Conseguir que un chuletón nos quede jugoso, tiene una serie de pasos que siguen los restaurantes y que cualquiera puede hacerlo en su cocina.
La carne de vacuno en España, es uno de los productos gastronómicos más consumidos, ocupando el séptimo puesto, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, en Europa está posicionada con el sexto puesto en producción de carne.
Como seres, esencialmente omnívoros, el consumo de carne se remonta desde hace siglos, convirtiéndose en el pilar de nuestra dieta, tanto por la energía y las proteínas que nos aporta. Es por eso que, en muchos locales, es el producto estrella, pero también es parte de la cocina de muchos hogares.
Preparar un chuletón parece sencillo, no obstante, muchas veces nos damos cuenta de que la carne acaba con un toque seco y nos preguntamos qué hacen los establecimientos gastronómicos para conseguir esa textura jugosa que tanto nos gusta y que es un deleite para nuestro paladar. Cabe mencionar que el problema no son los pasos para conseguir una receta de restaurante, porque muchas veces no tenemos la guía o información, ya que lograr ese punto es fácil y cualquiera puede obtener.
Cómo conseguir la textura jugosa de la carne
Los pasos no son complicados, simplemente es tener en cuenta los detalles que hacen posible una carne sabrosa. Por esta razón, vamos a explicar cómo cocinar un chuletón a la plancha y que, en el intento, este no acabe seco.
Primero, y antes de comenzar, debemos tener en cuenta la calidad de la carne. Asimismo, si el chuletón resulta una carne fuera de nuestro bolsillo o presupuesto, podemos optar por otros cortes. Por ejemplo:
- Entrecot: perfecto para la parrilla y hamburguesas.
- Rabillo de cadera: Ideal para parrillas al punto.
- Punta de solomillo: parecido al típico solomillo, este producto puede sacar su máximo potencial si lo condimentamos y marinamos.
Cuando tengamos lista la carne, procedemos con el primer paso. Antes de poner el vacuno a la sartén, debemos esperar a que se caliente a fuego alto. Mejor si nuestro artefacto está hecho de acero o hierro.
Luego, sazonamos la carne, primero secando nuestro chuletón con papel absorbente. Preferiblemente, se debe utilizar sal gruesa y lo ponemos en ambos lados. Igualmente, la pimienta negra será un gran aliado, además de las especias que nos gusten más, como el comino.
Antes de poner a la sartén, se recomienda ver si la carne es un corte que tiene mucha grasa, puesto que si este tiene mucha cantidad ya no es necesario echar bastante aceite.
Cuando llegamos al paso de colocar la carne sobre la sartén, es cuando esperamos tres minutos por cada lado para que se dore de forma uniforme. Ojo, si nuestra carne tiene hueso en los laterales, podemos utilizar pinzas para cocinarlas. Si nuestra pieza, como el chuletón, comienza a pegarse al principio, no debemos preocuparnos porque es algo normal.
Cuando observamos que la carne ya está dorada, bajamos el fuego a intensidad media para conseguir un término-medio y continuamos con los tres minutos en cada lado. Para el punto poco hecho, bajamos el tiempo a 1 minuto por lado.
Aquí viene el paso fundamental. Básicamente, tenemos que retirar la carne en un plato con papel aluminio para envolverlo y dejarlo de 7 a 10 minutos. De esta manera nos aseguramos de que el chuletón quede jugoso y perfecto.
Finalmente, antes de servir cortamos en tiras y podemos añadir más sal a nuestro gusto personal. Recordamos que este tiempo de reposo en primordial, ya que si cortamos sin esperar, todo el jugo se podría salir de nuestro chuletón y así perdemos la textura que deseamos.
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