Los usuarios necesitan un trapo y un palo largo para limpiar el polvo acumulado en la parte trasera del radiador, de esta manera, no se obstruye la salida del calor.
Las bajadas de temperatura en todas las ciudades de España han provocado que los ciudadanos hayan puesto de nuevo la calefacción en sus hogares, a pesar del repunte de precios en la electricidad y el gas. Sin embargo, existen algunos termostatos inteligentes, bombas de calor eficientes, calefactores de cerámica por solo 40 euros o asistentes con inteligencia artificial que ayudan a controlar el gasto.
Pero más allá de estos dispositivos de última generación, existen algunos trucos que se pueden aplicar en los sistemas de calefacción parar ahorrar en la factura de la luz. En este caso, tan solo se necesita un trapo y un palo largo para limpiar el polvo acumulado en la parte trasera del radiador.
Con este consejo de limpieza se mejora el grado de eficiencia, además, si se limpian los radiadores de forma habitual, los usuarios comprobarán que ahorrarán más energía porque no habrá ningún tipo de suciedad que impida la salida del calor.
Cómo limpiar un radiador para ahorrar energía
Para empezar, el individuo tendrá que coger un trapo y un palo largo –similar al de una escoba o fregona–, asegurarse que el radiador está apagado y frío al tacto, envolver el trapo alrededor del extremo del palo y limpiar con cuidado el interior del radiador.
Después, para garantizar aún más su eficiencia, se tendrá que hacer lo mismo con la parte exterior, aunque en este caso se puede utilizar un aspirador con su correspondiente accesorio para ir más rápido con la limpieza.
A qué temperatura debo poner la calefacción
Tras limpiar el radiador, hay que tener en cuenta una de las recomendaciones para ahorrar en la factura energética, como ajustar la temperatura en el interior de la vivienda siguiendo los parámetros aconsejables. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU, por sus siglas), una temperatura en invierno entre los 19 y 21 grados es razonable dentro de la vivienda, debido a que cada grado supone un incremento del 7% en el consumo.
Consejos para ahorrar en la factura de la luz
Por otro lado, estas son otras recomendaciones de pequeños gestos que pueden ser clave para ahorrar en consumo energético durante el invierno:
- Sustituir las bombillas tradicionales por bombillas LED, debido a que consumen hasta un 80% menos que las tradicionales.
- Adquirir electrodomésticos con la etiqueta de eficiencia energética A+ o superior, ya que consumen hasta un 55% menos que los convencionales.
- Alejar el frigorífico de fuentes de calor, como el horno o el radiador. Controlar su temperatura, optimizar su almacenamiento, descongelar cada tres meses o comprobar que no existan fugas también es importante.
- Reducir la temperatura del programa de lavado de ropa.
- Usar el lavavajilas solo cuando este lleno y en modo 'eco'.
- Limitar el consumo de dispositivos electrónicos, así como desconectarlos cuando no estén siendo utilizados para que no permanezcan en suspensión.
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