Rutas alternativas y más metro: el plan de Madrid para que las obras en la A-5 molesten menos

Rutas alternativas y más metro: el plan de Madrid para que las obras en la A-5 molesten menos

La cuenta atrás para soterrar la A-5 y construir el Paseo Verde del Suroeste está a punto de empezar. Las obras comenzarán el próximo 15 de octubre y el Ayuntamiento de Madrid ha diseñado un plan de movilidad para reducir el impacto de los trabajos en el día a día de conductores y vecinos. Entre las medidas planteadas está reforzar las conexiones de metro en las líneas que atraviesan el entorno de las obras y las que discurren por vías alternativas, la L5, la L10 y la de metro ligero, ML3, que viene de Boadilla del Monte. También se proponen itinerarios alternativos o incorporar más señales por la ciudad, además de estrategias de contingencia ante emergencias o accidentes de cualquier tipo.

Durante los meses que durarán las obras estará vigente este plan, sobre todo cuando se actúe sobre el tramo entre la avenida de Portugal y los alrededores de la del Padre Piquer. La actuación la coordinará el Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante. Fuentes del departamento detallan que la "complejidad técnica y de gestión" de la intervención conllevará que la hoja de ruta vaya adaptándose a cada fase.

Conforme avancen los trabajos, la capacidad viaria se reducirá cada vez más, aunque el consistorio –que elabora el plan junto al Consorcio Regional de Transportes– asegura que incluso en los momentos de "mayor afección" a la movilidad se mantendrán al menos dos carriles por sentido.

Andrea Farnós

Los trabajos están divididos en dos lotes. Por un lado, el que va de Padre Piquer a Batán, que incluye obra civil, instalaciones y el viario en superficie, además de una nueva glorieta situada en avenida de los Poblados, al sur de la A-5, que servirá para redistribuir la movilidad en el entorno. Desde Batán a la avenida de Portugal será el siguiente tramo, en el que también se contemplan las comunicaciones telemáticas del nuevo túnel con el resto de la red que gestiona Calle 30, la mercantil que vela por las obras o reformas en la vía de circunvalación. Mientras duren las actuaciones, habrá cambios excepcionales.

Refuerzos en las conexiones

Las medidas que se concretan afectan a los diversos modos de transporte público. Por un lado, las líneas de la EMT (Empresa Municipal de Transporte) directamente afectadas se reforzarán un 7,3%. Son la ruta 36 entre Atocha y Campamento, la 39 entre Plaza de España y San Ignacio y la 65 desde Benavente a Gran Capitán. De las que no están directamente afectadas, pero sí discurren alternativas al eje de la A-5, se intensificarán en la misma medida las líneas 17 (Plaza Mayor-Parque Europa), 34 (Cibeles-Las Águlas) y 138 (Cresto Rey-San Ignacio).

Asimismo, se crearán dos puntos de rotura de carga de las líneas interurbanas para evitar el "previsible impacto" sobre la movilidad. Esta medida implica que algunas líneas llegarán hasta Príncipe Pío como hasta ahora, y otras se quedarán en Aviación Española o en Cuatro vientos. Las líneas de metro 5 y 10 mejorarán su oferta un 9% mientras que duren las obras, y se ha solicitado hacer lo propio con la C-5 de Cercanías, que depende del Ministerio de Transportes y no es competencia del Ayuntamiento.

Propuesta de itinerarios alternativos

En lo que afecta a la movilidad exterior del ámbito, estas son las principales alternativas que se contemplan: entrar a Madrid por la A-5R y su enlace con la M-40, alcanzando la M-30 norte mediante la M-503 y la parte sur con la A-42. Salir de la ciudad mediante la conexión de la A-5 con la M-30 sur se puede realizar a través de la A-42 o la Vía Lusitana y de ahí a la M-40 o incluso a través de la salida de General Ricardos para alcanzar la Avenida de los Poblados.

I. S. Calleja

Para los coches que llegan del norte de la M-30, el consejo del Ayuntamiento es que utilicen la conexión con la A-6 para llegar a la M-40, y de ahí continúen con la A-5 en sentido de salida, a la altura de Cuatro Vientos. Para la movilidad interior, que afecta más al tráfico de barrio, se recomienda optar por la calle Sepúlveda y la del Concejal Francisco José Jiménez Martín, a través de Caramuel, como vías preferentes para conectar con el Paseo de Extremadura y entrar a la M-30. Habrá ajustes en los semáforos de los cruces ubicados en caminos afectados, para coordinar así los enlaces propuestos en las distintas fases de la obra.

Más señalización sobre los cambios

Habrá nuevas señalizaciones que ayuden a regular el tráfico ante una situación excepcional como es esta. Por ejemplo, en partes de la M-40 o tramos de vías urbanas como la Vía Lusitana o la avenida de la Peseta. En el nudo de esta autopista de circunvalación con la A-5 también habrá, para avisar a los conductores que acceden desde Móstoles y Alcorcón. Lo mismo en el enlace de la R-5 con la M-45 y alrededores, o en las zonas que informan de las conexiones con la M-503 y la M-511, o en la parte de la M-501 previa a las conexiones con la M-40.

Varios coches en la A-5, a la altura de la Avenida de los Poblados. (Jesús Hellín/Europa Press)Varios coches en la A-5, a la altura de la Avenida de los Poblados. (Jesús Hellín/Europa Press) Varios coches en la A-5, a la altura de la Avenida de los Poblados. (Jesús Hellín/Europa Press)

Además, se ampliará la señalización dentro de la almendra central en vías como el Paseo de Santa María de la Cabeza, donde hay un panel variable antes del túnel y en puntos como la glorieta de Pirámides o la calle de Toledo; o en los principales viales de la zona sur, como la avenida de los Poblados, para recordar los nuevos itinerarios. En esta parte de la ciudad también ocurrirá en algunos túneles, así como en salidas como la de la zona universitaria, el distrito de Chamberí o el centro.

Monitorizar el tráfico y prever emergencias

Para que todo esto sea efectivo, el Ayuntamiento tiene previsto monitorizar el tráfico en tiempo real para conocer el flujo que discurre durante las obras, y tratará de indicar cómo actuar ante emergencias o posibles accidentes desatados durante los trabajos. "El objetivo es controlar las emergencias de manera eficaz y con recursos materiales suficientes para solventar posibles desvíos o incidentes, reforzando la comunicación con los operadores y gestores de las diferentes redes de transporte", ha detallado el equipo de José Luis Martínez-Almeida, refiriéndose a Calle 30, Policía Municipal y el Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento.

En definitiva, la intención del Ayuntamiento al término de las obras será "recuperar el espacio para los vecinos que ahora copa la autovía", y que separa los barrios de Lucero, Aluche o Las Águilas de los de Campamento y Casa de Campo. Por la A-5 circulan diariamente 80.000 vehículos, pero la cifra se reducirá un 90% en superficie, si todo va según las previsiones anunciadas por el consistorio. Cubrir la autovía "permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado" que va desde Portugal hasta Padre Piquer, en una actuación de 3,2 kilómetros en total.



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