Este municipio, uno de los tesoros más bellos de Navarra, es rico en historia, cultura y naturaleza. Está ubicado en la alto de una sierra desde donde su iglesia-fortaleza domina los valles.
Ubicado en lo alto de una sierra que domina los llanos de Navarra, Ujué es un pueblo que se erige como uno de los tesoros más bellos de esta región del norte de España. Su santuario-fortaleza de imponente silueta, sus calles laberínticas y sus casas de piedra que se agrupan en la ladera de la montaña, son solo algunos de los encantos que hacen de Ujué (en euskera Uxue) un destino imperdible para quienes buscan la autenticidad y la historia en un privilegiado entorno natural. No en vano, está incluido en la prestigiosa lista de Los Pueblos más Bonitos de España.
La leyenda del pastor y la paloma
La historia de Ujué está marcada por una leyenda intrigante que explica el origen de este hermoso pueblo enclavado en las alturas. Cuenta la historia que todo comenzó con la insistencia de una paloma que entraba y salía de una gruta en la montaña. Un pastor, intrigado por este comportamiento, intentó ahuyentar a la paloma sin éxito.
Finalmente, decidió entrar en la gruta y lo que encontró allí fue asombrosa: la efigie de la Virgen de Ujué. Sobre esa gruta se construyó un templo ya su alrededor se agruparon los lugareños en busca de refugio. El nombre de Ujué, que deriva de "Uxoa" en vasco, que significa paloma, rinde homenaje a esta persistente ave que condujo al descubrimiento de la Virgen.
El Santuario-Fortaleza de Santa María
El corazón de Ujué es su santuario-fortaleza de Santa María, que ha evolucionado a lo largo de los siglos. En sus orígenes, fue una pequeña capilla prerrománica, sobre la cual se construyó un templo románico en el siglo XII. Lo más destacado de esta iglesia son los tres ábsides con bóvedas de medio cañón que aún se conservan. Más tarde, en el siglo XIV, se añadió una ancha nave gótica, fusionando dos estilos arquitectónicos que reflejan la evolución histórica del lugar.
El Pórtico de Santa María
El pórtico de Santa María es una joya arquitectónica que adorna la iglesia-fortaleza. Presenta un esquema apuntado y abocinado con diez arquivoltas ricamente ornamentadas. En el tímpano central, se pueden apreciar representaciones de la Última Cena y la Adoración de los Reyes Magos, escenas llenas de dinamismo y detalle.
El Patio de Armas y el Paseo de Ronda
Frente a la portada norte de la iglesia se encuentra lo que alguna vez fue el patio de armas del castillo del siglo IX. Los musulmanes consideraron esta atalaya como inexpugnable en el reino de Pamplona, y hoy en día solo queda el aljibe que almacenaba agua para épocas de asedio, un testimonio de la historia defensiva de Ujué.
El Paseo de Ronda era utilizado por los centinelas para asegurar el perímetro del castillo. Desde aquí, se pueden disfrutar de impresionantes vistas de la Ribera de Navarra, que añaden un encanto especial a la visita.
Calles estrechas, casas de piedra y la ermita de San Miguel
El pueblo de Ujué se extiende por las fuertes pendientes de la ladera sur de la montaña, y sus calles estrechas y laberínticas son un reflejo de su rica historia medieval. Recorrer estas calles y explorar los pasadizos es casi una obligación después de visitar el santuario, y ofrece una experiencia única de inmersión en el pasado.
Construida en el siglo XIII, la Ermita de San Miguel se encuentra en estado de ruina desde 1806 debido al mal estado de su bóveda. A pesar de ello, conserva la portada con el óculo, la espada con los huecos para las campanas y, sobre todo, el encanto de las vistas panorámicas del santuario que se pueden disfrutar desde sus ruinas.
Historia, romería y gastronomía de Ujué
La historia de Ujué se remonta a la Edad de Bronce, cuando era un centro de adoración pagana. Durante la Edad Media, se convirtió en el primer bastión defensivo del Reino de Pamplona. Hoy en día, Ujué conserva su rica historia en cada rincón del pueblo, donde el tiempo parece detenerse.
La romería que tiene lugar durante el mes de mayo es un evento destacado, donde los pueblos cercanos peregrinan hacia Ujué con sus túnicas negras y cruces para entonar sus canciones devotas ante la Virgen. La comida tradicional incluye las riquísimas migas de pastor, almendras garrapiñadas, pan artesano, vinos locales, aceite, pastas y rosquillas.
El paisaje de Ujué: un paraíso tranquilo por descubrir
La destacada ubicación de Ujué, asentada en una de las elevaciones que conforman la sierra homónima, ofrece un entorno excepcional... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}