En los terrenos de construcción viven alrededor de 70 gatos pertenecientes a 10 colonias reguladas por BigAtos.
El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Alicante ha tomado una decisión sin precedentes y ha decidido suspender cautelarmente la ejecución de unas obras en Altea, Alicante, para proteger la presencia de unas colonias felinas censadas y a las que afectarían las obras.
Las obras del Plan Parcial de Bellas Artes es un proyecto aprobado desde el 2003 para la construcción de una urbanización compuesta de 1.220 viviendas, donde más de 150 de ellas serían de protección pública para responder a la necesidad de viviendas en el pueblo de Altea.
Sin embargo, justo en la zona de construcción, viven actualmente unos 70 gatos que pertenecen a seis colonias, gestionadas legalmente por CER-Altea, una colaboración entre asociaciones animalistas y la concejalía de Bienestar Animal y que, desde el verano pasado, han tratado de mantener un diálogo con el Ayuntamiento, compuesto de la coalición PSPV-PSOE y Compromís, para buscar soluciones de reubicación de las colonias. En palabras de la propia asociación, dicho diálogo resultó ‘confuso’ y poco preciso, teniendo su punto de no retorno cuando las excavadoras comenzaron a allanar el terreno en la noche del 28 de noviembre, destruyendo la vegetación donde se encuentran las casetas que servían de refugio para los felinos y los puntos de alimentación.
En respuesta, la asociación BigAtos, junto a la entidad Somos Gos, solicitaron de manera inmediata la paralización de las obras, dado que estas zonas se encuentran protegidas por el Código Penal y las leyes propias de la Comunidad Valenciana. Destruir intencionadamente una colonia felina regulada, tal como recoge la legislación vigente, puede constituir un delito de maltrato animal.
La respuesta a la denuncia ha llegado recientemente y el juzgado ha dispuesto la medida cautelar provisionalísima consistente en “la suspensión de la ejecución de las obras del Plan Parcial Bellas Artes de Altea, si bien únicamente en aquellas zonas en las que se encuentren censadas las colonias felinas no reubicadas y afectadas por las obras”.
La victoria legal, acogida con entusiasmo por las asociaciones implicadas al recibir la medida, duró poco, ya que pese a la solicitud de suspensión por parte del juzgado, las excavadoras volvieron a entrar en el terreno apenas un par de días después. Tal como ha declarado la presidenta de BigAtos a un medio de prensa local “desde el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento han dado la callada por respuesta”. Ante la reaparición de las excavadoras, los responsables de las asociaciones solicitaron la presencia de la Guardia Civil.
Mientras la situación se resuelve, BigAtos utiliza su cuenta en Facebook para informar de cada actualización y realizar un llamamiento urgente y desesperado al Ayuntamiento de Altea para que aborde con responsabilidad la protección de las colonias felinas.
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