanzó su máximo esplendor los kilómetros internacionales que acaban dentro del estadio de Vallecas.

Nuria Fernández no tiene dudas sobre cuál ha sido su San Silvestre más especial. "La última, porque fue la carrera con la que me retiré", señala. Para ella, que cada vez haya más mujeres que puedan salir a hacer deporte el último día del año es lo más especial y el mayor cambio después de tanto tiempo: "Las mujeres ese día son las que están preparando la cena y siempre son las últimas en todo. Pero cada año hay más chicas y eso quiere decir que trabajamos todos en casa. A mí eso me ha llegado al alma".

Nuria Fernández en Barcelona 2010 (EFE)

2018 fue el adiós de Nuria a la carrera internacional, pero aún corre la popular: "Yo creo que todos deberían correrla al menos una vez en la vida", proclama con entusiasmo. "Para mí es la carrera de mi vida. La he corrido durante veinte años salvo cuando estuve embarazada". Tanto para Nuria como para Jesús, la entrada en el estadio del Rayo es el momento culmen, "pareces una estrella de rock", comenta España y prosigue: "Hay tanta gente que te hacen sitio cuando vas en cabeza. Tú piensas, 'yo por ahí no puedo pasar', y luego el coche de carrera te hace un pasillo humano que la verdad que es espectacular".

A simple vista, el creciente número de personas que cada año participa en esta carrera es el principal cambio que ha sufrido a lo largo de su historia. Pero hay mucho más: organización, distancia o premios. León Cuenca, oficial de la Comisaría de Servicios Especiales de Madrid, reconoce que "ya es una costumbre arraigada en la ciudad". El despliegue policial de ese día es "espectacular" y toda una obra de coordinación. Unos 250 agentes entre municipales y de movilidad se despliegan en un dispositivo para garantizar la seguridad de corredores y del público.

El tesón de Jesús, los numerosos patrocinios y la participación de estrellas del atletismo han aupado a esta carrera hasta convertirse en una de las más esperadas por los profesionales. Pero para los corredores de toda la vida, sigue siendo "hogar". "Nos ha ayudado a ver las carreras de otra forma, a disfrutarlas", reconoce Fernández, mientras que comenta ilusionada: "¡Mira, se me ponen los pelos de punta!". Por otro lado, Jesús no puede evitar mirarla con nostalgia aunque admite que hace años que no va a verla porque es un día de "mucho que hacer en casa". Sin embargo, deja una puerta abierta: "Mi hijo irá a verla este año y estoy seguro de que querrá correrla el año que viene. Entonces a lo mejor esa sería mi excusa para volver otra vez a ir por allí".

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