El Gobierno sigue casi en estado de shock después de la derrota parlamentaria que Junts per Catalunya les propinó en la votación de la ley de amnistía. El adjetivo utilizado por Félix Bolaños, ministro de Presidencia y negociador principal del texto en el plano político, es “incomprensible”, ya que los de Carles Puigdemont han bloqueado un texto en cuya redacción han participado y que era el requisito primordial para lograr la investidura de Pedro Sánchez. Ahora hay una segunda oportunidad y, en el plazo máximo de un mes, la norma volverá al pleno del Congreso. Pero en el PSOE defienden la actual redacción y se resisten a introducir nuevos cambios porque “no se puede improvisar a cada minuto”.
El tirón de orejas del ministro de la Presidencia responde a la constante intención de introducir cambios en la ley que viene proponiendo Junts al calor de las decisiones judiciales de los magistrados que se encargan de los casos Tsunami Democràtic y Voloh. Para los de Puigdemont, los autos de estos jueces tienen por objetivo sortear la ley de amnistía y por eso reclaman cambios que el Gobierno rechaza. “Lo que piden es inconstitucional”, ha dicho María Jesús Montero, vicepresidenta primera, en una entrevista en RAC1, que antes, en TVE, ha asegurado que el texto que se votó ayer tiene “todas las garantías”, y las enmiendas propuestas por Junts no las tienen. “No cualquier texto de amnistía es constitucional”, ha abundado la también ministra de Hacienda.
“Tendrán que explicarlo ellos”, ha abundado Félix Bolaños, que ha recordado que la ley es muy técnica y ha contado con la participación de expertos en derecho penal, administrativo y constitucional. Eso es lo que ha permitido que sea una ley “impecable, conforme a la Constitución Europea y el derecho de la UE”. Bolaños ha insistido también en que los socialistas han negociado mucho el texto con Junts “durante meses”. Y por eso ha pedido que “reconsideren” su decisión y voten a favor del texto, como le reclamaron ayer otros socios del bloque de la investidura, como EH Bildu o ERC.
En el mismo sentido, se ha pronunciado el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha reiterado la “generosidad del PSOE” en relación con el fracasado acuerdo con Junts. En una entrevista en La mirada crítica de Telecinco, ha asegurado que el partido de Puigdemont “tiene que reflexionar porque es un error irracional”. Puente ha defendido que el “el PSOE ha llegado al máximo de lo que podía, por lo que ahora es Junts quien debe tomar una decisión”. En cuanto al señalamiento de jueces y la separación de poderes, el ministro ha apuntado que “las decisiones judiciales están sometidas a revisión en caso de que un juez cometa un error”. “Si tienen excesos, las instancias superiores las corregirán”, ha dicho.
El líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, ha abundado en la misma idea al asegurar que hay líneas rojas que no van a cruzar, como la solidez jurídica. “Ayer Junts no estuvo a la altura, falló a la sociedad catalana”, ha expresado en una entrevista en el programa Más de uno, de Carlos Alsina, en Onda Cero. El primer secretario del PSC ha dicho que “desea que haya amnistía”, ya que considera que se trata de un paso hacia adelante para Cataluña, pero también para el conjunto de España, lo que ha calificado como “un gesto de generosidad”. Pero no solo la amnistía, sino que Illa ha recordado que esto sigue la línea marcada por el Gobierno para que haya un punto de inflexión en las relaciones con Cataluña, como ya hicieron con los indultos o la modificación del Código Penal, con lo que, en su opinión, “mejoraron las cosas”.
Cerrar heridas
“Esta ley es mucho más que una norma, pretende cerrar heridas y procesos judiciales para mejorar la convivencia. No es solo para beneficiar a unas 400 personas con causas penales, sino a toda la sociedad”, ha abundado Félix Bolaños en su entrevista en la Cadena SER. Montero ha abundado en esa idea al afirmar que “no hay una alternativa real a la que plantea el PSOE” para Cataluña. Y lo ha hecho como una forma de afear a Junts su voto con el PP y Vox, partidos que quieren “encarcelar a sus líderes” o “ilegalizarlos”.
Tanto Bolaños como Montero se han encargado de dejar claro también que esta derrota no supone el final de la legislatura. “Tenemos un proyecto de país que se ha demostrado exitoso, por eso a esta legislatura le queda tanto recorrido por delante”, ha dicho el ministro de Presidencia, mientras que la titular de Hacienda ha asegurado que el Gobierno está “fuerte” y que es “lógico” que alguna de las normas que impulsa “no pueda ver la luz” por la compleja aritmética que hay en el Congreso.
A ella le corresponde sacar adelante el principal desafío que tiene el Ejecutivo, los presupuestos generales del Estado de 2024. Y no se ha atrevido a vaticinar en qué afecta este varapalo a la negociación. Montero cree que es pronto para conocer el posicionamiento que tendrá Junts en esta negociación, ya que “hay que dejar que las cosas se asienten”. Hasta el momento, la intención de la número dos del Gobierno era llegar al Congreso con las cuentas ya sustentadas en un preacuerdo con los socios para evitar sorpresas como las de la ley de amnistía.
PNV y Bildu, preocupados
Tanto el PNV como Bildu han expresado su preocupación por la estabilidad de la legislatura después de que ayer Junts votase en contra de la ley de amnistía. El lehendakari, Iñigo Urkullu, de viaje oficial en Bruselas, donde ha mantenido una reunión con el president, Pere Aragonès, ha señalado la contradicción que a su juicio cometieron ayer los neoconvergentes. “Junts ha venido diciendo desde hace semanas que la proposición de ley era buena y luego ha ido cambiando de idea”, ha indicado el lehendakari.
Sánchez planea una huida hacia delante y aguantar incluso sin presupuestos
Marisol Hernández
Urkullu además ha expresado sus dudas sobre la solidez de la norma. “Se me hace difícil pensar que una ley así gestada pueda solventar todas estas cuestiones”, ha señalado ante el escrutinio al que someterán a la norma el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Para el jefe del Ejecutivo vasco el Gobierno de Sánchez está en una situación muy delicada porque a día de hoy no tiene ni la “estabilidad” ni la “fortaleza” que debiera.
"Espero que todo el mundo tenga en cuenta que lo que nos jugamos no es una votación sino algo más y que haya la suficiente energía creativa y responsabilidad como para alcanzar un acuerdo", ha señalado el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. El dirigente de la izquierda abertzale está convencido de que determinados sectores tienen interés en hacer “descarrilar” el Gobierno de Sánchez y de ahí su llamamiento a cerrar un acuerdo que permita estabilizar la legislatura.
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