Nacido durante la Guerra Fría, el juego pasó por históricos conflictos comerciales para convertirse en un fenómeno global.
En 1984, un joven programador soviético llamado Alexey Pajitnov, que trabajaba en la Academia de Ciencias de Moscú, creó Tetris inspirado en el juego del pentominó, donde hay que organizar en una caja distintas formas geométricas. Pajitnov diseñó un programa simple, en blanco y negro, en el que las piezas caían a toda velocidad, desafiando al jugador a encajarlas en una cuadrícula.
Rápidamente el rompecabezas se convirtió en un éxito en la Unión Soviética, donde se propagó a través de disquetes copiados cuando la propiedad intelectual sobre el software sonaba a ciencia ficción. En consecuencia, ni Pajitnov ni la Academia de Ciencias tenían los derechos del juego, lo que permitió que fuera distribuido libremente en todo el mundo.
Su nombre, Tetris, fue creado a partir de la combinación de la palabra ‘tetra’ (cuatro en griego) y tenis, el deporte favorito de Pajitnov.
La conquista de oriente y occidente
En 1986, el empresario húngaro Robert Stein trató de registrar el Tetris bajo su compañía, Andromeda Software, para lo que se puso en contacto con la Academia de Ciencias de Moscú. Tras la indiferencia mostrada por la academia, Stein contactó directamente con Alexey, al que ofreció 12.000 dólares de la época por la cesión del juego. A dicho fax, Pajitnov respondió que sonaba bien y era negociable, lo que parece que se sobreentendió como un acuerdo aceptado, y Stein comenzó a comercializar los derechos europeos y norteamericanos sobre el juego.
Sin embargo, cabe recordar que Alexey no poseía ningún derecho sobre su propio juego, por lo que no podía aceptar o rechazar una venta que se basaba en una propiedad inexistente. Cuando Stein estaba a punto de lanzar Tetris, recibió un aviso de Elorg, una agencia gubernamental soviética que controlaba el comercio exterior de software, afirmando que el lanzamiento era ilegal ya que Tetris les pertenecía. Stein tuvo que viajar a Moscú y usar toda su capacidad de persuasión para obtener la autorización y los derechos de venta de Tetris.
Un par de años más tarde, en 1988, el diseñador de videojuegos neerlandés Henk Rogers descubrió Tetris en una feria de Las Vegas y vio su potencial comercial. A través de su empresa, Bullet-Proof Software, Rogers vendió más de dos millones de copias de Tetris para PC y la consola de 8 bits Nintendo Famicom (acrónimo de Family Computer) en Japón.
La lucha por los derechos del juego fue larga y compleja y alcanzó millonarias demandas que involucraron a Nintendo, Atari Games e incluso presiones sobre el que era líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, para que beneficiara a una u otra compañía. A inicios de los años 90, casi una docena de compañías del mundo creían tener los derechos exclusivos sobre el Tetris. Finalmente, en 1996, se llegó a un acuerdo que reconoció a Pajitnov como el creador del juego.
En el 2002, Alexey Pajitnov y Henk Rogers fundaron Tetris Holding, tras la compra de la licencia a Elorg, que se había convertido en una entidad privada con la disolución de la Unión Soviética. Actualmente, esta compañía, junto a la sucesora de Bullet-Proof Software, propiedad de Rogers, comparten al cincuenta por ciento todos los derechos de la marca Tetris.
Pajinov elaboró el Tetris en un ordenador que no podía generar gráficos, por lo que utilizó los símbolos de espacios y paréntesis para representar los bloques que tenía en mente.
Un icono de la cultura pop
El juego del Tetris se convirtió en un fenómeno global, presente en consolas, ordenadores, teléfonos móviles y más de 65 plataformas, que le ha valido varios récords mundiales en el Libro Guinness: sigue siendo el juego más distribuido del mundo, y también fue el primero en viajar al espacio. Su diseño simple y adictivo lo convirtió en un juego accesible para personas de todas las edades y culturas. El juego ha sido adaptado a innumerables versiones y ha inspirado a una gran cantidad de juegos derivados.
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