Una buena nutrición es fundamental para mantener el bienestar general y prevenir enfermedades. Los nutrientes adecuados permiten que nuestro cuerpo funcione...
Una buena nutrición es fundamental para mantener el bienestar general y prevenir enfermedades. Los nutrientes adecuados permiten que nuestro cuerpo funcione correctamente, reforzando el sistema inmunológico, proporcionando energía, y ayudando en el crecimiento y la reparación de tejidos. Además, una dieta equilibrada puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
Las vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales juegan roles cruciales en funciones corporales, como la producción de hormonas, el desarrollo del cerebro y la salud ósea. Por otro lado, una alimentación inadecuada puede llevar a problemas de salud como la obesidad, la desnutrición, y deficiencias específicas que pueden afectar la calidad de vida.
Básicamente, comer bien es como poner el mejor combustible en tu coche: te permite funcionar a pleno rendimiento y mantenerte en óptimas condiciones. Para saber cómo lograr una buena alimentación y estar alerta sobre muchos mitos y dietas milagrosas, entrevistamos a Mónica Pérez, directiva del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidenta de la Asociación Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Extremadura (AEXDN).
España encabeza las listas de obesidad infantil y sobrepeso en Europa. ¿En qué estamos fallando como sociedad y cómo se puede revertir?
Curiosamente, hasta hace muy poco España era el único país de la Unión Europea sin dietistas-nutricionistas en Sanidad Pública, y ahora se reduce a un número escaso y en alguna CCAA, por lo que el acceso a dicho profesional se acota a aquellas personas que puedan permitírselo. Asimismo, la nutrición debería estar más presente en centros educativos.
A título individual, nos hemos alejado de la comida tradicional y se abusa de alimentos ultraprocesados, comida rápida y azúcares; siendo recomendable volver al consumo de legumbres y vegetales, cereales integrales, proteínas animales de calidad y alimentos locales y de temporada. Llevar una vida sedentaria no ayudad a reducir esas cifras de obesidad, siendo imprescindible llevar una vida activa y realizar actividad física (casi) a diario.
¿Qué cambios simples puedo hacer para mejorar mi dieta diaria?
Priorizar los alimentos de origen vegetal, intentando que, al menos, supongan el 50% del consumo de alimentos del día. Incluir las legumbres de 2 a 4 veces por semana. Elegir cereales integrales o de grano entero frente a las harinas refinadas. Disminuir el consumo de carne en caso de que éste sea elevado y optar por carne y pescado fresco. Evitar los alimentos ultraprocesados, los azúcares y el alcohol.
Debemos priorizar los alimentos de origen vegetal, intentando que, al menos, supongan el 50% del consumo de alimentos del día.
¿Cuáles son algunos mitos comunes sobre la nutrición que te gustaría desmentir?
Una copa de vino en las comidas protege el corazón: no existe una cantidad óptima de consumo de alcohol. Y si queremos beneficiarnos de los antioxidantes de la uva…¡comamos uvas!
Comer fruta antes de las comidas adelgaza: comamos fruta antes, durante o después de las comidas, las calorías son las mismas. Si la comemos antes, quizá nos quite el apetito y comamos menos cantidad del plato principal, pero no por otra razón.
El agua con limón en ayunas quema grasa: ni en ayunas ni en ningún otro momento del día. Los adipocitos (células grasas) no se rompen y eliminan por el consumo de limón. De hecho, tomarlo en ayunas podría ocasionar molestias gástricas.
Tomar agua con limón en ayunas podría ocasionar molestias gástricas.
¿Cuántas comidas al día recomiendas y en qué proporciones?
Ni tenemos que hacer cinco comidas al día, ni comer cada 2 horas, ni hacer ayunos de x horas. Lo más recomendable es comer el número de veces al día que mejor se adapte a nuestros hábitos, horarios y actividad física. De manera generalizada, las tres comidas al día (desayuno, comida y cena) suelen ser las que mejor se adaptan a nuestros hábitos y costumbres, con una o dos colaciones opcionales en función de otros factores.
Habitualmente la comida de mediodía suele ser más abundante por nuestro ritmo de vida y horarios laborales, aunque aquellas personas que, por ejemplo, tengan turno de noche, deberían reforzar más la cena que otra persona que se vaya a dormir.
¿Qué importancia tiene el desayuno en la dieta diaria?
Aunque el refrán de “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo” deja entrever la imp... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}