El proyecto Hyperloop, propuesto por el empresario Elon Musk, pone a prueba su tecnología a través del proyecto LIMITLESS.
El proyecto Hyperloop, propuesto en 2013 por el empresario Elon Musk, consiste en desarrollar unos tubos sellados al vacío a baja presión para que los trenes puedan circular a una velocidad de entre 700 y 1.200 kilómetros por hora, además, utiliza un sistema de levitación magnética para impulsar unas cápsulas cilíndricas.
De cara a un futuro, este nuevo método de transporte de alta velocidad será capaz de llevar pasajeros desde Zaragoza (España) a Berlín (Alemania) en tan solo dos horas, sin embargo, antes de hacer realidad este objetivo, dicho tren bala tiene que superar una serie de pruebas. Aunque, recientemente, la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) ha estado probando la tecnología Hyperloop a través del proyecto LIMITLESS.
Esta iniciativa mencionada es un modelo a escala 1:12 de un tren Hyperloop, con un diámetro de tubo de 40 centímetros y una circunferencia de pista de 125,6 metros. Además, el diario New Atlas revela que "se han realizado un total de 82 pruebas a solo 50 milibares de presión. De ellas, en la prueba más larga, la cápsula recorrió 11,8 kilómetros y en su prueba más rápida alcanzó una velocidad máxima de 40,7 kilómetros por hora.
Por lo tanto, estas cifras dan a entender que es la distancia más larga recorrida por una cápsula de vacío hasta el momento. No obstante, si se amplía este récord, sería el equivalente a 141,6 kilómetros, mientras que el tren alcanzaría una velocidad máxima de 488,2 kilómetros por hora.
New Atlas añade que, si bien aún queda mucho trabajo por hacer, las pruebas LIMITLESS muestran que Hyperloop aún tiene posibilidades de acelerar los viajes de larga distancia".
El tren Hyperloop tiene competidor en Europa
IronLev se adapta a las vías tradicionales y consigue levitarse al crear una bolsa de aire entre los patines del tren y los carriles de la vía. Sus patines tienen forma de 'u' invertida para envolver a los carriles de la vía, de esta manera, al tener este tipo de forma, el tren queda flotando sin necesidad de electricidad porque utiliza un sistema magnético.
IronLev fue testado en una ruta de Adriá-Mestre de dos kilómetros de distancia, cuya velocidad fue limitada a 70 kilómetros por hora. Sin embargo, la velocidad máxima que, en teoría, puede alcanzar son 500 kilómetros por hora.
La próxima prueba tendrá lugar dentro de dos años y se realizará a unos 200 kilómetros por hora con un vagón de 20 toneladas.
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