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El adelanto electoral en Cataluña ha obligado a los partidos a engrasar la maquinaria electoral para una cita que puede marcar un punto de inflexión en la legislatura. Y la estrategia del PP pasa por erigirse como única alternativa constitucionalista frente al PSC. Con esa tesis, Alberto Núñez Feijóo ha comenzado a calentar una larga precampaña que culminará el próximo 12 de mayo, con las elecciones vascas a mitad de camino. El líder popular ha advertido este lunes que la aprobación de la ley de amnistía no solo no cierra "ningún conflicto", sino que conduce inevitablemente a la "autodeterminación" que ya azuza el independentismo.
Feijóo ha aprovechado un acto homenaje a Eugenio Nasarre, fallecido a finales del pasado mes de enero, para reivindicar su legado de "resistencia tenaz" frente a los que quieren "romper el país y la convivencia". "Caminamos hacia un precipicio conducido por los que tienen alergia a la democracia española", expresó el dirigente, acompañado este lunes por miembros de la dirección del partido y por el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El líder del PP elevó el tono al afirmar que "la amnistía a los prófugos es una condena a los demócratas". Y trató de desmontar el argumentario socialista de la "convivencia" y la "reconciliación" para advertir que la despenalización del procés, aprobada la pasada semana en el Congreso de los Diputados, implica únicamente "un paso más que conduce a la autodeterminación".
En este punto, Feijóo equiparó al PSC con ERC o Junts, "tres patas de un mismo proyecto de ruptura", y llamó a "no confiar" en la marca de los socialistas catalanes. "Cataluña debe aceptar que cerrar el proceso implica no confiar en el PSC", reiteró el mandatario popular. La dirección de Génova no ha cerrado aún un acuerdo con Ciudadanos para concurrir juntos a las elecciones del próximo 12-M, aunque la idea que manejan en el PP es la de una especie de absorción para aglutinar todo el espacio de centroderecha y beber del votante constitucionalista del PSC.
Feijóo tiene aún la tarea pendiente de designar un candidato cuando solo restan dos meses para que se abran las urnas. La dirección del PP ha evitado confirmar aún la continuidad de Alejandro Fernández, que cuenta con el respaldo de un sector del partido y de la sociedad civil catalana. Génova siempre se ha inclinado por un relevo por la desconfianza larvada entre el actual presidente del PP de Cataluña y la cúpula de Génova, por los choques públicos de los últimos meses. Pero la sorpresiva convocatoria electoral ha dejado a la dirección nacional con muy poco margen de maniobra, y se prevé que despeje la incógnita esta misma semana.
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