El monarca cogió por la cintura a su mujer en el último acto de su viaje a Holanda, lleno de anécdotas y guiños
Este jueves concluyó el viaje de los reyes de España a los Países Bajos, un mini tour de solo dos días, pero que ha dado muchos momentos curiosos, anecdóticos y diferentes, por dos razones fundamentales: la amistad personal entre los dos matrimonios reales y la enfermedad de Letizia que la obligó a sentarse durante un besamanos.
Una de las fotos más llamativas de este viaje se produjo en el último acto de la agenda oficial el jueves 18: el rey cogió de la cintura a su mujer, causando todo tipo de comentarios e impresiones. Fue durante su visita, junto a sus anfitriones, Guillermo y Máxima de Holanda, al Straat Museum de Amsterdam.
Las interpretaciones no se han hecho esperar, dado lo inusual de la escena. Aunque la relación de los reyes españoles siempre es de complicidad y mucha admiración entre ellos, no es habitual ver en la pareja este tipo de guiños. Sí es frecuente que la reina coja del brazo a su marido, especialmente cuando lleva tacones, que por otro lado, le han causado un notable problema de salud. Letizia padece de neuroma de Morton, un dolor persistente en los pies causado por el uso de zapatos altos y estrechos.
Por una parte, es normal que, con su gesto, Felipe pusiera de manifiesto su preocupación y apoyo después de que la Reina pasara una noche complicada debido al dolor que le genera el citado neuroma de Morton. O también que la ayudara a mantenerse en pie con seguridad.
Hay medios que califican el momento de "arrebato" de amor del rey hacia la reina. Letizia se ha convertido en el objeto de todas las miradas y comentarios más positivos en esta breve estancia en tierras holandesas: por su estilo, su fraternidad con la reina Máxima y su saber estar en todas las situaciones.
No hay que olvidar que en un mes, los reyes cumplirán veinte años de su boda, el acontecimiento social de la monarquía más importante del siglo de momento, por lo que supuso, sobre todo, la llegada de una periodista de clase media a la realeza mundial.
Por otra parte, la presencia de la heredera holandesa, Amalia, en algunos de los actos oficiales ha supuesto una novedad destacada, por la importancia que la monarquía está dando al papel de la futura reina, de 20 años. Un hecho que el rey español ha utilizado para poner de relevancia, también, que España cuenta con una heredera, su hija Leonor.
"Nuestras monarquías avanzan juntas hacia el futuro, de la mano de dos mujeres jóvenes, la princesa Amalia y la princesa Leonor, profundamente apegadas a su nación y a su gente", expresaba el rey con orgullo.
Guillermo de Orange, por su lado, resaltó el amor que él y su mujer sienten por nuestro país: "España ocupa un lugar especial en nuestros corazones. Primero porque fue en vuestro país donde empezamos a compartir nuestras vidas. Nos enamoramos en la Feria de Abril de Sevilla, hace 25 años. El resto es historia..."
"Una visita a España es siempre como un cálido abrazo. Un sentimiento que comparte con nosotros nuestra hija mayor". Amalia se trasladó a vivir a nuestro país de forma completamente secreta y arropada por los reyes de España, tras ser amenazada por la mafia.
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