El español aseguró que se sentía mal por lo sucedido, pero no arrepentido.
El pasado 29 de agosto, Daniel Sancho conoció su condena a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato con premeditación y posterior descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Desde entonces, su equipo legal trabaja para que el hijo de Rodolfo Sancho pueda cumplir su condena en España.
Este viernes, En boca de todos ha accedido, en exclusiva, a lo que sucedió en el interior de la sala en la que se celebró el juicio contra el chef, quien apuntó: "Antes de viajar a Tailandia, nunca había tenido una relación sexual con Edwin. Nunca le he mandado una foto desnudo a su móvil. Yo no sabía si a Edwin le gustaba o no, no le invité a tener relaciones sexuales, pero se dio el caso".
Sin embargo, aunque Daniel Sancho primero admitió que existía un vínculo entre él y el cirujano, ante el juez se encargó de negarlo y denunció las supuestas amenazas de la víctima: "Edwin se acercó para estrangularme. Me amenazó con revelar una foto con dos mujeres y enviársela a mi novia. También, con hacer daño a mi hermana y a mis seres queridos".
En lo que respecta a cómo se dio el asesinato, Daniel Sancho señaló ante el magistrado: "Él me mordió la mano y por eso le di un puñetazo y es cuando se dio con la cabeza en el lavabo. No pedí ayuda porque estaba asustado. Me dijo que era una persona muy influyente".
Además, el juez señaló en la sala las contradicciones de Daniel Sancho ante el miedo a contar lo que había sucedido, pero no al comprar los cuchillos con los que, supuestamente, descuartizó al médico: "He trabajado como chef, tengo experiencia en el uso de cuchillos y tiré la mayoría de órganos en Koh Phangan".
Finalmente, Daniel Sancho, pese a que pidió disculpas por lo sucedido, no se mostró arrepentido: "Me siento mal por lo que pasó, pero no culpable. Mis acciones fueron en defensa propia".
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