El ministro de Transportes, Óscar Puente, defendió a capa y espada el servicio ferroviario en España este viernes, pese a las continuas incidencias registradas a lo largo del verano, que han sumido la red en un caos constante, con una espiral de averías y retrasos que han puesto de manifiesto los problemas del servicio. “El tren vive en España el mejor momento de su historia”, presumió el dirigente socialista, casi ajeno a la revuelta contra su gestión.
El titular del tamo, que compareció en el Senado a petición del Partido Popular, tachó las críticas de la oposición de "partidistas" e "irresponsables". “Solo falta escuchar que con Franco los trenes iban mejor”, destacó. El ministro se refería a los comentarios respecto al deterioro del servicio en poco tiempo, algo que se afanó en desmentir de forma tajante, pese a las evidencias. Puente reconoció que existen carencias y deficiencias en algunos puntos, pero que las cifras de kilómetros de red ferroviaria y pasajeros estaban al alza.
El ministro tiró de historial para justificar su mensaje: "En 1992 solo se movían seis trenes al día por sentido, 4.164 plazas. Hoy, cada día, se mueven en España 532 trenes con 115.000 personas". Y respecto a los retrasos, aseguró que el 76% de los viajes llegan en hora. También añadió el aumento de las frecuencias, como que existen 35 trayectos diarios de Madrid a Barcelona y 47 a Valladolid. "Mi Valladolid", dijo.
Retrasos en trenes de alta velocidad por una incidencia de electrificación en Chamartín
H. O.
La realidad es que están siendo unos meses caóticos en la red ferroviaria, con sucesos prácticamente todas las semanas, como el episodio de los viajeros rompiendo las ventanas de un tren averiado para coger aire y salir del convoy. Cuando no es un retraso en Cercanías, es una incidencia en una vía. Ni siquiera la medida del Verano Joven —que reducía con creces el precio de los billetes para menos de 30 años— ha conseguido contrarrestar en cabreo por el colapso continúo.
El propio Puente reconoció que este verano estaba siendo "complicado" y pidió "disculpas" por parte del ministerio, Renfe y Adif. Sus declaraciones responden a las demandas de la oposición, al tanto de las incidencias y retrasos en los viajes de media y larga distancia. Este miércoles, por ejemplo, el colapso inundó —de nuevo— la estación de Chamartín por una avería en las vías del AVE. Este es uno de los puntos neurálgicos de las incidencias del servicio.
No solo eso. Apenas un día después, 500 pasajeros tuvieron que cambiar de tren en un intercambiador en Ourense por fallos en el sistema. Gota a gota, el vaso está cada vez más cerca de derramarse. Los retrasos, además, se han agudizado especialmente a principios de agosto: solo dos de cada 10 trenes Talgo S106 llegan puntuales. El origen de estas incidencias, según el ministro, "está identificado" en el material rodante.
El hartazgo de los viajeros lleva meses inundando las redes de críticas y la oposición, liderada por el PP, aprovecha para pedir explicaciones al ministro por los altercados continuados. En la Comunidad de Madrid especialmente, con un ataque constante del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
En relación con Chamartín, muy problemática los últimos meses, el ministro explicó que los problemas registrados en el andén 19 no podían ser causa de una falta de mantenimiento: "Se inauguró hace dos meses. Es una catenaria nueva". Poco después de finalizar su explicación, el Ejecutivo madrileño respondió al ministro. El consejero de Cultura, Mariano de Paco, señaló a Puente como "un ministro torpe, ineficaz y que no sabe gestionar su cartera".
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