El Congreso Electoral del Partido Popular Europeo (PPE), que se celebra este miércoles y jueves en Bucarest (Rumanía), está siendo un acto de contrición de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. La delegación española, liderada por Alberto Núñez Feijóo, está aprovechando el cónclave para elevar la presión sobre la alemana en público y en privado. El PP utiliza el aval de sus colegas comunitarios, que han aprobado una resolución de condena contra la amnistía en el marco del manifiesto electoral, para exigir "contundencia" a Von der Leyen y afear, de paso, su cercanía a Pedro Sánchez.
Génova se ha volcado en la cita para "internacionalizar" la oposición a la ley de amnistía, consciente de que el malestar con la gestión de la alemana va más allá del PP español y que se extiende a muchos otros sectores de la familia conservadora, lo que les ayuda a presionar más a la presidenta de la Comisión. Fuentes cercanas a Feijóo inciden en que Ursula von der Leyen debe "demostrar actitud" y trazar una respuesta "contundente" frente a la medida, con la esperanza de que sea el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que termine paralizándola. "La Comisión tiene que ponerse seria", incide un dirigente que también ha viajado a Bucarest.
La ofensiva del PP en Europa se produce en la víspera de la Comisión de Justicia en el Congreso y en paralelo al acuerdo ya suscrito del PSOE con Junts y ERC para sacar adelante la norma. Fuentes de Génova inciden en que el ambiente en Bucarest entre sus colegas europeos ha sido de "indignación total" por que el Gobierno vuelve a pasar nuevas "líneas rojas" con Carles Puigdemont. Y lo que buscan es hacer llegar ese malestar a la máxima autoridad del ejecutivo europeo, que siempre ha evitado posicionarse en esta cuestión y evita ganarse la enemistad de Moncloa en un momento crítico para su reelección en verano.
Los populares ya cargaron este miércoles contra el pacto, que no era más que un secreto a voces, a la espera de conocer cuál es el contenido y qué ocurre con los delitos de terrorismo. "No se puede vender nuestra dignidad por las necesidades parlamentarias de Pedro Sánchez, quien hace un mes negaba tajantemente más cambios en su ley", apuntan las fuentes consultadas. "Combatiremos este acuerdo en las instituciones y en los juzgados", añaden.
Relación con los populares
Desde que Ursula Von der Leyen fue elegida por un puñado de votos en 2019, la exministra de Defensa alemana ha descuidado todos sus lazos con el partido de los democristianos europeos, que este jueves van a nominarla como su ‘spitzenkandidat’ de cara a las elecciones europeas del 6 al 9 de junio de 2024, sin dejar de pasarle la factura por los agravios del último lustro. Nadie se llama al engaño: muchos dentro del PPE sienten que Von der Leyen ha sido más cercana a Los Verdes o a los socialistas europeos (PES) que a su propia familia política y sienten poca simpatía por ella.
Especialmente hostiles son las personas del círculo más cercano a Manfred Weber, presidente del PPE, que en 2019 aspiró a ser presidente de la Comisión Europea pero se vio arrollado por Von der Leyen, que no había participado en el sistema del ‘spitzenkandidat’ y que fue impuesta por los líderes europeos. Y entre las personas más cercanas a Weber está Esteban González Pons, vicesecretario de Acción Institucional del PP, que entre 2014 y 2023 fue su mano derecha en la Eurocámara, durante su etapa como eurodiputado. Con la llegada de Feijóo a Génova, González Pons acercó al alemán y al gallego, que ha considerado la relación con Weber una prioridad.
Esa tensión que siempre ha existido entre el núcleo duro del PPE y Von der Leyen, a la que no consideran leal a los democristianos, va todavía más allá en el caso español. Porque desde Génova siempre se ha mirado con desconfianza la cercanía entre la presidenta de la Comisión Europea y Pedro Sánchez, especialmente a partir del anuncio de una ley de amnistía en el marco de la negociación de la investidura del candidato socialista.
Desde ese momento, el PP ha llevado una estrategia de “internacionalización” por la que ha presionado a todos los niveles en Bruselas para explicar la ley y asegurar que el Estado de derecho se encuentra en riesgo en España. Los populares saben que la Comisión Europea tiene muy poco margen de maniobra para frenar una norma así, pero les irrita la cercanía entre Von der Leyen y Sánchez se lee como un respaldo de la alemana al presidente español. Feijóo ha brindado su apoyo a Von der Leyen para un segundo mandato, pero a cambio de que se comprometa a vigilar la amnistía. El líder del PP espera nuevos encuentros en los próximos meses para comprobar el alcance de esa promesa.
Parte del esfuerzo del PP por generar una nueva narrativa en la cuestión de la amnistía tiene que ver con uno de los protagonistas del Congreso Electoral de Bucarest: el primer ministro de Polonia, Donald Tusk. El popular polaco, que fue presidente del PPE tras ser presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019, logró derrotar en 2023 en las urnas al Partido Ley y Justicia (PiS), una formación ultraconservadora que llevaba ocho años minando el Estado de derecho en el país. Génova intenta trasladar en todos los foros europeos que el trabajo de Feijóo en España es similar al que Tusk ha tenido en Polonia, revirtiendo los daños provocados.
Ese marco ha seguido presente en la primera jornada del Congreso Electoral de Bucarest. Tanto Esteban González Pons como Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, insistieron en pedir a sus socios europeos que pongan atención a la situación en España. “Europa no puede mirar para otro lado”, aseguró González Pons, que dejó en el aire si participará o no en la siguiente ronda de negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que está liderando el comisario de Justicia, Didier Reynders, y cuya próxima cita era la semana que viene en Estrasburgo.
Feijóo hablará este jueves ante el pleno, con los líderes europeos, líderes de la oposición y cúpula del PPE con las últimas novedades de la ley de amnistía recién salidas del horno, y eso ayudará a los populares españoles, que son la segunda delegación más grande del Congreso por detrás de la CDU/CSU alemana, a dirigir las conversaciones informales y las charlas de pasillo hacia el asunto de la amnistía. El esfuerzo de los populares está en lograr que se consolide un estado de opinión entre los populares europeos que no sea ni de indiferencia, como ha sido en algunas ocasiones, ni de cierta preocupación, como ha ido siendo el caso tras meses de esfuerzos de los populares españoles, sino de abierta hostilidad y alarma.
El PSOE se agarra a una aprobación exprés de la amnistía para ensordecer el caso Koldo
Carlos Rocha
Tras una reunión este miércoles entre Feijóo y Von der Leyen, que duró cerca de media hora, González Pons explicó a un grupo de periodistas que el líder popular condiciona su apoyo a la candidata popular europea a que “continúe con la defensa del Estado de derecho español”. Los españoles evitan criticar abiertamente a la alemana, pero dejan claro que querrían ver algo más de firmeza en la presidenta de la Comisión Europea.
Ayuso ha sido una de las voces destacadas en este esfuerzo del PP español por convertir el asunto en una prioridad de toda la familia europea, exigiendo que no "blanquee" a Pedro Sánchez. “Pido al Grupo Popular Europeo que no haya compadreo con Pedro Sánchez, que ha vinculado al presidente del grupo - Manfred Weber- con los nazis”, declaró la presidenta de la Comunidad de Madrid, en referencia a una cita del presidente del Gobierno durante un debate en la Eurocámara, cuando preguntó a Weber que si su plan para Alemania era poner nombres del Tercer Reich a calles de Berlín como hacen los socios del Partido Popular, en referencia a Vox. El mensaje era un claro dardo a Von der Leyen.
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