Con su ambiente tranquilo, esta localidad histórica se presenta como unas escapada perfecta para hacer desde la capital lusa.
La ciudad de Lisboa es el destino que más turistas recibe en Portugal, y es que la capital lusa ofrece a los visitantes edificios históricos con siglos de antigüedad, una deliciosa gastronomía y un ambiente dinámico que no nos dejará aburrirnos ni un minuto. Para completar el viaje, es común hacer excursiones de un día desde la urbe a otros lugares como a la mística Sintra o las playas de Cascais.
Otra buena opción para una escapada cerca de Lisboa es la ciudad de Mafra, donde nos espera el imponente Palacio Nacional de Mafra, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La majestuosidad del Palacio Nacional de Mafra
Algunos hallazgos encontrados donde hoy en día se ubica la ciudad de Mafra, evidencian que estas tierras estuvieron habitadas desde el neolítico. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando esta pequeña población gano importancia y se situó definitivamente en el mapa. En ese entonces, el rey portugués João V ordenó la construcción del Convento de Mafra, también conocido como el Palacio Nacional de Mafra.
El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Frederico Ludovice, "que utilizó un lenguaje arquitectónico y decorativo inspirado en los modelos italianos", explican desde Turismo de Portugal. El resultado fue un imponente edificio que se convirtió en la mayor obra del barroco en el país luso.
El exterior ya nos sorprende con sus enormes dimensiones y su fachada decorada con detalle, mientras que en el interior nos esperan cientos de habitaciones, una preciosa biblioteca con 40.000 volúmenes y un antiguo hospital. Asimismo, posee espectaculares colecciones de pinturas y esculturas de origen portugués, italiano y francés. No podemos olvidar la basílica, con dos torres donde repican 114 campanas y un conjunto de seis órganos.
Qué más visitar en la ciudad y sus alrededores
La visita a la ciudad de Mafra puede continuar con un paseo por su cuidado centro urbano. Casitas de colores, calles adoquinadas, tranquilas cafeterías... y todo ello con un ambiente relajado. Y para terminar, si queremos entrar en contacto con la naturaleza, una buena opción es acercarnos a la llamada Tapada Nacional de Mafra, creada durante el reinado de João V como "un parque para ocio del monarca y de la corte, que constituye hoy en día un patrimonio natural de características únicas", señalan. Concretamente, es un enorme parque de más de 800 ha que se ha convertido en el hogar de ciervos, jabalíes, zorros, aves de rapiña y otras especies.
Y si nos quedamos con ganas de más, siempre podremos visitar algunas localidades cercanas a Mafra, como Ericeira, un pequeño pueblo de pescadores que, durante lo meses de verano, se convierte en un popular destino de sol y playa y en un paraíso para los surfistas por las buenas condiciones de sus olas.
Cómo llegar a Mafra
El trayecto en coche desde Lisboa hasta Mafra es de 45 minutos por la A8. Desde Mafra hasta Ericerira tendremos un trayecto de solo 12 minutos por la A21.
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